CIEN MIL MILLONES DE POEMAS (21 de marzo, Día Mundial de la Poesía)
Hay música de lobo en las calles de
enero (Jordi Doce)
Sus letras son de un hombre que en mi
mente camina (F.J. Irazoki)
la sangre riega el torso la luz ríe y
declina (J. Azpeitia)
En todos esos panes que encharcan el
sendero (F. Aramburu)
El último dios libra su oráculo
extranjero (S. Auserón)
El alma es sólo hierba, granos de
arena fina (Rafael Reig)
El cuerpo, pan mojado, se ha vuelto luz
mezquina (F. Aramburu)
Haciéndome a mí pobre hasta en el
desespero (V. Molina Foix)
Ni siquiera la nieve sabrá domar la
mente (Jordi Doce)
Cuando el temblor se inicia y demanda
obediencia (Pilar Adón)
Como el ritmo del mar, contrario al
continente (Marta Agudo)
Huyen vanos y alados mis sueños de
clemencia (J. Azpeitia)
Como un ancla de piedra que gira
incandescente (S. Auserón)
No está en venta el paisaje que
inventó la carencia (J. Valero)
DATOS DE LOS POETAS: Como veis más
arriba, son 10 poetas, escritores o músicos los que prestan sus
palabras para celebrar el DÍA INERNACIONAL DE LA POESÍA. Señalamos
entre ellos a Jordi Doce porque él ha sido el responsable de que
haya sido posible lo que entenderéis viendo el vídeo de más abajo.
Si pincháis aquí, conoceréis a este poeta.
COMENTARIO:
Lo que presentamos aquí
es un soneto creado para este blog. Es decir, puede que alguien haya
hecho la misma elección que tenéis arriba, pero desde luego no está
publicado como tal. Busca en cualquier buscador y si encuentras la
misma selección que la nuestra, habrás encontrado una aguja en un
pajar y yo me cortaré un dedo. Y es que el soneto anterior es una de
las posibilidades, dentro de los Cien mil millones de poemas (10
sonetos de 14 versos combinables entre sí, es un total de 10 elevado
a 14, son cien billones, no cien mil millones), que pueden
componerse con el libro ideado por Raymond Queneau y que Jordi Doce y
el resto han elaborado para homenajear al francés. Como podéis
imaginar nos encontramos ante un libro imposible de leer, Eduardo
Vilas en un breve epílogo lo explica: “un hombre que leyera sin
dormir, y sin descanso para beber o para comer, a un ritmo de soneto
por minuto, no terminaría su lectura en menos de doscientos millones
de años”. Y es que este libro es como la vida misma: ir eligiendo
cada verso es dejar otras posibilidades atrás. Las combinaciones son
muchas, pero en cada toma de decisión, sustraemos otras
combinaciones posibles. ¿Cómo acertar, por tanto? Imposible saberlo
de antemano. Sin embargo, es curioso que con la propuesta de
Queneau/Doce siempre sale un poema que puede leerse, será más o
menos brillante, será más o menos acertado, pero todos tienen
sentido. Y esa es la magia de la poesía y de la vida: elijamos lo
que elijamos, siempre acertamos -aunque con la elección, abandonemos
otras lecturas, otras posibilidades vitales.
Creemos, por
consiguiente, que es un buen modo de celebrar el DÍA INTERNACIONAL
DE LA POESÍA.
ACTIVIDADES.
- En otra ocasión, estamos de vacaciones pasionales.
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