UNA ZONA DE DESCANSO


UNA ZONA DE DESCANSO
 
has de tenerla o los muros te
rodearán.
has de renunciar a todo, tirarlo,
tirarlo todo.
has de mirar lo que estés mirando
o pensar en lo que estés pensando
o hacer lo que estés haciendo
o
no hacerlo
sin tener en cuenta el beneficio
personal
sin aceptar que te dirijan.

la gente está cansada de
luchar,
se refugia en la
costumbre,
sus preocupaciones son las preocupaciones
de un rebaño.

pocos conservan la capacidad de observar
un zapato viejo durante
diez minutos
o de pensar en cosas extrañas
como en quién inventó
el pomo de las puertas.

se vuelven insensibles
porque ya no son capaces de hacer
una pausa
deshacerse
alisarse
dejar de ver
desaprender
desenvolverse con sencillez.

escucha su risa
falsa, y
luego
vete.


DATOS DEL POETA: Charles Bukowski (Andernach, Alemania, 1920-Los Ángeles, 1994). Prolífico escritor de poemarios, novelas, libros de relatos, cartas..., está considerado como uno de los mejores poetas norteamericanos contemporáneos. Entre sus emblemáticas obras, encontramos Burning in Water, Drowning in Flame o Poemas de la última noche de la tierra, al que pertenece el poema de esta semana.

COMENTARIO: De la poesía de Bukowski se pueden decir muchas cosas: que es cruda, a menudo soez, que utiliza un lenguaje coloquial, que puntúa azarosamente sin respetar las reglas gramaticales, sin estructura razonable, etc. Y de la vida de Bukowski se pueden repetir también muchas cosas: autodidacta, violento, alcohólico, nihilista, mujeriego, vagabundo empedernido, contradictorio, etc. Y entonces, ¿por qué nos gusta este poeta?, ¿por qué hemos elegido este poema?
El poema lo hemos elegido porque es de los pocos en el que se aprecia una metáfora, una metáfora urbana, vacía de optimismo, despojada de color, pero que tiene la capacidad de exponer con sencillez un secreto existencial: hemos de tener o de crear esa “zona de descanso” para ser libres (o los muros te rodearán), para pensar por nosotros mismos (sin aceptar que te dirijan), para recuperar la capacidad de mirar (¿qué nos diría un zapato viejo escudriñado durante diez minutos?) y de sentir, para desenvolverse con sencillez...
El poeta nos gusta porque desconfía de todo, porque en su mundo no hay lugar para ningún Dios, porque no tiene esperanza, porque el vacío y el mal en el que habita nos resulta tan familiar, que es imposible sustraerse a una cierta luminosidad que él descubre en la pulpa del dolor que supone estar vivo. Y lo hace a través de la poesía. En su poesía, a veces, nos embaucamos, y nos entregamos a ella necesariamente (somos como ese señor Chinaski o el tío Jack -Mi tío Jack- que no puede dejar de visitar la barra de un bar, por muy resacoso que se encuentre). Con él nos emborrachamos de mediocridad, de suciedad, de malos olores y nocturnidad, porque reconocemos en nuestro interior todas las contradicciones del ser humano, sin embargo, antes que negar esa parte oscura y desaliñada de nuestra vida, brindaremos por ella, leyendo a este poeta maldito, brindando con los demás lectores de Bukowski (va por ti este poema, este comentario y este brindis, Sergio).



ACTIVIDADES:

  • Busca información relevante de la vida de este poeta americano. Y traduce el título del poemario que aparece en DATOS DEL POETA. ¿Qué te sugiere dicho título?
  • ¿Crees qué todos deberíamos tener nuestra ZONA DE DESCANSO? Explica tu postura.
  • Si no la tuviéramos, ¿qué pasaría?
  • Explica con tus palabras esta estrofa del poema: “la gente está cansada de/ luchar,/ se refugia en la/ costumbre,/ sus preocupaciones son las preocupaciones/ de un rebaño”.
  • El poeta “comete” faltas de ortografía en este poema (nos referimos a las mayúsculas), después de leer el poema y el COMENTARIO, ¿puedes lanzar una hipótesis para explicar o justificar esas faltas?

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