ODA AL CENTRO COMERCIAL

 [...] en él el hombre pasa entre bosques de símbolos

que le observan con mirada familiar.

Charles Baudelaire

 

 Los nuevos adalides erigieron catedrales

repitiendo hasta la náusea formas —y no espacios—

donde proclamar sus glorias

                                                               y alabanzas.

 

Dentro no existe la noche ni el día,

en los templos del consumo

los hermosos artificios, las imágenes lumínicas

sacuden, convulsionan al creyente

cuyas cuencas vacías entrevén

en peregrinación semanal la tierra prometida;

y se arrodillan y rezan al Saint    Laurent,

cuya radiante distinción descienda sobre todos nosotros,

 

mortales.

 

Los elegantes lebreles adiestrados

ya reconocen cafeterías

y marcas clonadas por todo el planeta,

y eso les hace sentir

                                               muy bien.

                  

Las grandes cadenas repiten

a lo largo y ancho del globo

una misma música y un idéntico orden

de la vestimenta por tonalidades

que hace experimentar a sus clientes

una estabilidad estética                feliz.

 

Caminemos por las grandes superficies

al amparo de los símbolos del Capital

para sentirnos en casa. Sus signos

son

lo reconocible, lo inmutable,

las raíces familiares.

 

Bienvenidos, recién nacidos, al hogar. Papá y mamá

son dos multinacionales.

 

Carabelas aéreas vuelven a atravesar los continentes

pero el Mundo Nuevo                  es el mismo en todas partes.

 

No podréis huir ya pequeños lebreles

de vuestra casa paterna

 

                                                   para crecer.

Ya no hay viaje posible

ni escapatoria

para vosotros,

 

eternos pasajeros

en la tierra

de las copias vacías.

 



DATOS DE LA POETA: Maribel Andrés Llamero (Salamanca, 1984) realiza su tesis doctoral en Filología Hispánica en el ámbito del estudio del bilingüismo literario luso-español en la Universidad de Salamanca. Licenciada también en Filología Portuguesa y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, trabaja como profesora asociada de literatura en el departamento de lenguas modernas en la Universidad de Salamanca, al mismo tiempo que imparte clases de lengua y cultura españolas a extranjeros. Como creadora ha representado piezas breves de dramaturgia y ha participado en recitales poéticos y antologías. Ha publicado los poemarios La lentitud del liberto (Ed. Maclein y Parker, 2018) y Autobús de Fermoselle (XXXIV Premio Hiperión de poesía, ed. Hiperión, 2019).


COMENTARIO: El estilo del mundo resulta fácilmente identificable. Tiene los mismos rasgos en Nueva York y en Madrid, en Copenhague y en Sevilla, en este mundo globalizado, el centro comercial es el lugar de encuentro en el que los ciudadanos nos sentimos acogidos, seguros, todo tiene un cierto aire de familia, incluso, se puede confundir con nuestro hogar, como dice Maribel Andrés Llamero. El centro comercial se presenta como una metonimia de toda la sociedad: todo ha sido transformado en mercancía, incluso los propios deseos, la propia personalidad e incluso la dignidad humana. Un engaño que no hace distinción entre la noche y el día en cualquier caso. Pero, ¿cómo ocurre esto?

Aunque parezca paradójico, el mundo es muy diverso, sin embargo, la característica de nuestro mundo es tender a la homologación. Se propagan melodías y modas, el ocio y las últimas aplicaciones triunfan por igual en Francia que en Canadá, incluso los gustos, tan personales, tan sui generis parecen coincidir si comprobamos que bebemos un millón de Coca-Colas cada hora de cada día (ver datos aquí). En los grandes centros comerciales, se citan las parejas y los colegas, podemos ir al cine, entretenernos con las mismas palomitas que el resto del mundo y luego comer y seguir consumiendo sin salir de unos cientos de metros cuadrados. Todo está al alcance de la mano, todo al alcance de los bolsillos de la clase media. Al salir te puedes encontrar a alguien pidiendo, pero no molestan mucho y si insisten, la seguridad privada logra que se vayan sin llamar mucho la atención. La condición para entrar en esta nueva Ágora es, obviamente, poder gastar el dinero en lo que queramos, aunque todos y todas coincidamos en las misma elección, curiosamente.

Y, ¿qué consecuencias provoca? Las primeras consecuencias es la eliminación de los pequeños comercios, de familias que dependen de su pequeño proyecto para sobrevivir. En cambio, en los Centros Comerciales, las estrellas son las grandes marcas y corporaciones: todos los empleados y empleadas visten bajo la misma marca o logotipo, el orden y la pulcritud pesan más que los tatuajes que se vislumbren bajo la piel de los dependientes. Sus signos/son/ lo reconocible, lo inmutable. Ofrecen orden, seguridad, familiaridad, aunque el precio es vivir en un simulacro (Baudrillard), en una sociedad líquida, como diría el pensador polaco Bauman. Y aún así,  ¿podemos escapar?

Para Maribel Andrés no hay escapatoria posible. Y esto es descorazonador. La lucha es titánica y el cambio imposible porque el sistema capitalista, que no ofrece ya los mejores productos, sino sucedáneos de vida, vida virtual, pero vida al fin y al cabo, parece enraizado a nuestra propia condición humana. Resulta fácil dejarse llevar. Pero es fácil cuando olvidamos que el sistema se sustenta por la necesidad de sustraernos lo mejor de nosotros mismos, nuestra propia esencia. El tiempo de ocio debería ser el del crecimiento personal. Y, en muchas ocasiones, se convierte en tiempo de compra y de involución o estancamiento personal. Quizás, el sistema educativo debería enseñar también a usar ese tiempo de ocio como lo que realmente es: un tiempo vivido, íntimo, propio, que no se puede vender ni comprar con nada, porque lo que está en juego es nuestra forma de ser, lo que queremos ser, más allá de consumidores de última generación. 

Para terminar, queremos reconocer públicamente la generosidad de Maribel Andrés Llanero con nuestro Proyecto Aniversario. Supone un honor que una poeta, Premio Hiperión, haya querido colaborar con nosotros y con nuestro alumnado. Su apuesta al elegir el poema, contradice en parte, y bajo nuestro punto de vista, la conclusión pesimista del mismo. Si lo leemos, si lo analizamos en clase, puede que alguno o alguna se percate de las redes en la que estamos atrapados y pueda levantar la cabeza y actuar en consecuencia. Con la esperanza que esto ocurra en algunos lectores, alumnos y alumnas, cerramos el comentario de este duro poema que despertará más de una conciencia. 

ACTIVIDADES

  • El poema se inicia con una cita de Baudelaire, y no por casualidad. Para ir al Centro Comercial hay que moverse por la ciudad. Y eso es lo que hacía el flâneur, un término que se acuñó en el contexto de la incipiente industrialización en el París del siglo XIX. El poeta Charles Baudelaire lo menciona por primera vez en su libro Las flores del mal (1857) y con él describe a un personaje que camina sin rumbo por las ciudades sin ningún objetivo salvo el propio hecho de caminar. Sin embargo, pensar en él como un sencillo paseante es simplificar en exceso el concepto. Mira esta explicación:


Te proponemos una actividad que reivindica el patrimonio que no se ve, que no se puede comprar en un centro comercial. 
Haz una foto de aquello que parece que no tiene interés, lo que se pierde, lo que se esconde en una azotea, por ejemplo, en un rincón, en cualquier lugar que está cerca de nosotros y pasa desapercibido para el resto de transeúntes. Ponle un título a tu imagen y añade una breve explicación de tu fotografía.

  • ¿Recuerdas qué es una Oda, en poesía? ¿Por qué crees que titula así Maribel Andrés Llanero su poema? Inventa otros títulos posibles.
  • En el Comentario se afirma que el centro comercial es una metonimia de nuestra sociedad: ¿qué es exactamente una metonimia? Inventa tres más para definir nuestro modo de vida.
  • En el poemario del que está extraído este poema, la idea de una nueva sociedad basada en la alegría y la libertad, en consonancia con autores clásicos como Tomás Moro, Henry D. Thoreau, Michel de Montaigne y pensadores europeos de nuestros  días como Carl Honoré, Tristan García, Serge Latouche, David Le Breton y Frederic Gros aparece una y otra vez. Haced parejas e investigar el tipo de sociedad que proponen cada uno de los autores que se nombran en esta actividad.
  • Busca información sobre las característica de la sociedad líquida, según la concibe Zygmunt Bauman. ¿En qué sentido el poema de Andrés entraría dentro de esa categoría del sociólogo? Busca información sobre el concepto de amor líquido de este mismo autor. ¿Tiene alguna relación esa concepción del amor con el Día de San Valentín?

  • Hay un poema infantil en nuestro blog que coincide con el de esta semana: LO VENDO TODO. Compara ambos poemas, ¿en qué coinciden?, ¿qué diferencias destacarías entre ellos? 

  • Nuestra poeta publicó una carta muy emotiva para despedirse de su padre, puedes leerla íntegramente aquí: https://elpais.com/opinion/2020-12-26/conservaos-buenos.html ¿Aporta otra posible lectura de su poema? Explica tu posición.  Busca información sobre el modo que tiene Séneca y los estoicos de entender el placer y el dolor. Compara sus posiciones con las del epicureísmo. ¿Qué opinarían Séneca y Epicuro de la manera en la que tenemos de vivir nuestro tiempo de ocio en un centro comercial?

  • En el Comentario se cita la ciudad de Copenhague y aunque pocas veces el profesorado coincide con algunos alumnos y alumnas en gustos musicales, con Vetusta Morla sí ocurre. ¿En qué sentido la canción se puede relacionar con el poema de esta semana?


¿Conoces otras canciones que puedan relacionarse con la temática del poema? Compártelas.
 
  • Si te gustan las marcas, pero también el pensamiento crítico, te recomendamos hacer alguna campaña de contrapublicidad acerca del Día de San Valentín. O sobre el 8M que ya mismo celebraremos. Puedes seguir el modo de plantearlo de C. Porres o el de Consume hasta morir.


  • Otra opción es intentar hacer lo que nos propone Teresa Suárez y que denominamos Tráfico de Almas.



  • Lee el siguiente artículo sobre el impacto de los grandes centros comerciales y la huella ecológica que propicia, pincha aquí. Extrae del artículo las posiciones más relevantes. ¿A qué conclusión llegas?

  • También puedes dejar un comentario sobre el poema o sobre algunos de los aspectos tratados  en esta entrada.

Comentarios

  1. Lo de ' eternos pasajeros' suena más que a ninguna otra cosa a no llegar a ninguna parte. Tal es como lo describe la autora que si te tapan los ojos y te plantan en mitad de cualquier vía principal de cualquier ciudad importante al abrirlos tardarías más tiempo de lo razonable en reconocer dónde estás. Qué horror de uniformidad. No me gustan esos complejos destinados al consumo disfrazado de ocio. Prefiero un mercado de abastos a media mañana con productos de los pueblos colindantes y tampoco iba a entrar en pánico si no reconozco ninguno de ellos.

    Gracias por la publicación a ambos.
    Saludos.

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    1. Tienes razón, Isa. Pero además, en el poema no deja un resquicio para escapar de ese lugar que nos atrapa y que como bien dices, es un no-lugar, porque es cualquier ciudad de este a oeste, al menos en el hemisferio norte. Qué tristeza viajar, aunque sea a Roma, y decidir cómodamente comer en el McDonald’s de la Piazza di Spagna; sentirse seguro y contento de conocer la ciudad del amor en el Día de San Valentín... En fin, esperemos que este poema despierte conciencias entre los lectores y el alumnado.
      Y gracias de nuevo por leernos y participar con tus comentarios en esta historia, de la que formas parte por derecho propio.

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  2. Desde pequeños nos han dicho que somos diferentes al resto pero como se puede ver en el poema somos una globalización motivada por el consumo .

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  3. Con este poema he aprendido que para las grandes empresas somos números, soy Adrián

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  4. Irene Romero Morillas 4C
    Siempre hemos tenido en mente que somos diferentes y sobre todo de personalidad. Aquí tenemos el claro ejemplo de que no es así y de que hoy en día dependemos del consumismo.
    Debemos ser libres e ir cada uno por nuestra propia cuenta sin mismo estilo de vida.
    Tener personalidad es lo que nos hace diferente a los demás.

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  5. La globalización es un hecho. Hoy en día podemos decir que el mundo ya está globalizado. La globalización tiene su parte buena y su parte mala. Por un lado, es beneficioso el poder adquirir productos de todo el mundo sin ni siquiera tener que salir de tu país, o incluso desde nuestra propia casa. Por otra parte, la globalización provoca que muchas tradiciones desaparezcan, con lo que eso conlleva. Estamos perdiendo la cultura de nuestros abuelos y bisabuelos, cuya cultura consistía en aprovechar al máximo todo lo que se tiene. En su lugar, estamos entrando en una cultura del consumismo, haciéndonos dependientes de las tiendas y multinacionales. Tenemos que aprender a evitar esta dependencia y reducir el consumo excesivo de productos.
    Enrique 4ºA

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  6. Es cierto que vivimos en una sociedad de constante consumo y que esto puede llegar a ser perjudicial, pero también considero que cada uno es libre de consumir lo que quiera ya sea a una mayor p menor escala.

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  7. Pues sí, tienes razón, este mundo a cambiado no es como antes, pero creo que tiene sus más y sus menos, ahí cosas que sí cambiaría y otras no. Cambiaría el consumo de tantas personas , el que se crean que por tener mas cosas o ir a la moda vas a ser mejor que otros.
    (Lucía Carmona)

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  8. Bravísima, Maribel. Unos versos que no estaría mal que nos fuesen recordados a menudo, por ejemplo cada vez que nuestras entendederas sean martilleadas con la creencia de que esos centros comerciales son poco menos que el reflejo de la evolución humana (lo cual manda narices...). Y, más profundo aún: manera clara de expresar cuanto de significado sobre el consumismo o el estilo de vida de nuestras sociedades tiene este poema. Lo dicho, bravísima.

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  9. Saramago en La caverna trata muy bien el mundo creado por los centros comerciales, como autenticas ciudades donde es posible la supervivencia, con ese estilo del autor.
    Es evidente vivimos por el comercio como la pandemia esta dejando claro salud o economía
    Somos artículos y consumidores estamos dentro y fuera de los escaparates,dentro y fuera de las pantallas , somos un código de entrada o salida de un producto y lo mostramos sin pudor
    Comemos, vestimos, amamos, viajamos, vivimos ... Según catalogo

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  10. Con este poema he aprendido que hay cosa que si hay que cambiar y otras que no.
    (Alejandro Gil 4C)

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  11. George emanuel 4 A
    En un mundo cada vez más globalizado y poblado, hay que empezar a tomar conciencia acerca de los problemas que van a suceder si no se modera el consumo. Sin embargo, es algo que tiene que hacer todo el mundo, de nada sirve si una persona consume menos si otra persona consume el doble, y es algo muy difícil de conseguir a menos de que gobiernos y grandes empresas inciten al consumo moderado.

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  12. Ángela García 4ºA
    El mundo está prácticamente globalizado y estamos rodeados constantemente de publicidad, que nos engatusan por su aparente atractivo. Esto nos incita a consumir productos de manera razonable pero otras veces se consume de manera compulsiva. Las grandes empresas les están quitando el protagonismo a las tiendas locales, tradicionales, que lucharon mucho por salir adelante. Debemos de ser más responsables a la hora de adquirir productos y sacar el mayor beneficio a lo que tenemos.

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  13. Miriam martin 4C
    No somos diferentes para el consumismo, para ellos somos cifras de números tenemos que ser más responsable a la hora de consumir

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  14. Esther Diéguez Pérez 4ºA.
    Estamos atados a una sociedad guiada por las empresas consumistas que nos incitan a comprar con mensajes en la publicidad que inconscientemente seguimos por ser parte de la novedad, de la nueva moda, de encajar. Así, nuestra compras en grandes empresas, van dejando en la sombra a aquellas pequeñas tiendas, haciendo más difícil que puedan conseguir continuar en su trabajo. Hay que cambiar esto, hacer la compra más moderada y ayudando a los pequeños locales a seguir adelante.

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  15. Con este poema hemos aprendido que hay cosa que esta bien y hay otras cosa que se deben cambiar para hacerlo bien.(Alberto Morente 4C)

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    1. Es una forma de decirlo y de no decir nada..., si lo piensas...

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