DOBLE VIDA

Los terneros, cuando van al matadero, intentan
desesperadamente mamar los dedos de las manos
que les conducen a la muerte.

Dorar las alas de un ave en la sartén,
masticar el miedo de un conejo rebozado en la harina del sepulcro,
extender sobre el pan la agonía de una oca
mientras escuchas música,
ahogar en especias el relincho de un caballo,
amortajar la emoción de un ternero con cuchillos de doble filo,
triturar el futuro en limpias cadenas de producción.
Enterrar a Pitágoras y a Plutarco en cada cena de navidad.
Llamar alimentación a esos pequeños cementerios
bautizados con el nombre de menú.
Y después sonreír como si nuestros estómagos
no fueran un desván lleno de cicatrices, 
como si el mundo fuera impoluto,
libre de esclavos.

Pero también podríamos
abrir la puerta a la compasión,
emborracharnos de empatía,
de justicia hacia los animales.
Derribar los muros de los mataderos.
Oxigenar los días con alimentos sin sangre.
Respetar a todos los seres que nos acompañan
en la aventura de vivir, sin distinción.
Meter a Leon Tolstoi en los bolsillos,
en el corazón
y empezar a vivir en paz,
como si amáramos el planeta que nos cobija.

DATOS DE LA POETA: Esther Muntañola (Madrid, 1975). Obra poética: En favor del aire (2003); Flores que esperan el frío (2012); Comiendo de una granada (2017); Árbol (2018).

(Información extraída de Insumisas. Poesía crítica contemporánea de mujeres, Baile de Sol Ediciones).

Para saber más de ella: https://esthermuntanyola.blogspot.com/


COMENTARIO: La alimentación es necesaria. La gastronomía un invento cultural irrenunciable. Y los humanos somos un ejemplo perfecto de nuestra condición omnívora. Nada que objetar. Desde antes incluso de Pitágoras, el hombre ha impuesto su capacidad racional para estar en lo más alto de la escala alimenticia. Aunque es cierto, como nos recuerda Esther Muntañola, que hay otras miradas desde el inicio mismo de nuestra cultura. Plutarco, por ejemplo, concebía la naturaleza y a los animales desde otra perspectiva. Al modo estoico, la animalidad representaría el reducto último para encontrar la redención, el camino de la virtud y de la buena vida.

Pero estamos lejos del mundo clásico. Ahora nos situamos en el futuro, aunque lo trituremos, en limpias cadenas de producción. La poeta nos pone delante del espejo de nuestras contradicciones, de ahí el título del poema, y nos enfrenta a un dilema actual que antes no se daba: nuestro modo de alimentación pone en riesgo la salud, no de nuestros cuerpos, sino del planeta tal y como lo conocemos. La semana pasada salió el tema a relucir en clase: ¿podemos seguir con nuestro modo de alimentarnos? Me sorprendió que a estas alturas de la historia todavía hubiera alumnos y alumnas de Bachillerato que no supieran la relación entre nuestra alimentación y, por ejemplo, el cambio climático. Tuvimos que recurrir a los informes oficiales de la propia ONU para contextualizar el problema (los llamados Acuerdos de París, son de 2016) y recordar la campaña de Greenpeace: "Less meat, less heat" (menos carne, menos calor). No se trata de renunciar a nuestra condición omnívora, ni de hacernos veganos. Se trata de transformar la manera en la que los humanos obtenemos los alimentos para salvar el planeta.


Cuando se conocen estos datos y se pasa de los titulares y eslóganes, resulta espeluznante reconocer una vez más, que en esta batalla, los más débiles son los más perjudicados. Según Priyadarshi Shukla, una de las autoras del informe La tierra y el cambio climático: "Veremos diferentes consecuencias en diferentes países, pero habrá un cambio más drástico en los países de bajos recursos en África, Asía, América Latina y el Caribe" (Fuente: ONU). En la raíz del problema siempre encontramos las mismas causas. Nuestro modo de vida occidental, nuestro sistema globalizado, no parece sostenible. Las grandes empresas,  McDonald’s, KFC y Burger King, que compran sus materias primas a Cargill parecen tener algo que ver con lo que pasa en el Amazonas, según denuncia Greenpeace. Así, debemos recurrir a la empatía, a la compasión, al amor hacia los animales o leer a Tolstoi, el novelista de los espacios abiertos o a Esther Muntañola..., que cada cual elija sus razones y sus motivaciones. Aunque yo creo, sinceramente, como Tolstoi, que para cambiar el mundo hay que pensar en cambiarse a sí mismo. Por eso sigo sin probar esos supuestos manjares que me ofrecen en McDonald’s por un euro. Hay que amar el planeta que nos cobija y actuar individualmente en consecuencia. 




*** El lunes día 14 se celebra en España el Día de las Escritoras. Queremos sumarnos a esta iniciativa con el siguiente documento que recopila parte de los poemas escritos por mujeres en este blog, listos para imprimir.



Y en el documento de abajo, los enlaces de todos los poemas aparecidos, en el que ya se remite a los enlaces exactos, con el poema, datos de la poeta, comentarios y actividades.


ACTIVIDADES:
  • Inventa otro título para el poema de Esther Muntañola.
  • En el aula el debate sobre la alimentación suele incidir en qué podemos hacer como simples ciudadanos. Visita la página de Greenpeace sobre Alimentación y conoce sus propuestas (pincha aquí). ¿Cuáles te parecen más apropiadas para ti? ¿Crees qué algo cambiará? ¿Crees que algo cambiará en tu forma de ser?
  • Según esta ONG, McDonald’s, KFC y Burger King pueden hacer mucho por lo que ocurre en el Amazonas (léelo aquí). ¿Estás de acuerdo con sus posiciones?
  • En el Comentario se hace alusión al mundo clásico: 
Busca información sobre el modo que concebía el pitagorismo su relación con la naturaleza y los animales.
Busca información sobre la Odisea, concretamente el capítulo de Ulises y Circe en la isla de Ea.
En una versión de la historia anterior, Plutarco hace que Grillo, un hombre convertido en cerdo, le diga a Ulises que no quieren volver a ser hombres. Literalmente: "Y nos quieres persuadir para que dejemos el lugar en que ahora vivimos en la abundancia y el goce de todos los bienes, renunciemos a ellos, al tiempo que abandonemos a aquella que nos los ha procurado, para volver con vosotros, siendo hombres nuevamente, es decir, convertidos otra vez en el más miserable y calamitoso de cuantos animales existen en el mundo" (Acerca de comer carne. Los animales utilizan la razón).
Los animales no destruyen su medio ambiente, ¿qué te parece más racional en este sentido: el modo de vida animal o el nuestro?

Menú: En relación con la alimentación: Pequeños cementerios. Barbarismos.






  • En Palabra Voyeur de RNE crearon un videopoema con La sombra sobre el papel, de Esther Muntañola que puedes ver a continuación.



¿Te atreves a intentarlo con el poema de arriba o con cualquier otro de este blog? Conoce este proyecto pinchando abajo de la imagen. Puedes ver ejemplos en la zona Proyecto Video-Poemas.





  • Conoce este espacio de RTVE a la carta, pinchando aquí en PALABRA VOUYEUR. Elige el vídeo que más te haya gustado y explica tus razones.


  • Para tener una posición crítica respecto a todo lo anterior, proponemos intentar hacer Logotrips como los siguientes, al modo de Cristian Porres. Si quieres más información sobre esta posibilidad, pincha aquí.



  • También puedes dejar un comentario más abajo.

Comentarios

  1. No conocía ese programa Antonio.
    PALABRA VOUYEUR.
    He bicheado y me he encontrado esto:
    Dentro de mí de Doris Lessing
    "Seamos rebeldes"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco, ha sido una casualidad maravillosa, ampliaremos recursos y vida. Gracias por pasarte por aquí.

      Eliminar
  2. "Doble vida", magnífico!! Como tu completa publicación, compañero. Mil gracias y buen curso. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué alegría leerte de nuevo! Gracias por tus palabras. La verdad es que ha sido un curro. Pero ha merecido la pena. Mis alumnos han hecho con ese material poemas interesantes. Puedes verlo aquí: http://hldundiariodelectura.blogspot.com
      Gracias también por pasarte por aquí.

      Eliminar
  3. Como título alternativo, " Cohabitación alternativa ".

    ResponderEliminar

Publicar un comentario