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HABITACIONES JUNTO AL MAR

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Siguen ahí, con su luz invisible bajo esta luz que arde. ¿Recuerdas que éramos eternos el día de los tobillos en el mar? Sólo nosotros divisábamos cómo llegaban y nos favorecían y su olor en la piel estaba de nuestra parte. Ellos se quedaron, lo sabes, aunque abandonáramos la intensidad de los segundos, la casa con los niños que fuimos, el breve tesoro del día interminable. Siguen ahí, ahí, ¿los ves desde esa irisación únicamente suya? En el trasluz, donde los dioses suelen repetirse con hambre, burlarse de los muertos que añorábamos. DATOS DE LA POETA : María Antonia Ricas (Toledo, 1956), poeta reconocida en el ámbito literario español.  Ha recibido numerosos galardones, incluido el Premio de Poesía Nicolás del Hierro en 2004 y el título de Hija Predilecta de Toledo en 2018. Además de su obra literaria, es colaboradora y columnista en medios como ABC Castilla-La Mancha y RNE. También es codirectora de la revista Hermes. Ha publicado una veintena de poemarios, entre ellos: "Conect...

OCULTA

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  Under my window, a clean rasping sound When the spade sinks into gravelly ground: My father, digging. I look down Seamus Heaney Mi madre suele estar oculta siempre que voy a visitarla. Suele estar en el garaje, o en el desván, o dando un paseo por el monte con los perros. Yo la llamo en voz alta y, por un momento, me estremezco esperando a oír su voz. Mi madre no me deja entrar en casa de inmediato. Me agarra del brazo y me lleva hacia el huerto. Como siempre, me pregunta: «¿Qué ha cambiado?». «Qué sé yo…», le contesto para ganar tiempo, mientras al mismo tiempo miro y remiro, por todas partes, qué será lo que está distinto. Suele ser que ha podado las rosas, o que ha pintado de blanco la caseta del perro. Para ella, el trabajo de una semana; para mí, un momento de atención. Mi madre, nacida en los años del hambre, aquella niña que, cuando llovía, se quedaba en casa sin ir a la escuela, porque sin zapatos adecuados podía enfermar. Por eso, toda la vida le han gustado los cambios ...

PASAR

PASAR El alma de los días, la columna vertebral que mantiene encendido el afán de ir transitándolos es que algo suceda, que algo pase en la estanca quietud de su mudanza. Cual si nada ocurriese cuando el trigo que rodea las sendas del verano se quiebra en una ráfaga de viento, o esa torpe alegría del agua cuando la abren, en la hora del riego, las compuertas del mundo y se escucha el rumor de toda aquella sed que se termina, o el giro de la luz, o el pentagrama que las aves escriben en el cielo, o en una mesa tendida, con el sol sobre el pan y algún vaso de vino. Es absurdo lo que nos llena, lo que colma los días, lo que estalla cumpliendo ese deseo de ser más, más intensos, más lejanos. Quizá lo que nos salva son los raros momentos en que no pasa nada. DATOS DEL POETA : Lola Mascarell (Valencia, 1979). Es periodista y profesora de Lengua castellana y literatura. Su primer libro de poemas, Mecánica del prodigio (2010), fue publicado por la editori...

NUBES (Humilde homenaje a los que ayudan)

NUBES No habrá una sola cosa que no sea nube. Lo son las catedrales de vasta piedra y bíblicos cristales que el tiempo allanará. Lo es la Odisea que cambia como el mar. Algo hay distinto cada vez que la abrimos. El reflejo de tu cara ya es otro en el espejo y el día es un dudoso laberinto. Somos los que se van. La numerosa nube que se deshace en el poniente es nuestra imagen. Incesantemente la rosa se convierte en otra rosa. Eres nube, eres mar, eres olvido. Eres también aquello que has perdido. DATOS DEL POETA : J. L. Borges, de nuevo. Como en otras ocasiones con este autor, nos parece innecesario mencionar sus datos biográficos o bibliográficos, de sobra conocidos por todos. De todas formas, dejamos un enlace para suplir esta parte:  http://www.fundacionborges.com.ar / COMENTARIO : Esta semana he buscado entre mis libros más leídos un poema que me ayudara a entender. Me he encontrado en la tesitura de explicarme a mí mismo una imagen, la última fotografía ...

ARTE POÉTICA (CELEBRANDO EL DIA INTERNACIONAL DE LA POESÍA)

ARTE POÉTICA Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño que sueña no soñar y que la muerte que teme nuestra carne es esa muerte de cada noche, que se llama sueño. Ver en el día o en el año un símbolo de los días del hombre y de sus años, convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo, ver en la muerte el sueño, en el ocaso un triste oro, tal es la poesía que es inmortal y pobre. La poesía vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa Itaca de verde eternidad, no de prodigios. También es como el río interminable que pasa y queda y es cristal de un mismo Heráclito inconsta...

EL REMORDIMIENTO

He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados. Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y hermoso de la vida, para la tierra, el agua, el aire, el fuego. Los defraudé. No fui feliz. Cumplida no fue su joven voluntad. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías. Me legaron valor. No fui valiente. No me abandona. Siempre está a mi lado La sombra de haber sido un desdichado. DATOS DEL POETA. J.L. Borges, claro. COMENTARIO: ¡Cómo obsesionaba a Borges el no ser feliz! ¡Cómo pueden unos versos clavarse en la memoria para siempre! A veces es muy simple afirmar que se es feliz, sin más, sin pensarlo, pero claro, esto no vale. Hay que responder con sinceridad y, como hemos visto en clase de Ética, aunque la finalidad de esta disciplina es buscar la felicidad, muchas veces, nuestra felicidad individual choca c...

POEMA DE LOS DONES

Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche.  De esta ciudad de libros hizo dueños a unos ojos sin luz, que sólo pueden leer en las bibliotecas de los sueños los insensatos párrafos que ceden  las albas a su afán. En vano el día les prodiga sus libros infinitos, arduos como los arduos manuscritos que perecieron en Alejandría.  De hambre y de sed (narra una historia griega) muere un rey entre fuentes y jardines; yo fatigo sin rumbo los confines de esta alta y honda biblioteca ciega.  Enciclopedias, atlas, el Oriente y el Occidente, siglos, dinastías, símbolos, cosmos y cosmogonías brindan los muros, pero inútilmente. Lento en mi sombra, la penumbra hueca exploro con el báculo indeciso, yo, que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca. Algo, que ciertamente no se nombra con la palabra azar , rige estas cosas; otro ya recibió en otras ...