LA TREGUA
LA TREGUA
No, no es fácil seguir. De nada valen
las fuerzas que aún nos quedan: esta apariencia inútil
de plenitud que no consigue
hacernos avanzar.
Cuando llegamos
al lugar en que ahora
transcurren nuestros días, nos dijimos:
«Es hermosa esta tierra;
hay sol y hay aire limpio; reina el verano; todo,
al parecer, está al alcance
del deseo: las manos
se nos llenan de dones conseguidos
sin dolor y sin lucha. Será bueno
descansar aquí un poco. Tiempo habrá
de proseguir más tarde otra vez el camino».
Y nuestros ojos vieron
pasar soles y lunas, días que iban cumpliéndose
con deliciosa lentitud.
El hábito
de la apacible tregua nos ganó
poco a poco el espíritu y el cuerpo.
Y olvidamos al cabo
el afán que nos hizo ser lo que fuimos antes
de haber llegado a este lugar extraño.
Ya no somos los mismos. Permanecen
los viejos gestos, las maneras
antiguas, pero no
nos alienta en el alma aquel desasosiego
que nos moviera antaño a caminar.
Tal vez no sea posible
echarse a andar de nuevo, por más que ya esta calma
dorada, este engañ…
No, no es fácil seguir. De nada valen
las fuerzas que aún nos quedan: esta apariencia inútil
de plenitud que no consigue
hacernos avanzar.
Cuando llegamos
al lugar en que ahora
transcurren nuestros días, nos dijimos:
«Es hermosa esta tierra;
hay sol y hay aire limpio; reina el verano; todo,
al parecer, está al alcance
del deseo: las manos
se nos llenan de dones conseguidos
sin dolor y sin lucha. Será bueno
descansar aquí un poco. Tiempo habrá
de proseguir más tarde otra vez el camino».
Y nuestros ojos vieron
pasar soles y lunas, días que iban cumpliéndose
con deliciosa lentitud.
El hábito
de la apacible tregua nos ganó
poco a poco el espíritu y el cuerpo.
Y olvidamos al cabo
el afán que nos hizo ser lo que fuimos antes
de haber llegado a este lugar extraño.
Ya no somos los mismos. Permanecen
los viejos gestos, las maneras
antiguas, pero no
nos alienta en el alma aquel desasosiego
que nos moviera antaño a caminar.
Tal vez no sea posible
echarse a andar de nuevo, por más que ya esta calma
dorada, este engañ…