MATAR AL DRAGÓN

MATAR AL DRAGÓN

Ha llegado la hora de matar al dragón,
de acabar para siempre con el monstruo
de las fauces terribles y los ojos de fuego.
Hay que matar a este dragón y a todos
los que a su alrededor se reproducen.

Al dragón de la culpa y al dragón del espanto,
al del remordimiento estéril, al del odio,
al que devora siempre la esperanza,
al del miedo, al del frío, al de la angustia.
Hay que matar también al que nos tiene
aplastados de bruces contra el suelo,
inmóviles, cobardes, desarraigados, rotos.

Que la sangre de todos
inunde cada parte de esta casa
hasta que nos alcance la cintura.
Y cuando ese montón de monstruos sea
sólo un montón de vísceras y ojos
abiertos al vacío, al fin podremos
trepar y encaramarnos sobre ellos,
llegar a las ventanas, abrirlas o romperlas,
dejar que entren la luz, la lluvia, el viento
y todo lo que estaba retenido
detrás de los cristales.



DATOS DE LA POETISA: Amalia Bautista (Madrid, 1962), no es la primera vez que concurre en este espacio poético. Para más información y no repetirnos, pincha aquí. Su última obra, que sepamos, es Falsa Pimienta (2013). El poema de arriba pertenece a Estoy ausente.

COMENTARIO: Ignoro si la intención de Amalia Bautista pasaba por hacer un breve catálogo de seres monstruosos que nos rodean e impiden que nos desarrollemos y vivamos más plenamente. Sin duda, cualquier lector estaría de acuerdo que la culpa, el odio, el miedo, la angustia son monstruos terribles, dragones que devoran siempre la esperanza. Pero si nos damos cuenta, la poeta establece dos tipos de dragones en su poema. Por un lado, los dragones interiores, como estos últimos: el odio, el remordimiento, el miedo, la angustia. Y, por otro, dragones que no están dentro de nosotros, sino más bien, fuera: son dragones exteriores, bajo mi punto de vista. Sobre todo cuando se refiere al que nos tiene aplastados de bruces contra el suelo
Y es este último el que me crea más desconcierto. Porque los otros, los interiores, tienen cierto aire de familia, en algunos casos son irremediables, y siempre podemos controlarlos, mermarlos o, en el mejor de los casos, ignorarlos. Sin embargo, el que nos aplasta desde fuera, ¿quién es, cuál es su naturaleza, qué rostro es el suyo? Puestos a imaginar, lo más inmediato es señalar al político de turno, al jefe que nos humilla, al compañero que nos pone la zancadilla, al familiar que nos amarga la existencia o la persona que está a tu lado y que se ha convertido en tu enemigo íntimo. Por lo tanto, posee un rostro humano, demasiado humano. Pero puestos a imaginar, también un dragón puede ser una abstracción o un completo sistema social y económico. Y entonces, yo pienso obviamente en aquello que mueve el mundo y nos hace inmóviles, cobardes, desarraigados, rotos... Y la verdad es que o acabamos con él o la vida en esta casa será insoportable. Necesitamos de una vez por todas matar al dragón, abrir las ventanas, que llueva y entre aire nuevo. La vida en un mundo injusto es insoportable, por más poder que tenga el dragón.


ACTIVIDADES:

  • Como hemos señalado, en este mismo blog se publicó otro poema de la autora madrileña. Léelo, pinchando aquí. ¿Guardan alguna relación ambos poemas?, ¿crees qué puedes extraer alguna conclusión sobre la personalidad de la escritora basándote en ellos?
  • Para ti, ¿qué dragón nos tiene aplastados de bruces contra el cielo
  • Pueden que existan más dragones del mismo tipo de los que señala Bautista, ¿puedes nombrarlos? 
  • ¿Por qué el remordimiento es estéril?
  • Haz una redacción con el siguiente tema: ¿Es soportable la vida en un mundo injusto? (El alumnado de 1º y 2º de Bachillerato puede tomar como punto de partida el debate a muerte entre Sócrates y los Sofistas que se plantea en la Apología, de Platón)
  • Por curiosidad y por si lo deseas, puedes indicar las reacciones a esta entrada un poco más abajo, marcando: divertido / interesante / aburrido.
  • También puedes subir un comentario, un blog se alimenta de ellos.


Comentarios

  1. La cuestión es llegar hasta el rostro de esos dragones, tanto interiores como exteriores.En el caso de los interiores, a veces le damos mayor tamaño del que realmente tienen, cual mago de Oz. En el caso de los exteriores, lo difícil es discernir su verdadero rostro, como le pasaba al campesino que quería matar al que embargaba sus tierras en "las uvas de la ira". Así que antes de matar al dragón y como todo en la vida, lo primero es hallar la herramienta adecuada a cada trabajo, para ser precisos en él y no perdernos. Y ahí entra la educación, que nunca nos falte y siempre la tengamos a mano! Un saludo y enhorabuena por el blog!

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    Respuestas
    1. Lo que nos puede hacer daño desde fuera, es lo que dejamos que lo haga.
      Siempre va unido a nuestro interior.
      Si alguien te grita o intenta humillarte, escuchalo, está sacando su frustración, y es sólo suya.

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  2. Me parece un poema muy positivo, aunque hable de mostruos interiores y exteriores, y ,sobre todo,muy enérgico, poque apuesta por la acción frente al inmovilismo. Esto es lo más difícil, porque la comodidad puede hacer que soportemos muchos dragones. Final increible,¿que estaba "retenido"para darnos una feliz sorpresa?

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  3. Gracias por vuestros comentarios, me da que podéis los dos, tanto el anónimo como María Gamero, plantear una entrada a este blog. Estoy abierto a ello. Gracias por la lectura atenta de mi blog.

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  4. Me ha gustado el poema. Me viene al pelo en ciertos aspectos,como seguro a mucha más gente.

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  5. Me ha gustado el poema. Me viene al pelo en ciertos aspectos,como seguro a mucha más gente.

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