PLEGARIA PARA LUCÍA REYMAN


Que el asombro construya el mundo,

que los mapas cotidianos estén surcados de aventuras,

que los barrenderos no tengan nada que barrer,

que siga habiendo charcos en los que meter los zapatos

y hormigas que se paseen por las bibliotecas.



Que todas las varitas sean mágicas, que la cabra tire al monte,

que las hojas brillen, que los zoológicos cierren,

que los nidos crezcan, que el sol se esconda entre las ramas,

que se llene la tarde de balidos y los cuerpos de caricias.



Que recuerdes el nombre de todos los seres sintientes

que te regale la vida.



Que no te pueda la indiferencia,

la letra pequeña, la conveniencia, la injusticia,

el mal ejemplo, la dureza del mundo.



Que no tengas miedo a reconocer que te has equivocado.



Que no levantes demasiados laberintos,

que no sepas lo que es el odio,

que tus únicas armas sean las dialécticas,

que la policía no viva en tu cabeza,

que no te callen, que no tengas que huir.



Que no temas a la pureza

y salgas a la calle de la mano de la niña que eres.



Que te pierdas, que te encuentres, que te vuelvas a perder,

que encuentres el camino de vuelta a casa.



Que tu alegría contagie a los demás.



Que tengas dulces sueños.


DATOS DEL POETA Antonio Orihuela (Moguer, 1965) es poeta, ensayista y articulista. Es doctor en Historia por la Universidad de Sevilla. Es también poeta visual.

Más info en: https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Orihuela



COMENTARIO:  Cualquiera que tenga un hijo o dos o tres sabrá que los padres renuncian a pequeñas cosas. Somos capaces como progenitores de saltarnos, a veces, en pequeñas dosis, como si nada, incluso con cierto humor, nuestros principios. Algunos ridículos, como ir, por una vez, porque nadie nos ve, por ejemplo, a un McDonald´s. Y tal vez no pase nada, porque creemos que no está en juego, ni un ápice, nuestra dignidad. Aunque cueste admitir que hemos entrado en este establecimiento un fin de semana como este, en una ciudad en la que nadie nos conocerá...

Cuesta más trabajo, sin embargo, explicar a tus hijos porque insistir en la lectura, en la poesía, en un blog sobre poesía. Y entonces ensayas respuestas ciertas y auténticas. Del tipo: "La Poesía sirve para pensar el mundo, pero también para posicionarse, sirve para intentar comprender la gris realidad que nos rodea..." Pero no aciertas del todo. 

Entonces le ofreces un poema como el de Orihuela y le cuentas, por ejemplo, que  la poesía también sirve para abrazar, para susurrar una invitación a la vida. Lo haces con la esperanza de que la niña Lucía Reyman, que son todas las niñas, que son todos nuestros hijos, atesore en su memoria unos versos para cuando vengan días de dudas y desaliento. Porque lo que se dice y lo que se sugiere a un hijo o a una amiga pequeña no es baladí. Hay que buscar las palabras exactas, el modo adecuado de decirlas. Algunas de ellas no las comprenderá, pero cuando lo haga, puede que esas palabras le abran posibilidades que antes permanecían ocultas a su mirada. Y si esto es así, a mí no se me ocurren otros versos esta semana, que no sean los de Orihuela.

A mis hijos, por si algún día leen este blog, les dedicaría estos versos: Que no te pueda la indiferencia, / la letra pequeña, la conveniencia, la injusticia, / el mal ejemplo, la dureza del mundo. Nadie puede evitar el dolor ni el sufrimiento al que se expondrán inevitablemente, pero como padre, no como triste profesor de filosofía, me gustaría que lucharan por lo que creen justo, que se pierdan y que vuelvan si quieren hacerlo (aunque les repetiré siempre que las únicas raíces que tienen sentido están en el viento y a mí no me deben nada, ni siquiera agradecimiento).  Que su odio (ojalá no lo conocieran, pero en esto no soy tan optimista como mi tocayo), no sea nunca mejor que su amor y que se alegren con las alegrías ajenas o que no pierdan del todo la inocencia, que puede estar incluso,- así lo creen-, en una varita a lo Harry Potter, por ejemplo (aunque sinceramente, espero que comprendan que hay otras opciones para conservar la auténtica inocencia). Si lo logro, aunque sea con los versos de otro, tal vez no sea tan mal padre, aunque es imperdonable haber tomado, una vez, una ensalada en el dichoso McDonald´s. Todo sea por ellos, todo sea porque lean y les guste la poesía en un futuro, cuando ya no estemos aquí para hablar con ellos o no encontremos, cualquier día, más pronto que tarde, las palabras adecuadas y exactas. Para eso tenemos a Antonio Orihuela. Agradecido quedo.


ACTIVIDADES:
  • Antonio Orihuela es también muy reconocido por su poesía visual. Puedes ver un ejemplo de su obra aquí o buscar por tus propios medios. Elige un poema que tenga relación con PLEGARIA PARA LUCÍA REYMAN. Intenta hacer un poema visual sobre cualquier tema. Visita esta página si necesitas ayuda: https://pvenelauladefilosofia.jimdo.com
  • Visita el blog que mantiene Antonio Orihuela, http://vocesdelextremopoesia.blogspot.com.es/ Elige tres poemas que te parezcan interesantes y explica tu elección. 
  • Este poema, por la temática, recuerda al famoso poema de Goytisolo y que ya apareció en nuestro blog bajo la magistral mano de Leles Reina (pincha aquí). Haz una comparación entre ambos. ¿En qué se parecen, en qué se diferencian?

  • Como filósofo también es obligado recordar las últimas palabras de Sócrates ante el tribunal,(en la versión de la Apología de Platón no están nada mal). “Cuando mis hijos sean mayores, atenienses, castigadles causándoles las mismas molestias que yo a vosotros, si os parece que se preocupan del dinero o de otra cosa cualquiera antes que de la virtud, y si creen que son algo sin serlo, reprochadles, como yo a vosotros, que no se preocupan de lo que es necesario y que creen ser algo sin ser dignos de nada. Si hacéis estos, mis hijos y yo habremos recibido un justo pago de vosotros. Pero es ya hora de marcharnos, yo a morir y vosotros a vivir. Quién de nosotros se dirige a una situación mejor es algo oculto para todos, excepto para el Dios.” 

  • Busca información sobre el contexto de estas palabras. ¿Qué te parece lo que Sócrates desea para sus hijos?, ¿qué crees que pensarían sus hijos de la "herencia" que les deja Sócrates?

  • Deja un comentario, si te parece oportuno, en esta entrada.


Comentarios

  1. Respuestas
    1. Una ayuda para tus pequeños. Y para los míos, que no lo son tanto. (Y creo, si lo pensamos, que también para nosotros, pero eso lo hablamos en privado...)

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  2. Ay, ay!, profesor. A mí me pueden tantas cosas...Pero esta noche me puede sin remedio la DUREZA del mundo que responde al nombre de Gabriel. Ojalá surja el milagro.
    El poema me gusta mucho. Su comentario, casi más. Una es niña, después soltera, después casada y tras los hijos, 'ASUSTÁ' y ya 'pa' siempre.

    Mil gracias por su aporte semanal, es bien para mí.

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    1. Querida Isabel, somos muchas cosas, pero también lectores. Y eso nos hace casi auténticos. Así que no se asuste, aunque hallamos dejado atrás la niñez, y la soltería (errores ambos, por supuesto), creo que nuestros niños no deben notar nuestro miedo y sí nuestro cariño. (Lo del caso de Gabriel excuso comentarlo, como comprenderá).
      Gracias a usted por leerlo y seguro compartirlo.

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  3. Sería una buena canción para Chavela Vargas o Joaquín Sabina

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