27 (MUJERES POETAS EN TORNO A LA GENERACIÓN DEL 27)
Salgo a la calle y voy en ascua viva,
o voy temblando porque el mundo es triste.
Y vuelvo de la calle y entro en casa
y el mundo sigue triste sin remedio.
Y no es que falte un ángel en la estancia
que nos sonría, que nos hable al menos.
Y no es que falte un dios para las cosas,
ni ese deseo de pasar soñando
sin escuchar las quejas que en el aire
vagan por encontrar por fin el eco.
o voy temblando porque el mundo es triste.
Y vuelvo de la calle y entro en casa
y el mundo sigue triste sin remedio.
Y no es que falte un ángel en la estancia
que nos sonría, que nos hable al menos.
Y no es que falte un dios para las cosas,
ni ese deseo de pasar soñando
sin escuchar las quejas que en el aire
vagan por encontrar por fin el eco.
(27, en Niño y Sombra, 1936)
DATOS DE LA POETA: Concha Méndez (27/07/1898, Madrid; murió en 1986, en México D.F.) fue el campeón femenino de natación. Pero además era una mujer valiente, que supo romper moldes. Obtuvo el título de profesora de español en el Centro de Estudios Históricos, a escondidas de su familia. No fue únicamente la mujer del poeta Manuel Altolaguirre, ni la novia de Luis Buñuel, pero su actitud de vida intrépida, su lucha constante, su coraje para encargarse de la imprenta del marido, y, por supuesto sus versos, no le ayudaron a su reconocimiento tal y como se merecía.
Algunas de sus obras: Inquietudes (1926); Surtidor (1928); Canciones de mar y tierra (1930); Vida a vida (1932); Niño y Sombras (1936, y al que pertenece el poema de esta semana); Lluvias enlazadas (1939); Poemas. Sombras y Sueños (1944).
Fuente: Peces en la tierra. Antología de mujeres poetas en torno a la Generación del 27. Edición de Pepa Merlo (Fundación José Manuel Lara, 2010).
COMENTARIO:
Lucía Sánchez Saornil, Dolores
Xatarineu, Casilda de Antón del Olmet, Cristina de Arteaga, Pilar de
Valderrama, Elisabeth Mulder, María Teresa Roca de Togores, Gloria de la Prada,
María Luisa Muñoz de Buendía, María Cigarra, Josefina Romo Arregui, Esther López
Valencia, Josefina Bolinaga, Margarita Ferreras, Marina Romero y, por supuesto,
Carmen Conde, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, Ernestina de Champourein y Concha
Méndez. Todos estos nombres de poetas pertenecen a la famosa Generación del 27
y no son las únicas. Un grupo único de mujeres de la historia de la literatura
que hemos ignorado en nuestra cultura y en nuestro país, como en tantas
ocasiones en la que aparecen mujeres inteligentes, luchadoras, atrevidas,
creativas, etc.. Verdaderos ejemplos de
una literatura de la más alta calidad y con una voz propia, arriesgada y que
merece recordarse 90 años después.
Traemos el poema de Concha Méndez
como un ejemplo de la actitud de la mayoría de ellas. En la mayoría de los casos,
han sido peces en la tierra-como se
titula la antología de la que hemos extraído el poema de Méndez. Y es que, en
1936, la vida que rodeaba a la poeta no sería nada fácil y, por tanto, no es
extraño comprender su ánimo, su inquietud o el miedo que sentiría. Pero no
queremos leerlo hoy como un reflejo de su vida en aquel tiempo, sino como una
lección de historia, de historia de la literatura, pero también como un
ejercicio de memoria histórica. Es injusto que apenas se nombren a estas poetas
en los libros (también había artistas, escritoras, escultoras, etc., en el
grupo de la Generación del 27, de los que nada se dice). Son, "Las Sinsombreros".
Mujeres que se quitaron el
sombrero en una época en la que ese acto reflejaba una rebeldía inusual. Pero que
se quitaron con ese simple gesto un corsé intelectual de siglos (en el
reportaje que aparece en esta entrada se explica literalmente lo que ocurrió
cuando lo hicieron en la Puerta del Sol, el centro de la capital madrileña),
que hacía a las mujeres esposas o madres, siempre al servicio de los hombres. Y es
verdad que, en la intimidad, en el hogar, tal vez ese destino injusto y
violento encontraba algo de aliento, un
ángel que sonríe y escucha. Pero no por ello la vida deja de ser triste
fuera del hogar y dentro de cada una de estas mujeres que nos empeñamos en
olvidar. Sirva por tanto este blog como altavoz para encontrar por fin –parte de- el
eco que se merecen. Son muchas, pero antes de que acabe el año podríamos
recordar entre todos el papel que desempeñaron. La vida es triste, cualquiera
puede dar fe de ello, pero mantenerlas en el anonimato, no hacer un esfuerzo
por conocerlas y reivindicarlas, además de añadir más tristeza al mundo, nos
convierte en unos ignorantes y unos desagradecidos con autoras que no se
merecen este trato. Su pasión, como ascua viva, merece más de nuestra parte. ¿O acaso nos da miedo todavía reconocer realmente las
injusticias cometidas por el discurso oficial y machista que ha imperado en
nuestra literatura durante décadas? En un centro educativo, en una sociedad
madura, no debería tener sentido esta pregunta, sin embargo…
ACTIVIDADES:
- Buscad información en parejas o en grupos sobre una de las autoras que se nombran al inicio del Comentario. Escoge, al menos, un poema representativo de la autora seleccionada.
- Podéis ver el siguiente programa de Imprescindibles en este enlace de aquí: http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-sin-sombrero/3318136/?media=tve
- Visita la página oficial de las sin sombrero, pinchando aquí: https://www.lassinsombrero.com/ Hay unas propuestas muy interesantes: un documental interactivo; una campaña en Facebook; y un proyecto educativo sin desperdicio.
- Otra opción es la siguiente: Para el Día de la Lectura en Andalucía, que se celebra el 16 de diciembre, hay una iniciativa muy interesante y que encaja perfectamente con el poema de esta semana: se trata de hacer un vídeo mínimo con una cita, unos versos o cualquier otra manera de reivindicar a las Sinsombreros. Se trata de grabarlo y subirlo a las redes con los siguientes hashtags:
#MinutodeLibro#DíaLecturaAndalucía#leemosAl27 - Y, como mínimo, dejar un comentario sobre esta entrada. La cuestión es que se visualice a estas poetas excepcionales y olvidadas.
Gracias, profesor, por la publicación puntual. "...y no es que falte un ángel...y no es que falte un Dios...", Qué deliciosa combinación de palabras sencillas! Ese saberlas danzar con ese dulce vaivén, ..., ese es el prodigio. Ese es el talento que tanto nos gusta y asombra. Saludos, indagaré, sin sufrimiento alguno ja, en tanto contenido. Gracias.
ResponderEliminarNo creas que soy un experto en ellas, la antología que cito y un par de libros o tres de algunas de ellas. Pero merece la pena el esfuerzo descubrirlas. Hoy les he leído Rebeldía, de Elisabeth Mulder y han flipado. Y sin necesidad de otras drogas, tan solo con los versos.
ResponderEliminarJa! Qué bueno eso que cuenta. Voy a buscar eso ahorita mismo.
ResponderEliminarHache
ResponderEliminarCama de agua, flor de mimbre y traza.
Un temor de linfas vibra en las lavandas.
Trance.R.E.M.Temblor. La vía en azabache,
por el cielo desmayada se esparció.
Callan, serenas voces, madrugada.
Las vetas de tus ramas guardan
los anillos, círculos del alma al
humo diluidos. Nada es bueno
si graja un cuervo, en la hondonada
calma del sarcófago, su nota ática.
-Vuelve ¡vuelve¡-. Noches fenicias,
para siempre es demasiado tarde
Un alambique de buenos días.
Bienvenido de nuevo y bienvenida doble por el modo lírico que planteas a modo de comentario. Los lectores y yo aplaudimos tan acertadas entregas
EliminarBienvenido de nuevo. Y bienvenida doble
ResponderEliminarSilencios de Interior
ResponderEliminarLa vida es una noria
y no hay quien pare en esta feria.
Hay en su furia rabias de seda,
anemonas de acuario, orujo de lluvia
llamando al fado de las cristaleras:
los llantos marchitados por las olas.
La espalda de una oruga reptando
chocando con sus ondas me sobornan.
Brindis de letra, inciensarios
tan lentos que mueren sin sentido
consumidos por la vida, desvahída.
Y, efímeros, flotan tan despacio
que besados no destilan un suspiro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDebemos recordar a estas autoras como lo que son,grandes autoras,no debemos olvidarlas,son tan importantes como muchos autores que tambien escribieron muchos versos y libros...Son autoras grandes e importantes...
ResponderEliminarAida, tienes toda la razón, sin duda.
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