S/T (de ALMA DE RENACUAJO)

En la oscuridad del desván,
un hilo de luz entreverada
sobre el fuerte apache,
madera carcomida de la niñez,

los indios yacen cubiertos de abandono,
el soldado mutilado por años de soledad,
el pistolero sin ojos ni manos que lo cojan,

grietas en el desierto de la memoria,
polvo de la edad, cactus del declive,
el sueño cabalga laderas olvidadas.

Aún queda, a pesar del tiempo,
la inocencia dormida en cada pieza.

DATOS DEL AUTOR: Gregorio Dávila Tena (Quintana de la Serena, 1959) es Licenciado en Filosofía, rama Psicología, por la Universidad de Sevilla. Es un especialista en haikus y mantiene varios blog: grego.es y, sobre todo, una iniciativa muy reseñable, una especie de taller on line sobre este tipo de poemas, en paseos.net

COMENTARIO: La poesía se presta al recuerdo. Las palabras intentan llenar un hueco, una distancia que cada vez es más larga. Para ello, el tono es fundamental en un poema. En este de Dávila Tena se consigue con acierto porque el tono melancólico se sustenta sobre palabras o expresiones certeras ("un hilo de luz entreverada", "el sueño cabalga laderas olvidadas") que crean imágenes que todos podemos compartir. 

Es parte del secreto de la poesía y la escritura. Un poeta, un escritor habla de su propia experiencia, cotidiana y corriente, sin  muchas pretensiones e incluso llena de tópicos. Y, sin embargo, esa experiencia personal se convierte en nuestra experiencia. Puede cambiarse el desván, por un sótano, el fuerte y los indios, por los coches de carrera y un circuito mínimo, pero el resultado es el mismo: la fuerza de los objetos traspasa los años (¿tendrán los niños de hoy esta posibilidad de volver a su pasado cuando busquen en sus aplicaciones y videojuegos...?). La inocencia dormida en cada pieza es lo que se canta y ya no se pierde. Como tampoco se pierde aquello que se escribe, este poema que evoca la pérdida y la distancia se mantiene en la pupila y en los labios. Y eso es acierto del poeta.

Dediquemos un breve momento de nuestro tiempo a recuperar esos objetos, tocarlos otra vez supone recuperar parte de una inocencia que, tal vez, necesitemos para vivir, sino más tiempo, al menos, de manera más auténtica y acogedora. Si, por cualquier circunstancia, resulta imposible tener en nuestras manos antiguos juguetes, leamos de nuevo el poema e imaginemos que los sostenemos como un tesoro único: un recuerdo de que algún día fuimos más felices que ahora. No es poco y consuela.

ACTIVIDADES:
  • Busca en el blog del autor otros poemas que te hayan llamado la atención.
  • En ese mismo blog aparece una pestaña para ver fotografías. Identifica alguna que pudiera completar el poema de esta semana y el poema elegido por ti en la actividad anterior.
  • Busca en el buscador interno de este blog "haikus" y lee sobre ellos.
  • Busca en el blog de talleres de haikus que se cita y enlaza en DATOS DEL POETA e intenta realizar alguna de sus propuestas.
  • Deja un comentario en esta entrada, si te apetece. 




Comentarios

  1. Quisiera entender, existir;
    indagar en la nívea ingenuidad
    de la eterna inocencia;
    y en sus raíces lactantes,
    encontrar un instante en el que detenerme
    y estremecer la mirada...

    ResponderEliminar
  2. Me gusta el poema y, como siempre, el análisis que haces de él. ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. IGM, el análisis busca acercar a lectores ocasionales de la poesía, como son nuestros alumnos. Pero claro, uno aprovecha y se deja llevar. Creo que es inevitable. A mí lo que me gusta es que a una entrada, entres con un poema. Fantástico y enriquecedor para todos, alumnado y el resto, entre los que me encuentro.

      Eliminar
  3. Gracias. Qué tierno poema el de esta semana, profesor. Y su comentario, a la altura. Sabe lo que pienso de eso último que dice usted?, que, por mi exacta experiencia vital de 52 años que llevo en esto, me temo que el ahora que dice usted que precisa de ese consuelo del ayer, con cierta seguridad se convierta en consuelo para el seguro más triste mañana. Con esa conciencia vivo y procuro recrearme en mis pequeños placeres que, si bien no alcanzan en ninguna magnitud con la que se les comparara a los de antaño, persisten aún de algún modo.

    "Es parte del secreto de la poesía y la escritura...", totalmente, verdad? Por ahí hay una cita de no recuerdo quién referida a eso precisamente, a que la magia de las historias contenidas en los libros radica justo ahí, en ese reconocimiento universal y tan íntimo al mismo tiempo. Dice algo así como que leemos para saber que no estamos solos. Es bonito eso, no cree? Tan aislados aparentemente y tan conectados a la vez. Además empatizamos con textos antiguos de hombres medievales con idéntica facilidad que con los escritos por coetáneos nuestros. Esa es la magia, sí señor.

    Y ya un último apunte. Referido a la última parte de su comentario, "...Un recuerdo de que algún día fuimos más felices que ahora..." Y el impulso primero es pensar, bueno! será para el que haya tenido una infancia medianamente feliz... Pero, sabe una cosa?, hay por ahí un texto, creo que de Sacks, lo tengo hasta en papel en casa, pero no sé seguro, si doy con él lo dejaré por aquí, como decía, hay un párrafo que describe lo que viene a nombrar como el mito de la infancia feliz, en el que sostiene que la necesidad e importancia de ésta es tal que cuando no lo es EL RECUERDO LA INVENTA. Ea!! Aunque, para ser exactos, no sé yo si ese mito tendrá sus espeluznantes excepciones porque no creo que a esas 13 criaturas, de las que hemos sabido esta semana en las noticias, les alcance la creatividad para rememorar a su conveniencia. Qué espanto!! Dios los ayude de aquí en adelante con mayor esmero que con el que los descuidó.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Isabel: te comento algo por cortesía, porque tu comentario, para mí, es definitivo. Como lo es esperar cada semana que lo haga, desde hace ya algunas entradas, y no pocas. Y es que estoy de acuerdo con usted y con Sacks (si lo encuentra, me lo pase). Y más de acuerdo con la última referencia. La de esa familia, pero más aún con el poco esmero que ponen algunos que se llaman Dios, ¿o él a sí mismo no se llama, lo llamamos nosotros?
      Saludos cordiales y abrazos más cordiales aún.

      Eliminar
    2. Libro de Óliver Sacks titulado" Un antropólogo en Marte", título excepcional que hace mención a la expresión utilizada por una autista para autodefinirse, describiendo, y de qué manera, cómo se sentía en este mundo nuestro, de los demás, más bien. El libro se compone de siete casos clínicos, siete personas muy particulares. Como todo Sacks, interesante e impresionante. Pero no iba a éso. Se supone que sólo se trataba de dejar seña exacta. Voy. Hay un capítulo titulado ' El paisaje de sus sueños', dedicado a Franco Magnani, quien pintaba de manera recurrente y con hermosura precisa Pontito, su pueblo natal donde transcurriera su infancia. Y Sacks cita a Schachtel, '...Escribe Schachtel que " incluso las personas que han experimentado crueles experiencias de niños" mantienen la creencia de que su infancia fue feliz. Y prosigue diciendo: " El mito de la infancia feliz ocupa el lugar del recuerdo perdido de la experiencia real"...'

      En fin, no suma mucho a mi primera alusión, pero, al menos, servirá para su ubicación y para mi regreso , en su búsqueda, a mi siempre entrañable admirado Sacks.

      Saludos cordiales.

      Eliminar
    3. Preciada INFANCIA de las criaturas!!
      Ay!, profesor, si pudiéramos salvaguardarla en todos los casos, con todos los niños, sin excepción, la revolución no sería ni necesaria.
      Mire qué poético retrato de la suya supone en este texto el mismísimo Juan Ramón Jiménez.

      CUANDO YO ERA EL NIÑO DIOS

      CUANDO yo era el niño Dios, era Moguer, este pueblo,
      una blanca maravilla; la luz con el tiempo dentro.
      Cada casa era palacio y catedral cada templo;
      estaba todo en su sitio, lo de la tierra y el cielo;
      y por esas viñas verdes saltaba yo con mi perro,
      alegres como las nubes, como los vientos, ligeros,
      creyendo que el horizonte era la raya del término.

      Recuerdo luego que un día en que volví yo a mi pueblo
      después del primer faltar, me pareció un cementerio.
      Las casas no eran palacios ni catedrales los templos,
      y en todas partes reinaban la soledad y el silencio.
      Yo me sentía muy chico, hormiguito de desierto,
      con Concha la Mandadera, toda de negro con negro,
      que, bajo el tórrido sol y por la calle de En medio,
      iba tirando doblada del niño Dios y su perro:
      el niño todo metido en hondo ensimismamiento,
      el perro considerándolo con aprobación y esmero.

      ¡Qué tiempo el tiempo! ¿Se fue con el niño Dios huyendo?
      ¡Y quién pudiera ser siempre lo que fue con lo primero!
      ¡Quién pudiera no caer, no, no, no caer de viejo;
      ser de nuevo el alba pura, vivir con el tiempo entero,
      morir siendo el niño Dios en mi Moguer, este pueblo!



      Autor: Juan Ramón Jiménez

      Eliminar
  4. El apunte musical en esta ocasión es doble. Una canción situada en el desván. Otra, ya escaleras arriba hacia la calle donde todo es jardín.

    "La muñeca fea"
    GABILONDO SOLER



    La Muñeca Fea
    Francisco Gabilondo Soler (Cri Cri)

    Escondida por los rincones,
    temerosa de que alguien la vea,
    platicaba con los ratones
    la pobre muñeca fea.
    Un bracito ya se le rompió,
    su carita está llena de hollín
    y al sentirse olvidada lloró
    lagrimitas de aserrín.

    Muñequita,
    le dijo el ratón,
    ya no llores tontita
    no tienes razón.
    Tus amigos
    no son los del mundo
    porque te olvidaron
    en este rincón.
    Nosotros no somos así.

    Te quieren la escoba y el recogedor,
    te quieren el plumero y el sacudidor,
    te quieren la araña y el viejo veliz
    también yo te quiero
    y te quiero feliz.

    Muñequita,
    le dijo el ratón,
    ya no llores tontita
    no tienes razón.
    Tus amigos
    no son los del mundo
    porque te olvidaron
    en este rincón.
    Nosotros no somos así.

    Te quieren la escoba y el recogedor,
    te quieren el plumero y el sacudidor,
    te quieren la araña y el viejo veliz,
    también yo te quiero
    y te quiero feliz.


    Vámonos 'parriba' ya!!

    "Herida abierta o cicatriz"
    Eskorzo( volvemos a Radio 3)

    Hoy me diste de lleno
    De ésta no me levanto
    Hoy cogí tu veneno
    Y me lo estoy tomando
    Porque no puedo verte
    Con los ojos sangrando
    Y me muero de muerte
    Y trago tu fango
    No hemos 'venío' 'pa' sufrir
    No hemos venío pa sufrir
    🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶
    Y si no le echas valor
    El miedo te comento
    Demasiado corazón
    Para tan poco cofre
    Los que bien te conocen
    Van diciendo por ahí
    No hemos venío pa sufrir
    No hemos venía pa sufrir
    Y cuando la muerte se lleve
    A la tumba más profunda
    Todo lo que tú más quieres
    Y se te haga la pregunta
    Tú tendrás que decidir
    Entre herida abierta o cicatriz
    Entre penar o ser feliz
    Entre la locura o la cordura
    Quedar atrás o proseguir
    Porque esta vida es muy dura
    Y siempre lo ha sido así
    No hemos venío pa sufrir
    No hemos venío pa sufrir


    Ea!! Saludos musicales de buena mañana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recojo el testigo del sonido que dejó ahora, cuando la cansa descansa y yo me dedico, en parte, a disfrutar de sus palabras y recomendaciones. ¡Qué gran aprecio poder contar con los cantes que propone! En eso estoy, ea la ea la ea...

      Eliminar

Publicar un comentario