RUGIDOS DE PAPEL

Ese odio dormido 
en las pupilas de la gente,
que despierta
a la menor provocación
intolerable,
como el lugar en la cola del súper,
ese aparcamiento
justo en la puerta de casa,
o el trascendental resultado
deportivo
del domingo.

Ese odio que ronca
cuando nos recortan
saludes y culturas,
cuando un acorralado
                                 tarda
                                 en
                                 caer
                                 desde
                                 un balcón,
                                 lo mismo
                                 que un obrero anónimo
                                 de un poema
                                 de batania.

                                Y tampoco hace ruido.

Ese odio orfidal,
tila de montaña,
abono de transporte
para ir donde no queremos,
odio bostezo de sofá,
revolución descongelada
al microondas,

protesta en las redes sociales,
tupidas,
para peces pequeños.

Odio de patear perros,
despreciar viejos,
o desafiar semáforos
                                  como si quemáramos el palacio de invierno.

Ese odio que nos tenemos,
por dejar que todo esto pase,
por haber vendido al peor postor nuestro coraje

mientras rugimos
feroces, 
como ovejas
que viajan
en clase turista
                                   al matadero.



DATOS DEL POETA  CARLOS SALEM SOLA nació en Buenos Aires, y reside en España. Ha publicado sus obras en español, francés, Alemán e Italiano. Es profesor del Centro de Formación de Novelistas de Madrid y dicta talleres de narrativa en España y Suiza. Además de poeta es escritor de novelas (Cracovia sin ti, 2010; Un Jamón Calibre 45, 2011; El huevo Izquierdo del talento, 2013) y relatos (Yo también puedo escribir una jodida historia de amor ,2008; Yo lloré con Terminator 2, 2009).


En poesía destacamos:  Foto borrosa con mochila (2006); Si dios me pide un bloody mary (2008); Orgía de andar por casa (2009); Memorias circulares del hombre-peonza (2010); El animal (2013)o El amor  es el crimen perfecto al que pertenece el poema de esta semana.

Mantiene el siguiente blog: http://elhuevoizquierdodeltalento.blogspot.com.es/ Y además, participa activamente en encuentros de poetas, recitando en bares y otros lugares de la cultura, en conciertos o en sesiones de jam, etc.
COMENTARIO
A veces los poemas se posan en las cosas que ocurren como una especie de piel permeable que nos hace comprender mejor la realidad que vivimos. Hay poemas que describen situaciones, pero otros que funcionan como una radiografía de nuestros estados y experiencias vitales. Es el caso, creemos, de estos RUGIDOS DE PAPEL.
Carlos Salem, que es un poeta de la calle, en el mejor sentido de la expresión, con una voz muy personal y curtida en el cara a cara, nos muestra un análisis que nada tiene que envidiar a sesudos estudios sociológicos sobre la falta de implicación real de la población ante las grandes injusticias. Pequeños peces como somos, míseros burgueses sentado en el sofá, nos conformamos con pequeños odios, torpes y vagos (la cola en el súper, el aparcamiento que siempre nos quita el mismo vecino, un gol en fuera de juego). Y es cierto que así vamos viviendo una apariencia de vida, un modo de soportar los días que nos empeñamos en llenar de algo parecido a sentimientos fuertes y puros como el odio, pero que no es más que un sucedáneo de sentimientos puros. Odiamos a pequeñas dosis, en pequeños tragos que no nos afecte de manera definitiva. Sobre todo cuando uno reflexiona y se percata de que esos insultos en las redes o frente al semáforo detrás de un conductor prudente o sin prisas, no son nada. O al contrario, son momentos que nos definen. Y entonces el daño es mucho mayor. Porque no hay nada peor que perder el tiempo y la vida en pequeños odios.
Yo, como alguno de vosotros, seguro que caigo en esa red que describe Salem en su poema. Pero cada día me esfuerzo en apartarme de su influencia, cada día me esfuerzo en huir de personas pequeñas que me rodean con sus pequeñas muestras de odio cotidiano e inservible. Como ellas, llegaré al matadero, pero no quiero viajar en clase turista ni compartir vagón con esas personas. Al menos tengo el coraje de irme separando de su yugo (quiero pensar que este blog es un modo de hacerlo), aunque cada vez, como una cabra-sola, esté más solo. En cualquier caso, y como decía Borges, pondré en práctica que mi odio nunca sea mejor que mi paz. Mi empeño va por ahí en días como estos en que el odio se muestra sin tapujos.

ACTIVIDADES:

  • Elabora una lista de 5 tipos de odios como los que describe Salem en su poema. ¿Cómo podríamos eliminar su influencia en nuestra vida?
  • ¿Qué significa que ese odio ronque ante cuestiones como la salud y la cultura? 
  • ¿En qué sentido el odio puede ser beneficioso?
  • En el poema se cita a Batania. Si no lo conoces busca en esta página http://neorrabioso.blogspot.com.es/ Elige unas de sus acciones, de sus pintadas poéticas y explica tu elección. ¿Qué te parecen este tipo de acciones poéticas?, ¿te atreverías a algo parecido? Si te atreves, habla conmigo o escríbeme a filosofía.pintado@gmail.com
  • Escucha este poema en su propia voz. ¿Crees que Carlos Salem es un mierda de poeta? Explica tu posición.
  • ¿Cuál es su virtud, según tu criterio, para considerarlo un buen poeta?
  • Deja un comentario, si quieres, en esta entrada. Un blog se alimenta de ellos.
                       

Comentarios

  1. Esos rugidos de papel sumados a los que el poema consideraría lícitos, los referidos a salud y cultura, para mí, TODO la misma vaina. Ese LAMENTO impostado del 'primer' mundo, pienso que es LA REVOLUCIÓN DEL SOBREALIMENTADO. No niego rotundamente que quizás mi argumento o reflexión pueda estar influida por mi circunstancia personal, llevo y llevé una vida cómoda, desde luego que podría ser. Pero, de veras, que me quedo con LA SONRISA DE ACERO de África, por ejemplo.

    El relato, " LA PRADERA", Ray Bradbury. En iVoox está publicado. Muy interesante.

    Gracias, profesor y Saludos.

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    Respuestas
    1. Ok. Completo la semana pues con tu recomendación. Gracias de nuevo, lo aprovecharemos.

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  2. No olvidé el apunte musical.
    MELÓN DIESEL, " GRITA". Al oído si hace falta, pero, por favor, no contaminen las calles con tanto rugido, minan el ánimo a cualquiera.

    Saludos.

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