Opinión sobre la pornografía

No hay mayor lujuria que el pensar.
Se propaga este escarceo como la mala hierba
en el surco preparado para las margaritas.


No hay nada sagrado para aquellos que piensan.
Es insolente llamar a las cosas por su nombre,
los viciosos análisis, las síntesis lascivas,
la persecución salvaje y perversa de un hecho desnudo,
el manoseo obsceno de delicados temas,
los roces al expresar opiniones; música celestial en sus oídos.


A plena luz del día o al amparo de la noche
unen en parejas, triángulos y círculos.
Aquí cualquiera puede ser el sexo y la edad de los que juegan.
Les brillan los ojos, les arden las mejillas.
El amigo corrompe al amigo.
Degeneradas hijas pervierten a su padre.
Un hermano chulea a su hermana menor.


Otros son los frutos que desean
del prohibido árbol del conocimiento,
y no las rosadas nalgas de las revistas ilustradas,
pornografía esa tan ingenua en el fondo.
Les divierten libros que no están ilustrados.
Sólo son más amenos por frases especiales
marcadas con la uña o con un lápiz.

Datos de la autora:
Wislawa Szymborska. Poeta y ensayista polaca nacida en Kórnik, Poznan, en 1923.
Vivió en Cracovia desde que  su familia se trasladó allí en 1931. Estudió Literatura Polaca y Sociología en la Universidad Jagiellonian, dedicándose desde entonces al ejercicio literario.
Con su primera publicación "Busco la palabra" en 1945, seguida de "Por eso vivimos" en 1952 y "Preguntas planteadas a una misma" en 1954, logró situarse en los primeros planos del panorama literario europeo. "Apelación al Yeti" en 1957, "Sal" en 1962,"En el puente" en 1986.
Fue galardonada con importantes premios, entre los que se destacan, Premio Goethe 1991, y el Premio Nobel de Literatura 1996. 
Falleció el 1° de febrero de 2012


Comentario:
Este poema no es un poema erótico, de hecho, poco tiene que ver la pornografía con el erotismo. Pero, pese a ello, nos sentimos atraídos por el título, como atrae un pequeño agujero que comunica con habitaciones ajenas a la nuestra. Así, cuando miramos, leemos a través de él, decepciona nuestras expectativas primeras. Sin embargo, como inevitablemente seguimos leyendo, mirando la escena, pronto nos atrapa y reconocemos en las palabras de la polaca algo tan familiar que asusta (como si el agujero fuera, tal vez, un espejo que nos devuelve nuestra imagen más amarga): la imposibilidad de atrapar la vida mediante "parejas, triángulos y círculos", la obscenidad y la lujuria del pensar, como si fuera este, nuestro más auténtico vicio.

P.D.: A los suscriptores: el poema que esperáis, como dice Oliverio Girondo, "Llegará, llegará".

Comentarios