AUNQUE DIGA BLAS INFANTE (JUAN CARLOS ARAGÓN, IN MEMÓRIAM)
Aunque diga Blas Infante
andaluces levantaos,
perdón que no me levante
pero estoy mejor sentao.
Bueno, me voy a poner de pie,
me voy dejar de tonterías
venga una, dos y tres
¡Qué bonita Andalucía!
Venga, vamos a ponernos serios
que vamos a cantar el himno,
los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos,
lo que fuimos antiguamente
pobrecitos y vasallos,
siervos de terratenientes
y de chulos a caballo.
Si este pueblo se disparata
con la boda de un matavacas
y la niña de una duquesa,
si este pueblo se le arrodilla
a una espada y a una mantilla
este pueblo me da vergüenza,
menos rollos de verdes mares,
de campiñas y de olivares
que así luego nos luce el pelo.
Casta
después te ponen la serie de Emilio Aragón
pim, pom
con sus castas
y aparece en el más ínfimo escalón
de su estrecha jerarquía
el servilismo mamón
de las marmotas de Andalucía.
DATOS DEL AUTOR:
Juan Carlos Aragón Becerra nació el 26 de mayo de 1967 y murió el pasado17 de mayo de 2019 en Cádiz. Era licenciado en Filosofía por
la Universidad de Sevilla y compaginaba la docencia con una prolífica labor de
composición literaria dedicada al mundo del carnaval, aunque también es autor de numerosas obras de
corte ensayístico.
COMENTARIO:
cuando conocí el triste desenlace de Juan Carlos a través de varios de mis
amigos, todos coincidíamos con rotundidad desgarradora: se ha ido parte de
nuestra juventud. Pues este autor siempre ha tenido entre los jóvenes,
precisamente, a su más fiel legión de seguidores. Fuimos siempre y hasta el
último de sus días el principal sumidero de sus enseñanzas, derramadas con la
excusa del carnaval.
Con respecto a su obra carnavalesca, ésta ha sido muy extensa
y fructífera, habiendo sido galardonada en multitud de ocasiones y también, en
varias modalidades. De hecho, recibió el Primer Premio en la modalidad de
Comparsas con “Los Mafiosos” en el año 2018 sin ir más lejos, y en la modalidad
de chirigotas, su obra cumbre fue también premiada con el máximo galardón en
1999, “Los Yesterday”, entre otras muchas agrupaciones premiadas.
Juan Carlos siempre fue considerado un autor gamberro, canalla,
provocador. Una fama que queda totalmente acreditada a través de muchas de sus
composiciones y, además, ganada a pulso y con toda la intención, como el propio
autor siempre ha reconocido. Y es que, bajo mi punto de vista, es precisamente
esta creación sin filtro de ningún tipo la que logra calar profundamente en el
receptor, o en su defecto, causar el rechazo más absoluto. Todo puede pasar.
Todos los poderes, todas las instituciones, todo lo imaginable ha sido en algún
momento víctima de la siempre despiadada y certera pluma de Aragón, como ningún
artista de cualquier otro ámbito se haya podido atrever a criticar. Incluso en
sus más acérrimos seguidores, entre los que me incluyo, ha conseguido en un
momento u otro hacer tambalear los más profundos cimientos del criterio a
través de la controversia y del conflicto interno que generan muchas de sus
composiciones.
En cualquier caso, dada su formación universitaria y
cercanía a la juventud a través de la docencia, hacía del carnaval su altavoz
para impulsar a los jóvenes de su tierra, de Andalucía, a rebelarse contra su
condición precisamente de eso, de jóvenes andaluces. Son muchas las
composiciones en la que les anima con una verdad arrolladora y un pragmatismo que
huye del derrotismo, del lamento, de la autocomplacencia... a iniciar una
revolución sin reparo a través de la cultura, a través de los libros, a través
del estudio, pues a su juicio, cualquier tipo de poder establecido puede
revertirse y doblegarse con cultura, incluido los manidos tópicos que aún
persisten en contra de nuestra tierra y su gente, como el mítico pasodoble de
Los Yesterdey (1999) que se muestra al principio.
En este sentido, y con afán prácticamente paternofilial es habitual
encontrar composiciones aleccionadoras en las que mostraba qué errores había
cometido el propio Juan Carlos, para que evitar que los chavales receptores de
sus coplas cayeran en sus mismas faltas, como es el caso del pasodoble Hoy toca
dar un paso atrás en mis palabras, de la comparsa Araka la kana (Primer Premio
del año 2007).
Además de este lado reivindicativo, siempre he mostrado una
especial predilección por la sensibilidad con la que este autor ha sido capaz
de ensalzar las cosas cotidianas, desde su propia ciudad de Cádiz, el amor, la
amistad, o incluso la propia muerte, con pasodobles que forman parte de la historia
del Carnaval y que, a pesar de su excelsa belleza y sensibilidad, nunca son lo
suficiente reconocidos ni saboreados fuera del carnaval gaditano. Y es que, como
dice el humorista y actor Manu Sánchez, Juan Carlos Aragón es la alta
literatura al servicio del carnaval.
Para finalizar, destacaría de Juan Carlos su carácter
innovador y en cierto modo, el adelantamiento a los tiempos que reflejaba tanto
en su forma de expresarse como en la de componer las diferentes piezas
literarias, algo que dota de transversalidad y atemporalidad a su obra. Puesto
que ya desde principios de los años 2000 venía incluyendo en sus repertorios
diferentes cuestiones de índole social que por aquél entonces no gozaban de tanto
domino público como en la actualidad, como las crisis migratorias, el papel de
la mujer en la sociedad, etc.
En cierto modo, siento que con este comentario en homenaje y
reconocimiento a Juan Carlos estoy saldando una deuda. Puesto que esto no es
más que el agradecimiento a una de las personas que propició que iniciara mi
cruzada revolucionara íntima a través de la cultura como la máxima y más pura
expresión de libertad. Y es que, el descubrimiento de su obra me llegó en los
años de instituto, época en la que ansiaba, quizá de manera inconsciente, referentes
que trascendieran del mero hecho de patear un balón con camisetas de rayas verdes,
que también ha tenido siempre su punto para mí por cierto. La cuestión es que,
desde el lugar que tengo la suerte de ocupar actualmente en la sociedad como
docente, me siento heredero de este legado: transmitir a los jóvenes el veneno,
entendido como la rebeldía a través de la cultura. Somos ellos y nosotros, los
que debemos elevar a nuestra tierra hasta el lugar que merece. Una tierra que,
por cierto, espero que te sea leve querido Juan Carlos.
Gracias, compañero. Buena letra, sí señor! Me encanta verla correr tan clara.
ResponderEliminarSaludos andaluces para todos.
Saludos reanudados. Me encanta verte por aquí, tan clarividente como siempre. Saludos desde la campiña sevillana y vuelve, que te esperamos siempre.
EliminarYa que tienes que andar liao pa ni entrar a contestar por aquí, compañero. Te deseo un Junio ajetreao( éso no te lo quita nadie) pero certero. Tómatelo con calma, como decía aquel Bepo barrendero de Momo, atendiendo cada barrida, y ya pasará...y así al menos te quedarás con buen regusto. Ánimo para la recta final. Un abrazo.
ResponderEliminarSemana de evaluaciones en 2º de Bachillerato, no te digo ná. Además, este curso, y será el último, como jefe del Dpto. de Formación, Evaluación e Innovación tengo que cerrar mil cosas burocráticas que me sobrepasan. Créeme si te digo que me ha faltado un miligramo de tensión más para romper la balanza y mandarlo todo muy lejos, mucho más lejos de nuestras costas.
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