EL LADO BUENO DEL AMOR


EL LADO BUENO DEL AMOR

                                                                              (Richard Ford)

El amor es un sitio donde no se envejece,
un pierdo pero y qué, tampoco importaba mucho,
un no sé qué decirte, es tanto lo que atonta,
así que no me quejo por muy mal que me vaya.
¡Con tal de que me deje dormir de vez en cuando;
si debo hacer de vientre, que no me ponga pegas;
si sudo, no me riña, toda la culpa es suya,
o, si digo bobadas, comprenda a qué se debe!
A mí, pues la verdad, me encanta ir a su aire,
¿qué quieres que te diga? También tiene su cosa,
su for you, su pasaije, su quid y su tronío.
Y digo que el amor, ése que a mí me gusta,
es cierto, agosta mucho, pero te deja un cutis
que muchas lo quisieran para sus pasarelas,
te quita del tabaco, te hace vencer siempre,
y hasta te protege de las enfermedades;
es más, es buen antídoto contra las depresiones.
Amor del más corriente, del que vive cualquiera.
No me refiero a otros de lujo, pasionales,
con crímenes en plan romeos y julietas.
El mío es de a diario, de café con tostada,
de no sé si podré verte luego a las ocho,
Espérame, cariño, que me estoy orinando.
¡El amor!, ¡ese amor donde no se envejece!
Ése, en fin, que no pesa. ¡A quién puede pesarle,
si seguimos amándonos igual que en el principio,
amándonos en todo, a pesar de los años!
Mira tú qué gozada tenerte que aguantar.

DATOS DEL POETA. Carmelo Guillén Acosta nació en Sevilla, en el año 1955. Vive desde los ocho meses de edad en Coca de la Piñera, de Camas (Sevilla). En 1990, obtuvo el Primer Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz y en 1995 el Premio Tiflos de poesía de la ONCE. Entre sus poemarios, señalamos los siguientes: Quedar con alguien (2002); Este hilo que enhebro, antología 1977 - 2007 (Sevilla, 2007); Aprendiendo a querer. Poesía (revisada) completa 1977-2007; La ternura infinita (1991).


COMENTARIO: Siento ocupar este espacio con una declaración de amor tan prosaica y a la vez tan poco convencional. Una manera de amor tan alejada del amor/engaño que le venden a los adolescentes crédulos. Pero Carmelo acierta a declarar gran parte de lo que entiendo por amor. Aunque parezca un amor poco pasional, no lo creáis, hay mucha pasión para que a través de él te dé igual perder, comprenda tus bobadas o te salve de depresiones. Y no nos olvidemos del tronío que también tiene su espacio.
En fin, no es poca cosa ver amor hasta en un café con tostadas y, desde luego es una gozada aguantar a mi compañera, sin duda.

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