LA ÚNICA VICTORIA POSIBLE

La única victoria posible
es la tela que tejo contigo,
la música que te canto al oído,
el nombre que te doy,
la voz que te llama,
la muerte que no olvido.
He visto una hilera de hormigas
cruzar el horizonte entre las piedras,
luchando entre los noticiarios,
venciendo la muerte,
enarbolando banderas de vida y libertad.



DATOS DE LA POETA
Paqui Jiménez Yepes, maestra de profesión y vocación, nos legó dos entregas poéticas: el pliego La playa negra (Córdoba, Ediciones Depapel, colección “Sobre literatura”, n.º 10, 2011) y el libro antológico Cometas sin hilos (Córdoba, Ediciones Depapel, colección “Versos a tornillo”, n.º 24, 2014). También participó en proyectos colectivos como el libro cartonero Vinculación de dos mundos (Sevilla, Editorial Ultramarina, colección “Recicla, edita y crea”, n.º 4, 2012) o el libro online El que canta lo que habita en la memoria (México, Pinosalados Ediciones, 2014), así como en Besana (Córdoba, colección “Bosque de bambú”, n.º 15, 2005), una plaquette compartida con Ana Ibáñez, con quien codirigió, entre 1999 y 2005, la revista literaria Mediterránea y con quien coordinaría después los Encuentros de Escritores por Ciudad Juárez –que acogió en 2012 y 2013 el Círculo Cultural Juan 23 y que generarían cada uno de ellos sus respectivas plaquettes–, así como las jornadas Edita Nómada Córdoba (2013). Paqui Jiménez Yepes perteneció al Colectivo de Poesía 3, que editó la revista Sopa de Ornitorrinco de 2014 a 2018, y formó parte del elenco del grupo teatral Clave de Soles, en cuyas representaciones se volcó activamente durante sus últimos años. Además, en 2012 intervino en la fundación de VisualizArte, colectivo dedicado al conocimiento y práctica de la poesía visual del que fue presidenta. Póstumemante han aparecido Derrotar al silencio (Córdoba, Don Folio, 2018) y Duermo escribiendo (Córdoba, colección “Heliotropo”, n.º 7, 2019).



(José L. Campal es el autor de esta reseña biográfica, agradecemos su colaboración).

COMENTARIO: Cuando amenaza el peor invierno, cuando vienen días grises, de tormenta y desapacible viento y nos sentimos abandonados, realmente solos, sin entender las razones de esa situación, resulta lógico pensar que nada merece la pena. Entonces, dudamos de la amistad, de nuestra familia e incluso de nosotros mismos. La guerra está perdida. Y, sin embargo, de repente, sin quererlo, delante de nosotros surge la mirada que es capaz de ver la situación de otro modo. Basta con librarla de ataduras, de convencionalismos, de falsas necesidades, basta con pasear y dejarse sorprender por lo que nos rodea, unas flores en una maceta urbana, una hilera de hormigas cruzando el horizonte entre las piedras, cualquier cosa que parece insignificante deja una huella que nos hace recuperar el aliento necesario.
Pienso todo lo anterior después de leer el poema de Paqui Jiménez y haber participado como parte del jurado del I Premio de Poesía Visual que lleva su nombre y que organizaba el Círculo Cultural Juan 23 y la revista ensamblada de experimentación visual El Paraíso. Por eso, al leer el poema de arriba, en la pupila, tengo poemas visuales de Brossa, de Antonio Gómez, de César Reglero, de Edu Barbero, de Antonio Monterroso y muchos otros de los que tanto he aprendido y que me han hecho una persona distinta, sin lugar a dudas. La Poesía Visual y, por extensión, la poesía experimental ensancha nuestra mirada y nuestra comprensión de la realidad. Por ejemplo, leo los versos fuera de contexto -para un lector no atento- que se refieren a las hormigas y me acuerdo de la primera vez que Monterroso me habló del famoso poema de Joan Salvat-Papasseit: un caligrama gigante frente al Mercat del Born, en el Barrio de la Ribera. 



Y leo el poema de Jiménez y comprendo que la guerra puede estar perdida, que el invierno vendrá para quedarse, pero que hay personas que hacen posible ganar batallas mediante complicidades sutiles que se tejieron con un hilo indestructible (la mía con mis hermanos, por ejemplo), con canciones compartidas que son un himno años después (Canta por mí, de El Último de la Fila, por ejemplo), son personas con nombre repetido, quizás, pero siempre propio (la última en incorporarse: María, con apenas unas horas de vida cuando escribo esta entrada). Y hay personas que aunque no están ya, siempre están con nosotros, mostrando el lugar exacto al que dirigirnos.

El poema de la autora cordobesa tiene el gran acierto de apostar por la única victoria posible, la victoria de la libertad y de la vida. La libertad de las palabras, palabras en libertad, pues ese grito fue el inicio de la poesía visual. Fuera de corsés impuestos por la gramática y la sintaxis, con la mirada amplia, con la capacidad de experimentar con el lenguaje hasta límites insospechados antes de las vanguardias. Y la victoria de la vida que hoy lleva, en mi caso, el nombre de María. Bienvenida a un mundo donde hay belleza incluso en una maceta urbana, como bien sabe apreciar tu padre.



ACTIVIDADES:


  • Busca información sobre el significado en las vanguardias de "palabras en libertad". ¿Qué te parece esa forma de entender la poesía? Busca los orígenes de la Poesía Visual en España.
  • Busca información sobre Joan Salvat-Papasseit y sobre la obra de la que se habla más arriba. ¿Qué te parece que existan Poemas Visuales en edificios?
  • Brossa, otro poema catalán, también tiene poemas en las calles. Busca información sobre los mismos. ¿Cuál te parece más sugerente?
  • Por último os dejo con los finalistas y el ganador de I Premio de Poesía Visual "Paqui Jiménez Yepes". En esta presentación hay muchos recursos y actividades para el aula (desde microrrelatos a Revistas Ensambladas, pasando por haikus y otras actividades creativas), no te los pierdas. Si no puedes verlo, pincha aquíhttps://view.genial.ly/5e1eca583cf83c241e235b73/presentation-del-poema-discursivo-al-visual-paqui-jimenez




  • Por cierto, el 26 de enero se celebra el Día de la Poesía Visual, si quieres tener tu propia exposición al respecto, no dejes de visitar esta página: LEER ES VER.
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Comentarios

  1. Muchas gracias compañero, amigo y hermano. Siempre aprendiendo, pendiente de esos poemas que usamos como parapetos cuando la vida nos engaña. Hoy la vida se nos muestra agradable y se lo agradecemos. María tendrá buenos faros hacia donde encauzar su barco en caso de tormenta y mala mar y rehacer sus velas con poemas para seguir su horizonte.

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