INVOCACIÓN

INVOCACIÓN

Qué otras vidas más hondas sofoquen mi nostalgia
y que el don del valor me sea concedido.
Que el amor se engrandezca y sea fiel y dure
y que ajenos paisajes impidan la tristeza.
Que el olvido y la muerte, que el tiempo y el dolor
formen por esta vez en el bando vencido.
Que las luces se apaguen, y en la noche del cine
una breve mentira nos convierta en más vivos.





DATOS DEL POETA. Es la tercera vez, que yo recuerde, que subo un poema de Carlos Marzal, así que supongo que será uno de los poetas que más veces han aparecido en mi blog. Remito a esas otras entradas para conocer algo sobre la vida y la obra del poeta valenciano (pincha aquí o aquí).

En este otro enlace encontraréis muchos aforismos del autor: http://carlos-marzal.blogspot.com.es/


COMENTARIO: Hoy tocaba cine. Porque ayer tocó Gala de los Premios Goya y todavía estamos bajo los efectos de los flashes y la alfombra roja en el sofá. Por eso, al levantarme esta mañana recordé este poema inaugural de uno de los libros fundamentales de mi condición de lector: El último de la fiesta (poseo la edición de Renacimiento, del año, 1987, con error en la página 53, que aparece repetida...). Recordaba con cierta nitidez los últimos versos, esa voluntad de utilizar el cine para evadirse, para engañarnos con mentiras que, sin embargo, nos convierte en más vivos, en más valientes, en más fieles, en una persona menos triste, a veces.
Sin embargo, lo he subido inspirado por algunos momentos mágicos que nos han regalado a todos los espectadores ciertos discursos, como los de J. A. Bayona, como los de Silvia Pérez Cruz o Roberto Álamo. 
La cantante cantó un pequeño fragmento de No hay tanto pan (pertenece a la banda sonora de Cerca de tu casa) la letra merecería un comentario por sí mismo (te roban y te quitan y lo que no tienes también te lo quitan), pero si nos detenemos en la música, en la belleza de esa voz a capella estaríamos de acuerdo en que solo por estar en presencia de una cantante de tal calibre, merece la pena sumergirse en una sala de cine, aunque me temo que saldríamos más tristes aún de esa sala. Pero también más indignados con los que permiten los desahucios y, tal vez, el don del valor nos fuera concedido, como reclama Marzal en su poema. Y para eso sirve el cine.
Roberto Álamo, ganador de la estatuilla al mejor actor protagonista, nos recordó un dato atroz. Quise entender que solo el 8% de los actores viven de su trabajo. Si es cierto el dato, si mi oído no me falló, porque se hizo alusión en otro momento a ese dato, la cifra nos debería dejar helados. ¿Cuántas personas, actores y actrices, que llevan años preparando su carrera con rigor y entusiasmo tienen que compaginar su talento con otros tipos de trabajos? Imagino sus vidas, repletas de fracasos, incomprensión por parte de los que les rodean y que no entienden como una persona pretende vivir del arte en estos tiempos de penuria. Es desolador imaginar su vida cotidiana y pensar que, tal vez, algún día nos hagan sentir tras la pantalla que el olvido y la muerte, que el tiempo y el dolor no nos vencerán, porque ellos, con sus gestos, con sus acciones y sus palabras (después de años infructuosos y en el más ruin de los anonimatos) nos habrán colocado en el bando vencedor. 
Pero sobre todo, me he acordado del poema de Marzal por unas breves palabras de Jota Bayona (como le decían todos sus compañeros). Como de pasada, uno de los mejores directores actuales en el mundo, afirmó que la hay que apoyar el cine, porque el cine es cultura y la cultura es lo mejor del ser humano. ¡Parece tan simple de admitir! La antropogénesis lo demuestra, en el proceso de humanización (no confundir con el de hominización, que no nos separa ni un ápice de nuestro primos los monos) la cultura, la música, el arte, la literatura, la capacidad de contar historias, de inventarnos nuestra propia realidad fue fundamental para llegar a ser hombres. Hombres, no monos todavía. Renunciar a este universo simbólico, rechazar la cultura, ser incapaz de sentir la belleza de unas notas o de unas manchas en un lienzo, prescindir de la poesía o, simplemente no ver cine de calidad, nos aleja de nuestra condición humana y nos acerca a nuestra parte simiesca. Y, en fin, reconocer que no se tiene tiempo para ir al cine, ni ver cine español, por inclusión, supone admitir sin pudor que se pertenece más bien al planeta de los simios que a los que conforman la humanidad. 

ACTIVIDADES:

  • Lee de Carlos Marzal los otros dos poemas que aparecen es este blog. ¿Cuál te gusta más? ¿Puedes establecer alguna característica común entre ellos? ¿Qué tipo de persona crees que es el autor de estos poemas? Explica tu posición citando versos de cada poema que te ha servido para definir los rasgos de su personalidad.
  • Busca los discursos que se citan en el apartado de Comentario (pincha aquí para buscarlos). ¿Cuál de ellos te ha emocionado más? Razona tu respuesta.
  • Busca información sobre Silvia Pérez Cruz y elige algunas de las canciones que te hayan gustado de ella.
  • ¿Qué perdería la humanidad si todos los hombres renunciamos al cine?
  • ¿Crees que la cultura en general, y la literatura o la poesía en particular nos hace más vivos, como dice el poeta respecto al cine?
  • Por curiosidad y por si lo deseas, puedes indicar las reacciones a esta entrada un poco más abajo, marcando: divertido / interesante / aburrido

  • También puedes subir un comentario, un blog se alimenta de ellos.

Comentarios