Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2023

ORÁCULO

Imagen
Me aferro a la membrana vibrante de las nubes, al puñado de nueces en la boca del cielo. Me aferro al horizonte, a los dedos de rosa aún sin mancha, al tiempo indescifrable tallado en felpa y miel, daga y despojos. Me aferro a las caricias, a la piel del deseo desgranado, a la piel del deseo indesgranable, a las horas incólumes donde el dolor se enjaula más allá de los cuerpos. Me aferro a los gorriones del presente, al pan y a la memoria, al arroyo de luz que llora lo vivido. Me aferro a la guarida del oráculo, mientras la muerte asedia la intemperie. Me aferro a que los dioses todavía no pronuncien mi nombre. DATOS DE LA POETA : Raquel Vázquez nació en Lugo el 6 de julio de 1990. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Santiago de Compostela, graduada en Ingeniería Informática por la Universidad de A Coruña y máster en Profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato. Ha publicado los poemarios Puerta de embarque (Renacimiento, 2022), Aunque los mapas (Visor, 2

EL RITMO RECUERDA EL ORIGEN

Imagen
  La canción está en el pulso de las aves. En la noche resplandece el incompleto andar del reflejo de los hombres con su áspero misterio, aún la lluvia asciende. Quiero guardar el mar perdido de la historia, navegar en los días muertos, subir el rostro al ciprés lejano, desvestir el sol en la mirada. Nadie sabe lo que guarda el brillo de la eternidad y el sueño de la mujer que recorre el lienzo de los peces muertos, a donde el mundo junta los brazos terrestres y el impulso del firmamento. El ojo del mar va hacia la arena, como el abandono de la flor y de los pájaros, el arca entreabierta calcina los huesos de aquellas islas de hombres olvidados. El mar está aquí en los labios del presente, los cuerpos están en movimiento sobre la arena de la tierra blanca, aunada al floreo de la mariposa. Los cuerpos fluyen en las venas de la tierra, media luz al mar y estamos dentro. Vendrán más a la danza, la armonía azul pinta a los infantes. Arriba del ojo alguien desl

MAMÁ

Imagen
  Mamá te llamo para pedirte algo o nada. Te llamo mamá, Madre, aún pudiendo reclamar la atención de tu nombre o quererte madre o desconocida de quien bebí la vida. Mamá tienes un ángel en el nombre y un demonio en la sombra de la última vocal. Mamá pocas veces me has besado porque mi frente lleva escrita tu abandono. Mamá has cosido tu boca con la incertidumbre de un mañana que no existe y me has hecho tragar la aguja. Ni el agua pasa, ni la saliva pasa, ni grita mi garganta para llamarte ¡MAMÁ! En tu silencio habita la voz de la culpa escondida en las trenzas cortadas de tu infancia. Quién fuera niña hoy para amputar las manos a quien arrancó tu uniforme bordado y lo ensució con la misma sangre que os une. Mamá no culpes al eco dormido entre algodones de la niña que ya nació herida en tus entrañas. ¿Por qué engendraste en mí el odio de quien no aguanta el peso de unos ojos incapaces de sentir una tristeza que no le pertenece? Mamá Te llamo para quererte aunque sea tarde. DATOS DE LA

ME REGALASTE UN POMPERO...

Imagen
  ME regalaste un pompero por mi cumpleaños.  Lo trajiste como si un tesoro te hubiera bendecido las manos.  Te dije que era mi juguete favorito   y te enseñé la forma de que durase mucho más,  capturando una en el aire para crear otra nueva.  Ese día hicimos muchas, juntos,  y pensamos que nos durarían para siempre  las pompas y la infancia.  En algún momento creceríamos y me enseñarías  ese poema de Pessoa sobre pompas de jabón  con una precisión redondita o aérea  y comprendería que tú eras el chiquillo   que se entretiene en soltar por la pajita   toda una filosofía.  Nuestras pompas entonces eran inocentes,  brisa que apenas roza las flores al pasar,  besos de niños al aire. Ahora son caóticas   y tienen versos de poemas que nos gustan.  Verte, qué visión tan clara.  Vivir es seguirte viendo.  Cambiaríamos las pompas   por otros juegos menos niños,  pero nuestro amor seguiría toda esa filosofía.  Nos enseñaríamos la forma de que durase mucho más. DATOS DE LA POETA : Irene Domíngue