LO IMPOSIBLE (Otro poema dedicado a mis sufridos compañeros docentes)

LO IMPOSIBLE

Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor ventura que abrir una ventana,
mirar pasar las nubes mientras pasa la tarde,
acariciar tu pelo, acostarse temprano,
escuchar una voz que canta en otro siglo?
Por odio de lo fácil. Déjame que sonría
ante tantos que anhelan lo que jamás les falta.
No se pisa dos veces en el mismo lugar.
Nadie abraza dos veces a la misma persona.
No se detiene nunca la nave que nos lleva,
incansable da vueltas en su viaje estelar.
Mírame: ya soy otro. Y te sigo queriendo
a ti que ya no eres quien ayer sonreía.
Cuatro estaciones tiene el tren en que viajamos
y en ninguna dejan detenernos.
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que mirarte a los ojos
y ver en ellos juntas mi dicha y una lágrima?
¿Qué mayor aventura que no saber siquiera
si el día de mañana seguiremos con vida?
Aspiro a lo imposible: a la monotonía.


DATOS DEL AUTOR: José Luis García Martín (1950), profesor de literatura. En 1972 publicó su primer libro de poemas, Marineros perdidos en los puertos y en 2011, la editorial Renacimiento, publicó LA AVENTURA (Antología poética) , de donde hemos tomado este poema.

COMENTARIO: Conocí a este poeta este verano y ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en estas vacaciones. Todo en él parece reconocible y familiar (ignoro si es profesor de bachillerato o de facultad, para el caso es lo mismo), como ese profesor de mediana edad, lejos de la juventud ya, pero al que le queda todavía unos cuantos años para ganarse la jubilación definitiva. Un tipo normal, como cualquiera de nosotros, en principio, pero nada más lejos de la realidad: este tipo es un poeta, un poeta muy bueno, por cierto (cuando un verso se te clava en la memoria para siempre en la primera lectura, el poeta vale la pena).
En cuanto al poema, creo que resulta característico de su propia antología: el tono, la sencillez, la desesperanza y el temple de sus poemas quedan bien representado en LO IMPOSIBLE. Porque la vida es como ese río de Heráclito que reconocemos inmediatamente en el poema ("No se pisa dos veces en el mismo lugar" o dicho líricamente: "Nadie abraza dos veces a la misma persona"), porque la aventura se encuentra, precisamente, en comprender que ningún instante es igual a otro, etc. Y a esto quería llegar: me imagino a José Luis García, como un Antonio Martín cualquiera, yendo a su centro de trabajo, con una leve sonrisa, mirando por primera vez lo que ha visto mil veces: el mismo centro, los mismos compañeros, las mismas aulas, las mismas miserias... y, sin embargo, siendo consciente de que nada es lo mismo, que cada día es un reto, cada curso una aventura, que cada alumno un misterio. Por eso, yo también aspiro a lo imposible: aspiro a la monotonía, porque la monotonía en la vida de un docente, es imposible. Gracias Heráclito, gracias José Luis por recordármelo -sobre todo, cuando acaricie esta noche su pelo. 

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