TODO BAJO CONTROL






Un lugar sombreado
gigantes que arrastran cabezas como pesados fardos.
Una paloma picotea los excesos del vino y las aceras
frente a un chiquillo alienado en su carrito
el móvil adherido
a su piel
al ingenio fosilizado.
Los uniformes desatan una furia esterilizada
dentro de lo esperado.
Los transportistas cabalgan entre sombras taciturnas
dentro de lo esperado.
Las maletas corren por encima de lo invisible
la quietud y la hambruna
dentro de lo esperado.
La apatía, el hartazgo
la vida que se escurre sin ningún propósito
todo
dentro de lo esperado.



DATOS DE LA POETA: Alba Seoane (Murcia, 1981). Poeta y narradora. Licenciada en Traducción e interpretación y estudiante de psicología. Participó en el evento poético Agosto clandestino en Logroño (La Rioja, 2023). Ha publicado los poemarios De tu boca, el despertar (2013), Todas las primaveras son pecado (2016), Homogénesis (2023) y Geografía de la intemperie (2024); también ha publicado relatos cortos dentro de antologías: El mar de Venus (2010). La Habitación de los Pájaros (2012), Epidermis (2012) y cuentos infantiles: Ferro, el muñeco de hojalata que quería ser un niño (2011) y Abel y el reino de cristal (2023).

COMENTARIOEn el París del siglo XIX, marcado por los cambios vertiginosos de la industrialización, surgió la figura del flâneur, un término que apareció por primera vez en la obra Las flores del mal (1857), del poeta Charles Baudelaire. Este personaje se definía por su forma de pasear sin rumbo por la ciudad, simplemente por el placer de caminar y observar. Lejos de ir con prisa o con un destino concreto, el flâneur recorría las calles con curiosidad, atento a cada detalle, como si la ciudad fuera un organismo vivo, palpitante, lleno de signos que leer. Su mirada era casi la de un antropólogo poético, interesada por los gestos, los ritmos, las pequeñas escenas cotidianas, los rostros anónimos, los objetos extraviados, los contrastes urbanos.

Hoy, sumidos en la prisa y pegados a las pantallas, hemos perdido en parte esa forma de estar presentes en nuestros paseos ocasionales por las calles. Rara vez salimos sin móvil o auriculares; caminamos más conectados a la nube que al suelo. Si algo nos llama la atención, lo fotografiamos al instante, lo subimos, lo compartimos. Pero ya no lo contemplamos, ni lo habitamos. Esta nueva forma de ver el mundo (de consumirlo, más bien) hace que nada se quede dentro. Todo se agota en el gesto de publicarlo. Nada nos transforma realmente, porque nada permanece. Es como si el afuera nos hubiera vaciado por dentro.

Y, sin embargo, el poema de esta semana nos invita a mirar de otro modo. Mirar y descubrir lo obvio y lo esencial, eso que pasa desapercibido precisamente porque es constante. Seoane detiene su mirada sobre lo que todos vemos y, sin embargo, casi nadie mira: la paloma hambrienta, el niño absorto en el carrito, los cuerpos que caminan vencidos por la rutina. Nada extraordinario, y sin embargo, ahí está el núcleo del poema. Porque en Todo bajo control, lo único que no está dentro de lo esperado es la capacidad de la poeta para mirar sin filtros, para nombrar con una lucidez afilada lo que siendo ordinario, puede convertirse en extraordinario.


Al describir escenas cotidianas con un lirismo que roza el surrealismo y que recuerda, en parte, a la estética de Huidobro o incluso al extrañamiento íntimo de Pizarnik, Seoane nos demuestra que nada que valga la pena está bajo control. En ese sentido, Seoane recoge la herencia del flâneur, aunque desde una perspectiva crítica y contemporánea, más cercana al extrañamiento que al paseo placentero. Su escritura denuncia esa quietud vacía que nos envuelve, ese absurdo planificado, esa belleza deformada que es un tópico con el que comulga la mayoría.

El poema se convierte, entonces, en una forma de resistencia. Resistencia frente a la anestesia emocional, frente a la rutina que uniformiza, frente al pensamiento automatizado. Cada imagen abre una grieta. Cada palabra del poema nos hace sentir que debemos desencajar, vivir, sentir, amar de otro modo. La repetición de dentro de lo esperado actúa así como una especie de mantra resignado, supone una crítica feroz a la domesticación de la vida. A la aceptación ciega de un mundo donde el hartazgo, la apatía y la alienación no solo son frecuentes, sino que se asumen como inevitables. Porque, precisamente, lo que define la vida es su descontrol, su fisura, su desborde. Todo lo que está verdaderamente vivo tiende al caos, a la incertidumbre. Todo lo que importa: el amor, el arte, la compasión, la dignidad, el asombro, está fuera de ese perímetro seguro y aséptico donde todo transcurre dentro de lo esperado.


Quizá lo que nos propone Seoane no sea tanto la nostalgia del flâneur, sino una actualización de su mirada. Una forma de pasear los ojos por el presente sin perder la capacidad de conmovernos, de cuestionar lo que parece normal. Porque lo verdaderamente subversivo hoy en día, lo revolucionario incluso, puede ser detenerse. Mirar abriéndonos a la posibilidad de que algo se desborde, como se desborda un río. Seoane nos recuerda, con ironía y dolor, que la vida debería escapar a ese control que clausura, que impide la sorpresa, que transforma la existencia en un ciclo estéril. Y es en ese gesto poético, en esa forma de mirar lo visible, donde reside su mayor fuerza: en desactivar el control desde dentro del lenguaje, devolviéndonos la posibilidad de sentir de otro modo esta vida, rodeado de lo que merece la pena, lo que más te ha movido por dentro.

Agradecemos a Alba Seoane su envío, ya forma parte de La Voz de la Poesía


ACTIVIDADES:
  • Inventa otro título para el poema y justifica tu elección.
  • Elige dos o tres imágenes del poema que te parezcan especialmente potentes. ¿En qué sentido pueden ser surrealistas?
  • Lee el Arte Poética de Huidobro. ¿En qué sentido puede adaptarse las ideas que expone Huidobro en esa poética con el de Alba Seoane?
  • Analiza el uso de la expresión “dentro de lo esperado”. ¿Qué efecto produce su repetición?
  • Resume en cinco líneas quién era el flâneur según el comentario. ¿En qué se parece a la voz poética de Seoane ? ¿En qué se diferencia? ¿Somos hoy capaces de mirar como lo hacía el flâneur?
  • ¿Crees que hemos perdido la capacidad de contemplar el mundo sin necesidad de compartirlo? ¿Qué ventajas y desventajas tiene esta actitud actual?
  • Desde aquí te proponemos un pequeño experimento: sal a la calle sin rumbo, sin móvil, sin prisa. Camina en silencio, con los ojos bien abiertos. Deja que la ciudad te hable. Escribe lo que ves en dicho paseo. 
  • O realiza esta actividad de Creatividad Literaria cuando nos estaba vedado salir a las calles por el confinamiento.



  • También puedes hacer estas actividades de Creatividad Literaria para salir de un mundo que no te gusta:




  • Alba Seoane nos ha enviado dos poemas más. Os lo dejamos a continuación. Elige uno y haz tu propio comentario. Déjalo más abajo si te apetece. O comenta lo que quieras de esta entrada.





Comentarios

  1. Bello es encontrar una poesía profunda, filosofía en verso en su fondo, revestida de forma ida, sostenida en el aire por el simple deseo de la brisa.
    Saludos. Dejo mi blog por acá.
    https://williamkeithsutherland-poesia.blogspot.com

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    Respuestas
    1. Gracias por participar. Y desde aquí le invitamos a participar en nuestro blog, por supuesto. Mándeme un mensaje a: amartin@lopezdearenas.net

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