INSOMNIO
INSOMNIO
La vida dura demasiado poco.
No da tiempo a hacer nada. No hay manera
de reunir los suficientes días
para enterarte de algo. Te levantas,
abrazas a tu novia, desayunas,
trabajas, comes, duermes, vas al cine,
y ni siquiera tienes un momento
para leer a Séneca y creerte
que todo tiene arreglo en este mundo.
La vida es un instante. No me explico
por qué esta noche no se acaba nunca.
La vida dura demasiado poco.
No da tiempo a hacer nada. No hay manera
de reunir los suficientes días
para enterarte de algo. Te levantas,
abrazas a tu novia, desayunas,
trabajas, comes, duermes, vas al cine,
y ni siquiera tienes un momento
para leer a Séneca y creerte
que todo tiene arreglo en este mundo.
La vida es un instante. No me explico
por qué esta noche no se acaba nunca.
Luís Alberto de Cuenca
(En El hacha y la rosa, 1993)
DATOS DEL AUTOR:
Luis Alberto de Cuenca
(Madrid, 29 de diciembre de 1950). Es doctor en Filología Clásica,
ha sido Director de dicho Instituto y de la Biblioteca Nacional. De
obra poética destacamos La caja de plata (Sevilla, 1985), que
obtuvo el Premio de la Crítica en 1986. El otro sueño
(Sevilla, 1987), El hacha y la rosa (Sevilla, 1993), Por
fuertes y fronteras (Madrid, 1996), y Los mundos y los días.
Poesía 1972-1998 (Madrid, 1999). Posteriormente ha publicado Sin
miedo ni esperanza (Madrid, 2002).
COMENTARIO: (Nota
preliminar: Este poema responde a una situación personal
concreta. Y el comentario, por tanto, está mediatizado por esa
circunstancia. Pido perdón de antemano por esta falta de decoro,
pero ahí va).
La vida dura demasiado
poco. Y se acortan las horas, no solo por la cotidianeidad de los
días repetitivos, ("te levantas", "desayunas",
"duermes"), monótonos ("trabajas"), sin pasión
("abrazas a tu novia") o de baja intensidad ("vas al
cine"), sino también, porque no sabemos medir nuestras fuerzas
para llevar a cabo todos los objetivos que te marcas a medio y largo
plazo. El poeta lo sabe, y hace un guiño irónico a la filosofía
estoica de Séneca (si estoy en lo cierto, todos estos problemas
temporales se solucionan o entregándose al instante único y
repetible, por ejemplo, de abrazar a tu novia o saborear una tostada
con jamón como si fuera la primera y la última vez; o bien,
suicidándote si la vida duele demasiado...), para aparentemente
mostrarnos una paradoja final en forma de pregunta que da sentido al
título del poema: "por qué esta noche no se acaba nunca".
En mi caso, precisamente, ocurre por haberme cargado de demasiado
trabajo y necesito leer más a Séneca y aprender de nuevo cómo
abrazar a mi mujer para poder dormir tranquilo y aprovechar las pocas
horas que dedico al sueño.
Es un poema precioso con una reflexión a la altura. Enhorabuena por esta iniciativa. Tomo nota.
ResponderEliminarHola Laura, gracias por el mensaje, lo acabo de ver. Yo tb vuelvo a él de vez en cuando, ya ves, cuesta aprenderlo de memoria. Reconozco que somos torpes con las cosas que merecen la pena.
EliminarGracias por el mensaje. Puede navegar por este inmenso mar de poemas. Hay muchas posibilidades para disfrutar, aprender, reír, llorar, amar...
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