Día 10. Poesía. Rueda. Tiempo.
El mundo tan quieto ahí afuera. El tiempo tan quieto aquí dentro. Las agujas endebles y de paso lento mecen las cuentas de un rosario antiguo. Ahora como cuando tengo hambre, como. Como cuando tengo sed, bebo y duermo como si tuviera sueño. El tiempo tan quieto aquí dentro, se derrama por el mantel de la mesa del comedor, por si acaso es un engaño, me apresuro a recoger los platos después de la gran hazaña del almuerzo como si tuviera prisa. Y devoro libros porque los personajes parece que me amenazaran desde el principio. Y pienso rápido en hacer la video-llamada que antes nunca hice. La rueda es redonda como el tiempo, como la vida, como mi casa aquí y ahora. Es difícil no correr tras una pelota que corre. El mundo tan quieto ahí afuera con su mascarilla puesta y las manos limpias y aquí dentro el tiempo tan quieto cuesta abajo y sin frenos y las manos más limpias. El tiempo ha muerto, dilo en voz alta, me digo y lo digo. El yugo cotidiano se impone a lo real. Si ...