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Seguro que te ha pasado alguna vez. Miras el libro de
instrucciones y no entiendes nada. Te quedas pensando por
qué no funciona, si aún puedes devolverlo a los grandes
almacenes. Pero qué pasa cuando es tu hijo el que no toma
bien las sintonías. El que no emite bien los sonidos o
equivoca los canales. O polariza el color y ve borroso. O tiene
un brazo más largo. O duerme todo el tiempo sin motivo. O
no te abraza. O no te reconoce. A quién le pides cuentas, cuál
es el teléfono de servicio. Quién te ofrece una garantía.
DATOS DEL POETA: Pablo García Casado (Córdoba 1972) es Licenciado en Derecho por la UCO. Ha publicado Las afueras
(DVD Ediciones, Barcelona, 1997), El mapa de América (2001) y Dinero (2007). En 2013, la
editorial Visor reunió su poesía en Fuera de Campo (2013). Su último libro se publicó en abril de 2015:
García, al que pertenece el poema de arriba. Su obra ha sido incluida en diversas
antologías de poesía española y traducida a varios idiomas. Actualmente
dirige la Filmoteca de Andalucía.
COMENTARIO:
Ignoro
si existe la llamada Generación Nocilla,
término que han
utilizado Elena Hevia y Nuria Azancot para referirse a un grupo de
escritores que fueron congregados a finales de Junio de 2007 en el
Atlas Literario Español. E ignoro también si García Casado estaba
entre ellos, aunque creo recordar que no se encontraba en esa selecta
lista inaugural. Ni falta que le hace, porque de hecho sí que cabría
en la categoría postpoética que ha inventado Agustín Fernández
Mallo.
Sin
embargo, dejémonos de categorías especializadas y centrémonos en
el poema. Nos encontramos ante un poema en prosa, sin rima explícita,
pero con ritmo intrínseco que emana de su lectura en voz alta, que
es como deben leerse los poemas y que hace de esta distinción una
mera ficción académica. Por otro lado, a ningún lector se le
escapa que el poema sorprende por el tratamiento inhumano del
escritor hacia esa persona (¡¿su propio hijo?!) que cosifica y
convierte en un artículo susceptible de cambiarse: “Te
quedas pensando por/ qué no funciona, si aún puedes devolverlo a
los grandes/ almacenes”.
Y aunque parece extraño que la poesía se utilice para tales fines,
creemos que dicho tratamiento es acorde con los tiempos que vivimos.
En la era de la globalización, de la globalización banalizada,
líquida, o del capitalismo de ficción que tan bien describe Vicente
Verdú, no es extraño un poema así, por mucho que nos pese si lo
abordamos desde una supuesta conciencia trasnochada. Pero creemos que
incluso al autor le resulta difícil defender esta poética. Hay al
final un resquicio para aquello que nos hace humanos, unos versos que
cobijan la esperanza. ¿Y si toda esta deshumanización de la que
hace gala el poema se debe a la falta de abrazos?, ¿y si nos hemos
olvidado de la importancia de las caricias en nuestro mundo por la
incapacidad de abrazar un cuerpo con naturalidad e inocencia?
Entonces, las cuentas tal vez, deberían de pesarlas a nosotros
mismos, que somos los responsables de semejante desaguisado.
En fin, “asumir que la
entropía es el orden natural de las cosas”, esto escribía acerca
de Agustín Fernández Mallo y la postpoesía, nuestro poeta de esta
semana. En fin, que ya es hora que, pese a las vicisitudes, la poesía
actual reivindique la capacidad de nombrar el mundo que nos rodea.
Aunque sea a costa de nuestra propia descendencia y nuestro modo
despersonalizado, consumista de estar en el mundo.
ACTIVIDADES:
- ¿Qué diferencias podrías establecer entre un poema en prosa y otro que tuviera rima? Haz una prueba en clase. Buscad poemas en prosa y leedlos a algún compañero o al profesor, sin que lo conozca previamente, y que establezca cuál está escrito en prosa y cuál no. Comentad el resultado de la experiencia.
- ¿Este poema te parece inmoral o inaceptable desde el punto de vista ético? ¿Desde qué perspectiva no lo sería?
- Establece la relación entre el contenido del poema y el título del mismo. ¿Qué otro título te parecería adecuado con el tono del poema?
- Busca información sobre la postpoesía y la generación Nocilla.
- Por curiosidad y si lo deseas, puedes indicar las reacciones un poco más abajo: divertido / interesante / aburrido. También puedes subir un comentario a la entrada, un blog se alimenta de ellos.
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