COVID´19

Los delfines remontan las calles de Venecia.
En Linfen, la ciudad más contaminada del mundo,
inauguran de nuevo el paisaje
y los chinos se quitan las molestas mascarillas
después de años respirando veneno.

Cuánta belleza existió en aquel infortunio
de avenidas desiertas y calles desterradas.

Los aviones no volaron y fabricaron un cielo
despejado, con un pronóstico de escasa contaminación.
Los diarios narraban que en Nueva York
los vagones del metro se quedaron vacíos,
que la quinta avenida se paró, en seco un día.
Y que abril fue el mes más lluvioso
de las últimas décadas.

Ahora hace cien años de todo eso.
Principios del los veinte del siglo XXI.
La tierra se rompió para volverse limpia.
Se sublevó la naturaleza ferozmente
ante la ingratitud
de sus sordos y ávaros inquilinos.
Los gobiernos se dieron con el cristal en la frente.
las especies tomaron las calles, los bosques y las playas.
Se desplomaron todas las bolsas,
y el mundo, aunque siguió girando, se detuvo en seco,
tiritando de miedo.

No queda nadie ya
que hable de aquella historia.
Mi abuelo me contó hace mil años
y hace mil años que murió
que aquello no sirvió, ni le sirvió para nada,
más que para tomar conciencia de algunas cosas básicas
como el paso del tiempo, el conflicto entre la vida y la muerte
y darse cuenta, en síntesis,
qué fue el amor.

DATOS DEL POETA: Francisco Jurado Granero (Úbeda, 1978) es poeta y profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Sácilis de Pedro Abad. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, ciudad donde empezó sus primeros pasos como escritor y donde publicó sus primeros poemas en diversas revistas. Actualmente trabaja en dos libros de poesía de distintas temáticas. Y un dato relevante para este blog: fue co-fundador del mismo, en octubre de 2011.

COMENTARIO: Ahora que vivimos sobresaltados por la desescalada a plazos, que nuestros planes no parecen tener más de quince días y la nueva normalidad se sitúa en 4 fases, ya podemos ir sacando algunas conclusiones sobre el futuro tras el coronavirus y esta pandemia. Resulta paradójico que nuestro encierro en nuestros hogares haya provocado la salida voluptuosa de la fauna a antiguos territorios que antes eran suyos. Paradójico y bello a la vez: delfines y cisnes aprovechando los canales de Venecia; jabalíes rebuscando comidas en los contenedores de Roma; ciervos amigables dejándose acariciar en la antigua ciudad de Nara (Japón); sorprendidos pumas en Santiago de Chile que no saben a qué atenerse entre los automóviles; osos que bajan de las montañas en pueblos asturianos entre sombras imprecisas; etc. Estampas inéditas que contienen una extraña enseñanza que nos empeñamos en olvidar y que sitúa a los humanos entre las especies más invasoras y peligrosas para el resto de especies.

Pero más aún que estas evidencias biológicas, ecológicas, el magnífico poema de Francisco Jurado apunta a otras paradojas igualmente sangrantes. Nuestro modo de vida como paradigma de progreso, de avance tecnológico, científico, del imparable poder económico de nuestros estados colapsó -se detuvo en seco- en unas semanas en la que la enfermedad, la muerte y la desolación parecían no tener remedio ni fin. El aprendizaje de la soledad, la renuncia al contacto con los amigos, incluso con la familia y los seres queridos lo movía el propio miedo a un virus desconocido. Pero, ¿qué estamos aprendiendo realmente de toda esta situación? 

Los periódicos ensayan ya las primeras respuestas y, hoy mismo, en El País, expertos exponen sus primeras conclusiones apresuradas que pasan por organizar la vida de un modo más modesto (Slavo Zizek), proponiendo otras formas de densidad física (Richard Sennett), revalorizar la comida sana y hecha a mano (Martín Caparrós o Stuart Gillespie), el trabajo colaborativo entre científicos (María Blasco) y decenas de propuestas más, algunas que pasan por otro modo de relación intergeneracional. Y con esto último volvemos al poema de Jurado. 

El poeta de manera ambigua, irónica, plantea un diálogo a posteriori para ensayar su propia predicción. Con cierta desazón en el tono, y sin necesidad de caer en vanas esperanzas acerca del cambio que debería producir en nuestras vidas lo que estamos sufriendo, tanto a nivel individual como colectivo, desea apuntalar tres cosas muy sencillas en nuestra conciencia. Primero, el inexorable paso del tiempo y lo que conlleva: el continuo cambio de las circunstancias que determinan nuestra existencia. Segundo, el conflicto entre la vida y la muerte, en el sentido, al menos para nosotros, de que no vale vivir de cualquier modo, ni soportar el sufrimiento a toda costa (es muy distinto decir la lucha entre la vida y la muerte, que remite al principio darwinista de luchar a toda costa, que elegir conflicto, que remite más bien a una toma de postura por una u otra opción). Y, por último, el gran acierto, la gran enseñanza, lo que hace que el poema acierte de pleno: la conciencia del amor en tiempos del Covid´19 (en tiempos del cólera, por decirlo con García Márquez). Ese amor es el único que nos salva. Ya lo sabíamos, pero no podemos olvidar el contexto en el que se enmarca: la fugacidad a la que está sometido, la tiranía del tiempo y el conflicto entre vivirlo o dejarlo morir... El magnifico poema de Francisco Jurado Granero da para todo lo anterior y mucho más, espero que le aproveche al lector de este blog. Nuestra lectura solo acapara alguna de sus lecturas posibles, como siempre.

ACTIVIDADES: 

• Como en semanas anteriores, proponemos participar en el Proyecto La Voz a ti Debida en el IESLA. El poeta ha querido sumarse a la misma con el poema de esta semana (aquí todas las lecturas hasta ahora, suscríbete para no perderte ninguna).

Si quieres participar, te recomendamos esta ayuda de Antonio Rodríguez, creador del proyecto y que nosotros hemos adaptado en el IES López de Arenas. Si te animas, manda tu lectura a: lavozatidebidaeniesla@gmail.com

• En el Comentario se hace referencia a la famosa novela de Gabriel García Márquez. Os dejamos un fragmento. ¿Puedes ponerlo en relación con la parte final del poema? 

(Pincha para ampliar)

• Hemos citado pronósticos aparecidos hoy en El País: El futuro después del coronavirus. Elige alguno de los artículos y establece tus propias conclusiones al respecto.
• ¿Crees que este Estado de Alarma y todo lo que está ocurriendo nos hará cambiar como individuos y como sociedad?, ¿qué crees que se dirá dentro de 100 años sobre este periodo? Y tú, ¿qué le contarás a tus nietos...?
• Mira las siguientes imágenes e imagina titulares para ellas. También puedes intentar hacer un microrrelato para pensar a partir de ellas o incluso intentar un poema. Hay muchas por internet y vídeos, puedes tomar otras posibilidades. También puedes ser interesante intentar crear un aforismo a partir de todo lo anterior (pincha aquí para una ayuda con los aforismos).

• Hoy, día 3 de mayo se celebra en España El Día de las Madres. ¿Sabéis la historia, el origen, de este día en otros países? Os dejo el siguiente texto que tiene que ver con una celebración muy interesante, bajo mi punto de vista, y que no suele recordarse a menudo. Busca información sobre la vida y la obra de esta poeta americana. ¿Qué rasgos destacarías de su vida y su obra?, ¿qué te parece su manifiesto?, ¿por qué crees que esta historia no es muy conocida y, en cambio, de EEUU, tenemos tanta información sobre sus fiestas y celebraciones, como por ejemplo, Halloween?

  

  

  
  
  
• Deja un comentario, si quieres un poco más abajo. Será interesante conocer tu postura al respecto.