ANTROPOLOGÍA



Dicen amar las cosas que sin embargo


cazan.


Se reúnen por hábitos y profesiones.


Desdeñan las cosas que no entienden
y verdaderamente entienden pocas cosas.



Poseen mala memoria,
pero temen a la muerte y al paso del tiempo.



Inventaron los relojes y la guerra.


Prefieren actuar en grupo.


Sus acoplamientos suelen ser banales.


Se dieron una historia y una filosofía,
pero lloran como niños de pecho cuando les duele un diente.



Se quejan de la desgracia
      y la felicidad los abruma.



En algunas ocasiones cantan y bailan.


Se destruyen mutuamente.

Enferman muy a menudo.


Se preguntan cuál es el sentido de las cosas,
y, aterrados por el enigma,



deciden colectivamente no pensar.


Se reconocen entre sí por el color de la piel.


En sus casas
siempre hay espejos y relojes.



Reniegan del pasado
pero el futuro les da miedo.



Se encierran unos a otros en prisiones.


Llaman justicia a la costumbre
y detestan estar solos.



Se han dado una técnica
una industria una aviación y una marina



pero sus incertidumbres son cada vez mayores.


Se reproducen sexuadamente.


Asisten a los templos en épocas de penuria.


Enardecidos, destruyen lo que tocan,
y después, lo lloran.



Antes de dormir balbucean el nombre del ser que aman


pero se equivocan


y no amaron a nadie.




DATOS DE LA POETA: Cristina Peri Rossi (1941) nació en Montevideo, Uruguay. Poeta, narradora y ensayista. Su primera colección poética constituyó un pequeño escándalo por su erotismo y sus transgresiones sexuales. En 1972, tras el golpe militar uruguayo, tuvo que exiliarse en Europa, donde reside desde entonces. Nacionalizada española en 1975, mantiene la nacionalidad uruguaya.

Entre sus obras se cuentan los libros de cuentos Viviendo, Los museos abandonados, Indicios pánicos, La tarde del dinosaurio; las novelas El libro de mis primos, La nave de los locos, Solitario de amor, La última noche de Dostoievski y El amor es una droga dura; y los libros de poesía:  Descripción de un naufragio, Diáspora, Lingüística general, Europa después de la lluvia, Babel bárbara, Otra vez Eros, Aquella noche, Inmovilidad de los barcos, entre otros. Ha sido la primera mujer que ha ganado el PREMIO LOEWE de poesía de la Editorial Visor.

Toda la información sobre esta autora en su página oficial: http://www.cristinaperirossi.es/

COMENTARIO: Tengo la primera edición de la Poesía Completa de la autora en Lumen, desde 2005 y desde entonces la visito con asiduidad. Lo hago buscando una voz desgarrada, arrítmica a ratos, pero siempre cercana y coloquial. Encuentro en ella una ironía afín, un tono oscurecido y un tanto pesimista que se nutre de la vida cotidiana, no de elucubraciones abstractas y gratuitas. La visito a menudo a hurtadillas porque sé de sobra que me cantará verdades como puños y los puños duelen. Me hace bien su mirada feminista y creo que en este breve  ensayo poético sobre el ser humano aparece sin cortapisas y es necesario reconocerlo.
Cuando uno lee poesía, también busca respuestas a las grandes preguntas que desde hace siglos nos hacemos. Y en este compendio que elabora la poeta uruguaya en el poema se desgranan aspectos relevantes y reveladores de nuestra condición humana. Estoy de acuerdo con la mayoría de sus conclusiones. Algunas hilarantes cuando se refieren al sexo (“Sus acoplamientos suelen ser banales”, “Se reproducen sexuadamente”), a otras asentimos con una sonrisa cómplice (“Enferman muy a menudo”. ”En sus casas/ siempre hay espejos y relojes. Reniegan del pasado/
pero el futuro les da miedo”
), pero en otros versos esa sonrisa se congela (“Dicen amar las cosas que sin embargo cazan”, “Enardecidos, destruyen lo que tocan,/ y después, lo lloran”). En cualquier caso, el poema es una lección ética acerca de nuestro paso por el mundo, como especie y como individuos, para el caso es lo mismo (“Prefieren actuar en grupo” o “y, aterrados por el enigma,/deciden colectivamente no pensar”). Y el resultado no es muy halagüeño. Aunque podemos plantear que, tal vez, podamos cambiar algo las cosas. Al menos deberíamos aprender a ser felices, sin que nos abrume tal posibilidad. Porque muchas veces nos toca vivir felices y no sabemos gestionar tampoco esa dicha. Deberíamos aprender a amar y así conseguir que nuestro último aliento, nuestras últimas palabras sean sinceras y nombrar al otro, olvidándonos de nosotros mismos, de nuestro ego(ísmo). Tal vez, si lucháramos contra nuestra condición humana descrita en el poema, el mundo nos iría mucho mejor, pero claro, desdeñamos las cosas que no entendemos y verdaderamente entendemos pocas cosas. Espero que Cristina Peri Rossi nos haya iluminado un poco esta semana.
ACTIVIDADES:
  • ¿En qué sentido el poema puede ser una crítica feminista al hombre?
  • Explica este verso con tus palabras: "Asisten a los templos en épocas de penuria". Haz lo mismo con este: "Llaman justicia a la costumbre".
  • Escoge tres versos con los que estés de acuerdo y explica tu posición.
  • Elige dos versos con los que no estés de acuerdo y explica tu posición.
  • Inventa algunos otros versos que completen el poema de Cristina Peri Rossi.
  • Realiza una redacción con el siguiente tema para el debate: "¿Es el hombre malo por naturaleza?"
  • Visita la página oficial de la escritora. Escoge otro poema o texto que aparezca en alguna de las entradas y comparte con el resto tu elección.
  • Si quieres, puedes dejar un comentario en esta entrada. Un blog se alimenta de ellos.

Comentarios

  1. Los hombres se alzan en pasos de muchedumbre
    llegan a la cumbre entre espasmos de ideas
    y brotan en el tronco los gusanos de un muerto
    en la ondulada danza que lleva hasta su cenit.

    La gravedad del santo lleva los carriles,
    la gravedad que desgravitó
    el peso lleno de sensaciones y de vida
    de los vulgares dioses que caen en las estepas
    en la condenada existencia de los audaces bailarines.

    El vientre de la bestia JACK ABOTT

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  2. Vaya!, esta semana tocó un poema al uso. Ni fogones ni científicos. Ja. Creía, hasta que ha llegado, que tenía ganas de eso, de uno que abordara temas más sólitos en el género. Y encima, clarito, clarito, a la primera lectura que, aún así, no ha sido única. Pero, madre mía!, no era necesario el poema que TODO lo contiene, ja. Ganas de llorar, pero eso es porque estoy cansada, supongo. Hay tres tipos de personas, pienso, me invento, las que cuando están tremendamente cansadas se enfadan a la mínima, las que cuando les pasa eso lloran sin más, y, en las que reside la excelencia, las que ni lo uno ni lo otro, siguen con la faena o la abandonan sin más. Decido escoger el verso más bochornoso o lamentable para señalarlo en el comentario, me resulta imposible. Mientras escribo levanto la vista un instante y pienso que quien me acompaña volvería a decirme como tantas otras veces, de qué te sorprendes?, desde que el hombre es hombre. Pues sí, profesor, me encanta este poema, pero reconocerán conmigo que funde rotundamente la luz de la casa de Mrs. Kelly de T. C. y, como en coche nuevo, no da una con el mando que encienda los faros antiniebla. En breve intentaré dejar por aquí un par de plomillos nuevos, una rendija en forma de poema. Para mirarnos en otro espejo que nos devuelva alguna imagen más amable. En breve, ahora ando más cansada aún que cuando lo dijera más arriba, me retiro, que no quisiera ni pleito ni llanto.
    Saludos.

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  3. Esperamos tu recomendación y variación sobre el tema. Y como siempre, lo analizaremos en el aula como complemento necesario ya de este espacio. Un saludo, descansa sin lágrimas ni conflictos vacuos.

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    1. -----------------III-----------------

      ----MUJER DE FONDO---

      Siento tus pisadas sobre la tierra
      que giran al planeta donde paseas,
      el mundo rueda bajo tus piernas
      y yo doy vueltas sobre sus vueltas.

      Parece como si no pudieras
      estar quieta, algo que no comprenden
      aquellos que al verte les sorprenda
      mirar crecer a una mujer
      sobre sí misma verdadera.

      Cruzo la frontera que habitan
      otras lenguas en su estirpe,
      la gravedad de las estrellas
      nos enseña el lenguaje del eclipse:
      bailarinas lejanas que parpadean
      danzan mujeres libres.


      Delgadas líneas lentas
      de seda atenta vuelan
      hiladas de entre tus huellas
      (jirones de niebla, naturalezas),

      las tejes precisas en la rueca
      de la vida con tus piernas
      (caminan deprisa, como si tras de sí fueran)
      hebra tras hebra : hilanderas.

      Algunas medidas, otras eternas.
      A veces meditan, a veces piensan.

      No importa lo que hagan: nada esperan,
      lo único que cuenta es que las creas,
      lado a lado
      cuenta a cuenta.

      Despacio callo entre tus trazos,
      descanso, aunque no las veas, en sus bellezas…
      paso a paso
      vuelta a vuelta.


      Brotas tierna entre las piedras
      como el agua fresca y transparente,
      allí donde mires viertes tus matices
      (se cuelan en mis turbaciones)
      con ese rumor de fuentes que se extienden
      y, apenas manan, se derraman
      por las hierbas que te esconden.

      Con esa cadencia errante de las ondas
      de unas gotas de tu nombre,
      sigo el rastro de sus notas sueltas
      que en su ritmo creciente deja
      una estela de sonido sin sones,
      eres una música serena
      pausa bella:
      nadas única entre canciones.


      Tranquilo me pierdo en mí mismo,
      a la deriva que queda cuando caminas
      por las sendas que abres con tus pasos
      Sirena de arena,
      bajo el canto de tu silencio
      en un mar de ruido
      (me lleva la corriente de tus encantos
      lejos de la isla de tus atenciones).

      Para siempre entonces me asomaré
      por la marea de tu espalda
      a ver correr el horizonte,
      hasta la medianoche a trazas,
      cuando la luna se descalza
      para bailar sobre sus aires.

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  4. Letra en español de la canción de Bob Dylan, Blowing in the wind (letra traducida)
    Cuántos caminos debe recorrer un hombre,
    antes de que le llames "hombre"
    Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
    antes de dormir en la arena.
    Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
    antes de ser prohibidas para siempre.
    La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,
    la respuesta está flotando en el viento.
    Cuántos años puede existir una montaña,
    antes de que sea lavada (arrasada) por el mar.
    Cuántos años pueden vivir algunos,
    antes de que se les permita ser libres.
    Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
    y fingir que simplemente no lo ha visto.
    La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
    La respuesta está flotando en el viento.
    Cuántas veces debe un hombre levantar la vista,
    antes de poder ver el cielo.
    Cuántas orejas debe tener un hombre,
    antes de poder oír a la gente llorar.
    Cuántas muertes serán necesarias,
    antes de que él se de cuenta,
    de que ha muerto demasiada gente.
    La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
    La respuesta está flotando en el viento.
    Bob Dylan - Blowing in the wind - Flotando en el viento

    Ésta tenía que ser la canción. Es una joyita, quizás no disguste a la chavalería y marida bien con el poema de C. Peri Rossi.

    ' Desde que el hombre es hombre'... y mientras siga siéndolo, podríamos añadir, no sin tristeza, a juzgar por un interesante relato del GRAN Ray Bradbury titulado " El sonido de un trueno". Pienso que también pudiera casar con esta visión del HOMBRE retratada en el poema de esta semana. Emocionante, ya verán.
    Bueno!, pero seguimos sin luz.
    A ver...

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    1. La llama fatua que no alumbra a oscuras
      te hace una luz de las sombras.

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    2. Verdad. Que se acostumbra una a la penumbra y la oscuridad ya no lo es tanto. Hasta que entra alguien de la calle y te avisa.
      Saludos.

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    3. ------------------IV-----------------

      -------------ETÉREAS-----------

      ¡Qué crueldad, qué paradoja,
      qué irónicas las musas,
      esa vírgenes ilusas,
      puras y, deliciosas,
      tiradas entre uvas:
      se acuestan pasas con babosas
      púrpuras y ociosas
      las muy pulcras¡.

      Entre el humo de unos trujas
      tan princesas asquerosas
      sin excusa, se creen hermosas
      con las respuestas por fortuna
      en su búsqueda de preguntas
      y, ternuras tan absurdas
      de riquezas en la boca
      con pobrezas desfloradas
      por franquezas codiciosas
      de palomas oportunas.

      Qué intrusas tan curiosas…
      con suave levedad se suman
      al cortejo de las horas,
      son el séquito de las pausas:
      se escapan si las llamas,
      se esconden si las buscas,
      te encuentran y se callan
      y te abrazan y murmuran
      silencios al oído, mudas,
      para que tu ausencia no interrumpa
      la atención con la que escuchan.

      Jugando en corro medio desnudas
      afilan calmas con guadañas,
      hacen de nada todo, se burlan
      y de nuevo se despreocupan:
      templan aguas en su fragua
      al calor de mi abandono.


      ¡Qué ingenuidad, qué soltura,
      qué diabólicas las musas,
      esas bellas criaturas
      duras y delicadas,
      dedicadas a ser infaustas¡.
      ¡Con cuánta facilidad rehúsan
      esas rosas de mesalina brujas
      que te ofrecen con dulzura
      en la amargura que las sostiene;
      la libertad con la que crecen,
      la soledad que las empuja,
      sin fuerza ya en el tallo,
      a caer en manos de quien las tumba,
      las mira, las hiere y, las pronuncia¡.

      Y si algún dios en su locura
      quiere, viene y, las levanta,
      las nombra y las impulsa,
      no es porque le guste alguna
      sino porque ellas son las que lo encumbran,
      aunque hagan de él una estatua
      que a pedazos se desprende
      sobre el polvo que acumula.

      ¡Qué decadencia, qué aspereza…
      pobres musas por monedas
      que no valen un poeta
      en un charco de pizarra¡.
      Ni el vuelo de su prosa
      cuando un verso las eleva
      con esa mirada de la luna
      varada, tan profunda y serena.

      Su grandeza no se agota,
      reinan sin corona ocultas.
      ¿Qué majestad sin luz no ilustra?.
      Mis señoras de las moscas.
      ¿Qué tirana en sombras rúbricas
      de una lúdica lasciva
      no se arroja a la esperanza
      en la erosión de amaneceres;
      la dispersión que las reúna
      en un nombre breve
      a todas juntas,
      las unas con las otras,
      y, se conviertan en una sola
      más terrible que ninguna
      para el hijo de las trece?.
      Sus mantis religiosas.


      ¡Qué lealtad, cuánta paciencia
      la de las musas con mis rarezas…¡
      Me esperan, aunque no quiera
      verlas quietas y confusas,
      con toda su belleza prófuga
      convertida en piedras,
      cantos de sirena pétreas
      y Venus rémoras de Medusa:
      la ligereza del sonido,
      el silencio de una idea,
      la pereza de un suspiro,
      los delirios de certeza,
      las palabras.


      Las palabras que son musas cuando callan
      y músicas cuando caminan.

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  5. ---------------------------V----------------------------

    ------------------UN ESPEJO------------------

    ¿Qué quieres que te diga de los eternos
    si cuanto veo son sus fragmentos rotos?.
    Si más que ver me abrevio pequeño,
    y, abreviado, y tan poco, me descompongo
    en trozos, reúno de nuevo y recompongo,
    que ciego de asombro rayo sin verlos;
    les quiebro, se rompen, me rompo:
    vuelo en partículas de polvo
    para llegar al suelo donde, disperso,
    me pierdo, encuentro y me disuelvo.
    Desaparezco sin aliento donde aparezco.
    Donde no vuelvo al volver a lo que vuelvo.
    Donde te espero al esperar lo que no espero.
    Porque me corto, sin contar en lo que corto.
    Porque no puedo, sin poder lo que más puedo.
    Que es estar quieto siendo un reflejo
    de aquel que siento mirándome ingenuo
    con ese destello que acalla mis daños
    mientras retrato inanimado sus gestos.
    No les entiendo: extiendo sus años.
    No les contesto: me estanco lejano
    en un lago de claro cristálido
    con brillos inicuos de estaño
    que baño en mercurio y, engaño
    detrás del extraño donde me escondo;
    me ovillo despierto y ,desenredo
    del sueño que arrojo, y no recuerdo…
    que, para un muerto,
    la eternidad es un momento
    y, para un vivo, el momento lo es todo.

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  6. Lo encontré! Ya no busco más. Al final, esa luz que buscaba la encontré en el mismo poema de Cristina Peri. Sí, como ese giro necesario de 45° a derecha de esa bombilla que pareciendo fundida sin retorno nos sorprende con su luz. Sí. Si lo pensamos un minuto, el poema de esta semana es a la vez RETRATO y LAMENTO. Ja!, salvados!! El retrato del HOMBRE, aunque fiel y real, no llega a ser( y eso nos redime)exacto. El hecho de escribirlo, tan magistralmente además, nos confiesa ya cierta conciencia disgustada y cierta preocupación del mismo HOMBRE por su no siempre honesto proceder. No es poca LUZ ésa. Así que en el contenido del poema estaría la sombra y en la construcción ( con la intención previa necesaria)del mismo, la luz, LA ESPERANZA.

    Saludos.

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  7. Señorita Isabel
    Soy Fernando R.Álvarez.
    Estoy poniendo el trabajo aquí con la intención de desprenderme de ello
    y seguir adelante (pues al hacerlo no puedo presentarlo en ningún sitio)...
    SI usted quiere y le apetece escrÍbame un correo a
    elhijodelastrece@gmail.com y se lo mandaré entero por pdf
    GRACIAS Y DISCULPE LAS MOLESTIAS
    Un Saludo

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    1. Mil gracias, Fernando, pero seguiré encantada leyendo sus versos que tenga a bien publicar por aquí. Eso bastará. Créame, ningún comentario o apreciación míos tendrían valor alguno, de nada le serviría. Soy una ignorante en esto de la poesía ( y en casi todo lo demás), de hecho, prácticamente me interesé algo por ella ' anteayer'. Gusto de leer lo que voy pillando asomándome a sitios como éste y participar de alguna manera me supone un privilegio y un estímulo. Nada más. Tampoco es de mi agrado facilitar mi correo a desconocidos. Espero que no lo considere un desaire a su cortés ofrecimiento. Gracias y adelante!

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  8. Y para mí, que propicio este encuentro, vuestros comentarios son agua de mayo en o de octubre o de noviembre o cuando sea en plena sequía. Os agradezco enormemente, sin conocernos de nada, vuestras aportaciones. Enriquecen sobremanera este sitio. Y sus lectores lo agradecen y ya, me temo, lo esperan tanto como el poema cada domingo.
    Abrazos.

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  9. En tiempos de ignominia como ahora
    a escala planetaria y cuando la crueldad
    se extiende por doquier fría y robotizada
    aún queda mucha buena gente en este mundo
    que escucha una canción o lee un poema:
    ellos saben muy bien que la Patria de todos
    es el canto, la voz y la palabra; única Patria
    que no pueden robarnos ni aún poniéndonos
    de espalda contra un muro
    y deshaciéndonos en mil pedazos.

    Por eso digo una vez más: que nadie piense y grite:
    no puedo más y aquí me quedo. Mejor mirarles
    a la cara y decir alto: tiren hijos de perra
    somos millones y el planeta no es vuestro.

    Extracto de " La voz y la palabra", poema de José Agustín Goytisolo.

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  10. "...que, para un muerto,
    la eternidad es un momento
    y, para un vivo, el momento lo es todo."
    Estos últimos versos del 'Espejo' de Fernando R. Álvarez se me vinieron súbitamente a la cabeza hace un par de días cuando Mangabri en iVoox publicó el texto gongorino 'Que se nos va la Pascua, mozas...'
    A los mozos, no sé cómo. Pero en nuestro caso, la Pascua no se va sola. No. Con ella se va el período menstrual, el abandono del sueño, la dulce compañía de los hijos, parte de los días feriados ( dedicados, faltaría!, al cuidado de tus mayores), parte de la libido, el valor, el ritmo en los pasos, ...

    En fin, mozas distraídas!, lean a Góngora y atiendan a su sabia advertencia.

    Saludos a todos desde Algeciras.

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  11. "...
    Quered cuando sois queridas
    Amad cuando sois amadas
    ..."

    Ésto especialmente para las mozuelas de las aulas. Anhelen y exíjanse a sí mismas que las quieran y las amen. Nacieron para eso, NO para ser consumidas.

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