HOMO HOMINI LUPUS

HOMO HOMINI LUPUS

                                                                                              a la memoria de Paul Naschy


No venimos del mono. Lo siento, señor Darwin.
Somos lobos sin pelo que andamos por el mundo
en posición erguida, pero con esos ojos
crueles e inyectados en sangre y esas fauces
repletas de cuchillos con que los ojos viajan
por el bosque del caos, paidófilos y arteros.
En nuestro más añejo depósito de mitos
vive, junto al vampiro, el peludo hombre lobo.
De la misma manera que Hyde domina a Jekill,
la bestia que se agita en las oscuridades
de nuestro yo termina por imponerse al ángel
que fuimos no sé cuándo (o que no fuimos nunca),
y, aunque nos disfracemos de tiernos corderillos
o de dulces abuelas por puro pasatiempo,
somos, allá en el fondo, lobos depredadores
que aúllan a la Luna en la terrible noche
de la razón, allí dónde habitan los monstruos
y tienen su refugio las negras pesadillas.
Hobbes lo tuvo muy claro, y uno, que es un fanático
del cine de licántropos, lo ratifica ahora:
homo homini lupus



DATOS DEL AUTOR. Luis Alberto de Cuenca no es la primera vez que aparece en este blog (por ejemplo, en las entradas: Insomnio, Línea Clara), así que para no repetir sus datos, os remitimos a ellas. Solamente añadimos que en 2015 ganó el Premio Nacional de Poesía por su obra Cuaderno de Vacaciones (Visor).


COMENTARIO: Luis Alberto de Cuenca nos introduce desde el título en uno de los tópicos literarios más conocidos de las expresiones latinas. Dicha expresión se ha convertido asimismo en uno de los temas más transitados de la filosofía moderna acerca de la naturaleza humana: ¿es el hombre bueno o malo por naturaleza? La referencia a Hobbes y a su Leviatán era inevitable, por tanto, la posición del poeta está clara: somos, allá en el fondo, lobos depredadores. Sorprende, no obstante, que esto valga también para las dulces abuelas, ¿esos seres entrañables también esconden en el fondo tanta maldad y oscuridad como cualquier bestia en la oscuridad...? La respuesta parece ser afirmativa, como lo es para cualquier tierno corderillo. 
No obstante, la sorpresa se hace más aguda cuando se cita a la Luna en relación con la terrible noche de la razón. Esa mayúscula no es la luna de todos los días, es un arquetipo, funciona como un concepto abstracto y general al que se aúlla, porque parecería que el lobo que llevamos dentro no comprende, bajo su instinto, bajo las pulsiones que lo arrastran, cómo puede existir un mundo dominado por la razón. Es inalcanzable, pero es un deseo o una posibilidad de salir de la presunta maldad que nos define. 
Al menos, esta es mi posición al respecto. Podemos seguir recordando la posición de Hobbes. Pero si acudimos al origen de la expresión en Plauto, en Asinaria, se afirma lo siguiente:
    Lupis est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit
Es decir: 
  Lobo es el hombre para el lobo, y no el hombre, cuando desconoce quien es el otro.

Por lo tanto, si nos damos al otro, si intentamos comprender a nuestros semejantes con generosidad y sin prejuicios, usando la razón, sin negar las pasiones, tal vez tengamos una oportunidad para acabar con nuestra peor parte. Si continuamos igual, en cambio, ya sabemos que final nos espera en esta selva que llamamos vida.

(Apunte cinéfilo: la dedicatoria del poema no es baladí, Jacinto Molina Álvarez es un monstruo del cine español y de reconocido prestigio mundial)


ACTIVIDADES:

  • Lee los otros poemas que aparecen del autor en este blog. ¿Cuál te gusta más? Explica tu elección.
  • ¿Identificas algún rasgo común en los poemas del autor? Señala dichos rasgos.
  • Haz una lista comparativa de lo mejor y lo peor que tiene el hombre.
  • Imagina que la lista anterior es una balanza, ¿hacia dónde se decantaría la balanza? Explica tu posición.
  • Busca al menos 3 expresiones o frases latinas que te parezcan curiosas, ingeniosas, llamativas, etc. 
  • Por curiosidad y por si lo deseas, puedes indicar las reacciones a esta entrada un poco más abajo: divertido / interesante / aburrido. 

  •    También puedes subir un comentario, un blog se alimenta de ellos.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Si me dices qué, tal vez: puedo chupar un caramelo -¡de menta, sobre todo!-; miel, con un poco en los labios, basta; chocolate... Me encanta tener el chocolate en mi paladar. Lo saboreo y me lleva a mi infancia, al lugar donde por una vez fui feliz.
      Y con la poesía ocurre lo mismo. Si sabes leer, porque escribiendo tienes serias carencias, podrías aprender a chupar un caramelo, miel o chocolate e ir tan lejos como tu inteligencia y tu sensibilidad fueran capaz de llevarte. Pero me temo, cobarde anónimo, que no eres capaz ni de sostener esas palabras con tu rúbrica o tu presencia. Y eso también lo enseña la poesía y la literatura. Lee más, aprende a escribir correctamente y disfruta más de tu paladar, te estás perdiendo sensaciones increíbles.

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