NADA IMPORTA NADA

Si algo enseñan los años
es la poca importancia
que tiene todo.
                          Todo,
tarde o temprano, pasa.
El amor, que se va
como viene. La vaga
juventud, con sus sueños,
sus grandes esperanzas.
Días de vino y rosas,
época de abundancia
del corazón. El brillo.
La belleza. Las ganas
de llevarse a la vida
por delante. Las fatuas 
ilusiones
                    -estrellas
que de pronto se apagan
y nos dejan en una
noche oscura del alma-.
El dolor que creías
interminable. El ansia
por conseguir aquello
que, conseguido, es nada.
La vanidad, sus pompas:
gloria, fortuna, fama,
uno mismo, sus obras,
sombras de un sueño, escarcha,
rocío de una noche
que el sol de otra mañana
derrite, vanidades,
espejismos, fantasmas...

Si algo enseñan los años
es que todo se acaba.
Que nada, en este juego,
dura ni importa nada.


DATOS DEL POETA: Javier Salvago (1950, Paradas). Ha trabajado como guionista de radio y televisión. Su obra poética ha merecido algunos premios, entre los que destacan el Luis Cernuda, el Rey Juan Carlos I y el Premio Nacional de la Critica. Es autor de los siguientes poemarios: Canciones de amor amargo (1977), La destrucción o el humor (1980), Ulises (1996). En 1989 ganó el Premio Nacional de Poesía por Volverlo a intentar. Variaciones y reincidencias (Poesía 1977-1997), en la Editorial Renacimiento, recoge una antología de su producción poética. Sus últimos libros son: Nada importa nada (2013), Una mala vida la tiene cualquiera (2015), Hablando solo por la calle (2016).
Su autobiografía está editada bajo el peculiar título: Memorias de un antihéroe (2007, Renacimiento).

COMENTARIO: Desde el inicio, desde el título, se deja claro la idea que se quiere subrayar en el poema. Porque hay poemas que parecen confesiones. Confesiones que se hacen desde la más absoluta sinceridad, con un tono fatalista o que acepta sin más, las cosas tal y como vienen. Poemas que sin contar los detalles de una vida llena de desengaños y contradicciones se presentan ante nosotros como una especie de susurro, sin aspavientos, pero tampoco sin armaduras emocionales que evite el golpe a recibir. 

Que nada importa nada, se puede decir de muchas maneras: nos podemos poner lacónicos, podemos usar la metafísica, hacer uso de la escatología y de una retórica melancólica y afligida para crear en el lector una inmediata reacción de amargura y desazón. Sin embargo, se puede usar el lenguaje como lo hace Salvago. Las palabras rimbombantes sobran, la precisión en el verso es un reflejo de la sinceridad con la que el poeta nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y sus consecuencias.

Lo que la experiencia ha enseñado a Salvago lo muestra tal y como le ha sido dado: el vaivén del amor, los sueños incumplidos de juventud, y la vida vivida al límite, con desenfreno... todo es nada. También el dolor, también alcanzar los sueños o cumplir los deseos. El péndulo de la vida sigue marcando cada extremo: del dolor al aburrimiento, del hastío al dolor de saber que todo se perderá con el transcurrir de las horas. Nada queda intacto: ni la belleza, ni la fama o el oropel (pienso ahora en los Premios Goya que se concedieron ayer con tanto fausto y ostentación elitista por parte de la Academia y que los sevillanos de a pie sufrimos: "estrellas/ que de pronto se apagan/ y nos dejan en una/ noche oscura del alma"). La fuerza de un nuevo día derrite vanidades. Pero también, y esto es digno de subrayarse, porque es un acierto de este antihéroe, los espejismos y los fantasmas. Lo que es superficial y anecdótico se mostrará con todas sus carencias y dejará paso a lo auténtico y necesario. Tal vez, ahí, en ese despojamiento de lo baladí e insignificante, sí podamos, en contra de la opinión de Salvago, encontrar algo que merezca la pena. Nuestro empeño es que, al menos, la poesía pueda conseguirlo. Y la poesía de Javier Salvago puede ser una ayuda inestimable en ese anhelo, por paradójico que pueda parecer.

ACTIVIDADES


  • Busca información sobre la vida de Javier Salvago. ¿Por qué crees que él mismo se considera un antihéroe?
  • Según los críticos, pertenece a la llamada poesía de la experiencia. Busca información sobre este tipo de poesía o generación y sus principales representantes.
  • En este blog aparecen algunos de ellos. Busca sus poemas en el buscador interno del blog. ¿Puedes establecer alguna relación entre los poemas de los diversos autores? 
  • Mira el siguiente fragmento de una entrevista al autor de esta semana: ¿Qué es la poesía para el poeta sevillano?
  • Salvago ha sido guionista. En la siguiente entrevista cuenta como ha vivido él su oficio. ¿Qué características del poeta puedes extraer de lo que afirma sobre esa profesión?  
  • Jesús Quintero ha sido uno de los entrevistadores más famosos de la televisión española por su modo de conducir las entrevistas, por sus silencios, por los personajes que entrevistaba, etc. También, a veces, hacía una especie de monólogo como el que aparece más abajo. Uno de los guionistas era, precisamente, Javier Salvago: ¿Crees qué la poesía o la labor de un poeta puede servir a los entrevistadores? 

  • Imagina que puedes preguntarle alguna cosa a Javier Salvago, ¿cuál sería tu pregunta? Las mejores se la haremos cuando venga al centro a hablar de su poesía.
  • Aunque no tenga casi nada que ver con el poema, sí con el comentario, os dejo uno de los cortos premiados en los Goya, esperando, ingenuamente, que no pase desapercibido por los espectadores, por los lectores de este blog: 
     
  • Deja si quieres tu pregunta para Javier Salvago en la zona de Comentarios o deja un comentario cualquiera sobre esta entrada.

Comentarios

  1. Gracias, profesor. Me gusta este poema tan clarito, tan certero. Empatizo totalmente con su idea principal. A mí me ha recordado una idea que una vez leí a Carmen Martín Gaite, creo que en Entre visillos, si mi memoria no me falla lo expresaba maravillosamente...decía algo así como que ya ella llegó un punto en que por extraordinario que fuera lo que aconteciera( y creo que era referido a asuntos familiares) ella ya lo veía como un espectáculo...me caló entonces...y al leer el poema de esta semana me acordé de esa desafectación descrita.
    Lástima que no tengo el libro en casa. Si me acuerdo, cuando vaya a la de mi madre, buscaré la cita exacta y te la dejaré transcrita por aquí.

    Yo ya tengo cierta edad y puedo asegurarte que también hace tiempo que descarto cualquier batalla. Pero, no obstante, no creo que la idea del poema sea inherente a la mayor edad...no lo creo...conozco alguna persona muy mayor a la que aún le importa todo, en su mayor acepción posible. Me parece esa capacidad ... mejor que la manifestada por el poeta que es la mía propia... menos cómoda...más valiente... más responsable...
    No obstante, pienso que ambas posturas o maneras de afrontar son irremediables, no voluntarias...o quiero pensar...

    De cualquier modo, mil gracias por este bonito poema.

    Saludos.

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  3. Metafísica estáis y las dudas no las resuelves, así que tampoco me creo yo capaz de hacerlo. En cualquier caso, podré preguntarle al propio autor mañana mismo, si me acuerdo y la chavalería me deja, porque me temo que van a participar y de lo lindo...
    Saludos, con retraso y buenas noches, como avance del sueño ya.

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