EL RITMO RECUERDA EL ORIGEN

 


La canción está en el pulso de las aves.
En la noche resplandece el incompleto andar
del reflejo de los hombres con su áspero misterio,
aún la lluvia asciende.

Quiero guardar el mar perdido de la historia,
navegar en los días muertos,
subir el rostro al ciprés lejano,
desvestir el sol en la mirada.

Nadie sabe lo que guarda el brillo
de la eternidad y el sueño de la mujer que recorre
el lienzo de los peces muertos,
a donde el mundo junta los brazos terrestres
y el impulso del firmamento.

El ojo del mar va hacia la arena,
como el abandono de la flor y de los pájaros,
el arca entreabierta calcina los huesos
de aquellas islas de hombres olvidados.

El mar está aquí en los labios del presente,
los cuerpos están en movimiento sobre la arena
de la tierra blanca, aunada al floreo de la mariposa.

Los cuerpos fluyen en las venas de la tierra,
media luz al mar y estamos dentro.

Vendrán más a la danza,
la armonía azul pinta a los infantes.
Arriba del ojo alguien desliza el ritmo del mar.

El ojo del mar va hacia la arena
a donde el mundo junta los brazos terrestres,
los cuerpos están en movimiento sobre la arena,
los cuerpos fluyen en las venas de la tierra,
se escucha el tambor en la orilla.

Las olas a lo largo de la estrecha enunciación
de días futuros y pasados
abrazan la canción dispersa en el horizonte,
en la claridad de la luna y el acervo
que la noche oculta en el reflejo del hombre.

Perdimos el mar al nacer,
agua es el hombre
que viste al viento y a la muerte.
El oleaje eterno lo persigue,
el ritmo recuerda el origen.
Así la poesía, así el mar, así el hombre…

 

DATOS DE LA POETA: Melissa Nungaray (Guadalajara, Jalisco, 29 de septiembre de 1998) es escritora, poeta y periodista. Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma del Estado de México. Es autora de los libros de poesía Raíz del cielo (Secretaría de Cultura de Jalisco/Literalia, 2005), Alba-vigía (La Zonámbula, 2008), Sentencia del fuego (La Cartonera, Cuernavaca, 2011) y Travesía: Entidad del cuerpo (La Zonámbula, 2014). En 2014 ganó el segundo lugar del IV Premio Nacional de Poesía Joven Jorge Lara. Fue becaria del Festival Interfaz ISSSTE-Cultura Los Signos en Rotación San Luis Potosí 2017. Ha colaborado como reportera y locutora en los programas de radio Dimensión colorida, Teleférico, De pico picorendo y Jalisco en la hora nacional.

COMENTARIO: La canción, la poesía, tiene el poder de hacernos volar. La poesía es vuelo, el canto es aire y va hacia el aire. Cuando soltamos las palabras al aire, queremos que vuelen hacia la inmensidad del mar. Contemplar el mar y su inabarcable horizonte nos hace pensar en el espacio infinito, aunque sabemos que no es así. Al mar conduce todo: es la muerte y ahí se ahogan todas nuestras penas, sin embargo, en el mar son acogidas nuestras alegrías, también. Junto al mar cada uno de nosotros ha encontrado un instante de felicidad alguna vez.

Melissa Nungaray nos convoca en su poema al juego eterno de las olas. El tiempo del mar es cíclico, las olas no paran nunca de recordarnos que todo se va y todo vuelve. Se pierden los miedos y las limitaciones, se pierden objetos y nos devuelven botellas vacías o con mensajes que solo nosotros entendemos en el momento justo. Su movimiento hipnotiza la mirada. Por eso no es extraño que en todas las culturas se encuentren señales de su atracción para el pensamiento. Su mera condición estética nos sobrecoge, porque en el mismo lugar nos ofrece la tranquilidad que buscamos en nuestro interior y la fiereza que arrebata, en ocasiones, cualquier deseo por descabellado que sea. Dice la poeta mexicana que "el ojo del mar va hacia la arena", las olas se adaptan a los pliegues de la tierra y al mismo tiempo se adentra en todo. No hace falta mojarse para que quedemos impregnados de su magnetismo, de su olor, de su salinidad. Y esto que cuenta Nungaray ocurre igual con la poesía.

En el Día de la Poesía, que celebraremos esta semana, este poema nos recuerda que el hombre es mar, el hombre es agua: agua es el hombre/ que viste al viento y a la muerte. Nos atrae porque en él encontramos el sosiego que necesitamos cuando todo parece derrumbarse o cuando necesitamos calma. Su perfil ondulante, su azul, también su oscuridad y su abismo lo comparamos con la felicidad, porque no hay felicidad sin sombras, sin abismos. Si es cierto, como dice la poeta, que perdimos el mar al nacer, si perdimos la capacidad de volar, todavía tenemos el canto, la poesía para encontrar el origen auténtico de lo que somos. El ritmo de las olas, su movimiento eterno, nos recuerda que, a veces, las penas y las alegrías van y vienen irremediablemente. Tenemos que aprender a tener su perspectiva para comprender que nada permanece o, mejor, recordar que todo lo vivido, con sus vaivenes, sus idas y venidas, conforman lo que somos. Paradójicamente, ese movimiento repetitivo nos demuestra que el instante es eterno. Aprender a mirar el mar es aprender a mirarnos a nosotros mismos, para eso sirve también la poesía y por eso necesitamos que esté muy presente en las aulas, porque sin ella, tampoco podríamos nombrar lo que nos ocurre y eso sí que sería quedarnos sin alas, sin voz.

Agradecemos a Melissa Nungaray su generosidad y paciencia con nuestro blog. Ya forma parte de La Voz de la Poesía, que recoge poetas que comparten un mismo idioma desde muchas partes del mundo, desde muchas orillas distintas y es un lujo poder disfrutarlo en las aulas.

BONUS TRACK (Por Esther Mañoso):



ACTIVIDADES:

  • A Melissa Nungaray puedes seguirla en la Biblioteca Virtual Fandom, pinchando aquí.
  • Ella empezó muy joven, con siete años ya había publicado su primer libro de poemas. Mira en el siguiente vídeo sus inicios:



  • Nuestra poeta tuvo la oportunidad de entrevistar a la grandísima poeta Gioconda Belli. No te pierdas este vídeo.



  • Mira y lee el siguiente microrrelato de Eduardo Galeano:

Explica con tus palabras la respuesta del niño. La ilustración que aparece debajo, ¿qué relación guarda con el texto de Galeano? ¿Y con el poema de esta semana?

  • Andrés Rabajo, El Roto, tiene toda una serie de obras de humor gráfico que tienen como eje el agua. Mira aquí su libro. Elige tres de sus chistes y explica tu elección. 
  • En el Día de la Poesía, en nuestro centro, IES López de Arenas (Marchena), se va a realizar entre otras iniciativas, las siguiente (por si os sirve de inspiración):




  • En el Día de la Poesía, nada como leer poemas y, obviamente, leer poéticas. Os dejamos algunas que han aparecido en nuestro blog. Aunque hay más...


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