Life vest under your seat, de García Montero (CICLO TENEMOS LA PALABRA)
Señores pasajeros, buenas tardes y Nueva York al fondo todavía, delicadas las torres de Manhattan con la luz sumergida de una muchacha triste, buenas tardes, señores pasajeros, mantendremos en vuelo doce mil pies de altura, altos como su cuerpo en el pasillo de la Universidad, una pregunta, podría repetirme el título del libro, cumpliendo normas internacionales, las cuatro ventanillas de emergencia, pero habrá que cenar, tal vez alguna copa, casi vivir sin vínculo y sin límites, modos de ver la noche y estar en los cristales del alba, regresando, y muchas otras noches regresando bajo edificios de temblor acuático, a una velocidad de novecientos kilómetros, te dije que nunca resistí las despedidas, al aeropuerto no, prefiero tu recuerdo por mi casa, apoyado en el piano del Bar Andalucía, bajo el cielo violeta de los amaneceres en Manhattan, igual que dos desnudos en la penumbra con Nueva York al fondo, todavía al aeropuerto no, rogamos hagan uso del cinturó...