ENFERMO DE GEOGRAFÍA (Poema para el Día de Andalucía)
Caminaba distraído por el mundo
entre voces de ladrillo y fruta de temporada
mi sombra me hacía de vez en cuando un guiño
y entonces me acercaba al cerezo o al manzano
y luego los bordes de las baldosas
me convertían en funambulista
y perdía el tiempo por no perder el equilibrio
y miraba con sonrisa y un poco de miedo
y un poco de frío y un poco de sol
y en la plaza don Primitivo me recibía,
cogía mis patillas y me elevaba hasta el cielo
(un cielo infierno)
como castigo por no haber asistido a misa.
No recuerdo muy bien sus palabras
pero aquel día, arrinconado al kiosco de Pura
aprendí lo que significaba ser andaluz
y sentirse enfermo de geografía.
DATOS DEL POETA: Tirso Priscilo Vallecillos (Motril, 1972) es diplomado en Ciencias Sociales, filólogo (especialidades de Románicas e Hispánicas), antropólogo y máster en Escritura Creativa (Premio extraordinario), vive en Sevilla, donde trabaja como profesor y asesor de formación. Combina estas actividades con la escritura y la impartición de talleres de creatividad y performance. Algunos de sus textos aparecen en revistas, blogs y antologías. En solitario ha publicado los poemarios Subway y Viejos; relatos, Libro de Cocina Tradicional Caníbal; aforismos, Homo pokémons; las plaquettes Escribir y Noticiario y el libro híbrido Cartografía urbana del deseo. Como novelista destacamos El discurso (2019). Finalista de los premios internacionales de poesía Ciudad de Valladolid (2017) y Ciudad de Almendralejo (2018), busca nuevos formatos para acercarse al lector en la maquetación y estructura de sus libros, así como en la presentación de los mismos a partir de performances participativas. Su última obra es un álbum ilustrado que lleva el sugerente título: El niño de los zapatos rojos. Próximamente verá la luz su nuevo libro de aforismos Breve Tratado de Autoridades… Y también un nuevo poemario que lleva por título Los feroces años veinte, con la magnífica editorial Huerga y Fierro. Enfermo de geografía , pertenece a Entrevista a Albert Einstein, Premio Internacional de Poesía Federico Muelas (2021), que se falló hace apenas unos días.
COMENTARIO: Cualquier andaluz está harto del aquellos que no paran de demostrar, cayendo en tópicos, lo ignorante que somos en este país. Si pudieras escucharme, en vez de leer estas líneas, ese harto, sería con j: “jarto”. Pero, no porque yo no sepa hablar, sino porque harto viene del latín “farctus”, y la f cambió por la h en castellano (como muchas otras palabras, claro), pero por influencia del euskera (¡mira la de vueltas que dan las palabras, mira que ignoramos que cualquier palabra contiene una amalgama de orígenes en su seno!) se empezó a pronunciar ‘jarto’ y hoy esa pronunciación ha quedado en zonas de Andalucía.
Las palabras tienen su origen, viajan, a veces, vuelan y se
posan en una zona determinada y se sienten tan a gusto, tan queridas, que, al
cabo de las gargantas y los siglos, parece tan propia de una zona determinada
que se establece ahí y empieza a formar parte en la propia idiosincrasia del
lugar. Parece incluso mimetizarse con el
clima. Con la pronunciación ocurre lo mismo. Lo de “jarto” o “jambre” (que
seguro que te ha venido a la mollera) fue un fenómeno extendido en la zona
castellano hablante en la Edad Media. Pero se fue perdiendo y se quedó en la
zona de Andalucía occidental y Extremadura. Y ahora, en televisión o en la
radio, cualquiera se ríe si se pronuncia como antaño, mucho más pegado al latín
que otras modalidades mucho más modernas, pero que van de ortodoxas (¡qué
ridiculez la ortodoxia en el ámbito de la libertad de hablar!). Como si el
lenguaje, salvo en las clases de lengua, tuviera que respetar reglas impuestas
desde y para siempre. El latín es nuestra lengua madre en casi todo lo que
conocemos hoy como España, pero cada una de las lenguas hijas se ha hecho a su
manera, han crecido y se han desarrollado a su aire y en consonancia con
aspectos sociales, económicos, históricos, geográficos, etc. De esa
diversificación por zonas, ciudades, pueblos y calles surgen a su vez las
lenguas romances. Y fue como el latín perdió su cohesión interna. Básico, ¿no?
Pues nada, nos empeñamos en olvidarnos de todo esto y muchas más cosas cuando
nos referimos al habla andaluza y, por extensión, a Andalucía.
El poema de Tirso además ahonda en un paralelismo injusto
que ha ocurrido también con Andalucía y, por inclusión, con los andaluces en
muchos lugares de nuestro propio país. Otro exilio interior que reivindicar,
por cierto. El andaluz que ha tenido que marcharse de su hogar, de su terruño,
por razones diversas, aunque la mayoría de los casos tuviera que ver con una
razón económica desfavorecida, sin formación, ha sido muchas veces el blanco de
críticas, ninguneado, cuando no maltratado, e incluso vilipendiado. Así ha sido
la historia de nuestro país con los que están en dificultades o en posiciones
de desventajas, para escarnio de lo español.
Pero, y los andaluces, ¿cómo somos? Yo, particularmente, no
lo sé, porque en un mundo globalizado, los valores del capitalismo, de la
globalización económica posee más fuerza identitaria que otras peculiaridades
más cercanas. Además, cada uno es hijo de su padre y de su madre, y desde la
cuna, se marcan diferencias. Aún así, hoy, Día de Andalucía, no estaría de más
reconocernos en el poema de Tirso para pensar en qué significa ser andaluz. Y,
entonces, podemos llegar a una bella consideración: para ser andaluz no se
necesita ir contra otros, el andaluz es integrador, se siente en casa en cualquier
lugar, condena la intolerancia, rechaza la violencia y, sobre todo, lanza un
grito de libertad, de libertad de pensamiento, de libertad de expresión, de
libertad de elección en todos los ámbitos (religiosos, familiares, amorosos,
sexuales, etc.) y reivindica la tierra, un justo reparto de la riqueza de la
tierra que habitamos todos los pueblos del mundo.
Ya es hora de parar los pies a los Primitivos de turno, con
sotana o sin ella, que intentan imponer por la fuerza, desde su zona
privilegiada, un modo único de hablar, de pensar, de sentir, de ser. Incapaces
de comprender la ilusión de un niño pequeño que se relaciona con el mundo con
naturalidad, con ilusión, con imaginación, aunque se distraiga. Un niño, un
andaluz en un pequeño pueblo de León, que es capaz de convertir lo que le rodea
en un mundo más amable y mejor, más bello. Ojalá comprendamos y sepamos
defender con inteligencia y con valentía a ese pequeño que se le castiga sin
consideración. En nuestro Himno está esa llamada a rebelarse contra la sinrazón
y los privilegios que impiden un mundo más justo. Por eso hoy es un buen día
para escucharlo y comprender que cualquier persona, cualquier alma que lucha
por la igualdad y la libertad tiene alma andaluza como el que más.
Agradecemos desde aquí la disponibilidad y generosidad de
Tirso Priscilo Vallecillos con nuestro Proyecto Aniversario y creemos,
sinceramente, que su poema se va a entender perfectamente por los lectores de
este blog fuera de las fronteras geográficas de Andalucía, porque lo que
describe se puede interpretar y leer desde otras posiciones, que no tienen que
ser la desarrollada en este comentario, por supuesto. Esa es la grandeza de la
poesía en general y de este Enfermo de Geografía, en particular. Pues
cualquiera siente la carencia cuando te maltratan por ser cómo se es, un niño
juguetón, en el caso del poema, una persona con pensamientos y sentimientos propios
como cualquier otra, sin cortapisas, sin ataduras, libres y amantes de la
justicia. Un andaluz, por tanto.
ACTIVIDADES:
- Explica con tus palabras el sentido del título del poema.
- Blas Infante captó desde el principio la concepción abierta y universal de Andalucía. Busca información sobre su vida y sobre la importancia de su lucha para la Historia Andalucía hoy en día.
- Según la Constitución, Andalucía es una Nacionalidad Histórica dentro de España. Busca exactamente los artículos que establecen ese concepto para Andalucía. ¿Qué significa exactamente desde el punto de vista jurídico?
- De la letra de nuestro himno, ¿qué valores podrías extraer respecto a lo que significa ser andaluz? ¿Crees que esos valores se pueden extrapolar al resto de pueblos del mundo, al resto de la Humanidad?
- Escucha algunos de estos vídeos, no exento de humor en algún caso:
- Visita las siguientes entradas dedicadas a la misma efeméride. ¿Qué poema te gusta más? ¿Cuál te parece más acertado para definir Andalucía? Explica tus decisiones.
- Y, si quieres, deja un comentario en esta entrada...
Leyendo, viajando, escuchando a gentes de diferentes lugares, lograremos entender su idiosincrasia. Comprenderemos que en el fondo todos somos personas, con nuestras particularidades y nuestras similitudes. Cada uno con nuestros anhelos. Entonces comenzaremos a respetarnos, caerán los estereotipos y nos enriqueceremos individualmente. Y, por tanto, de manera colectiva.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Cristina. Para respetar al otro, nada como abrirse a ellos. Gracias por participar. Un saludo y te esperamos otras semanas.
EliminarMagnífica entrada en el blog, poema muy bien elegido y el comentario es una clase magistral de Historia de la lengua. Enhorabuena Antonio!
ResponderEliminarGracias.
Gracias a ti Nani por participar en este blog. Tirso se puso a tiro y no dudó en seguir colaborando con nosotros. Por cierto, Te lo recomiendo encarecidamente, es un gran poeta y muchas cosas más...
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