LA MANCHA
LA MANCHA
Desisto, cedo, renuncio, abandono
Mi esfuerzo inútil, mi irrisorio afán.
He probado jabones, detergentes,
Sustancias diseñadas contra el estrago.
Todo en vano: la mancha no se irá
De la camisa blanca. Su baldón
Fue producto del vino de la amistad
Consumido en afecto y calma.
La amistad indispensable no dura mucho.
El acuerdo encalla de pronto
En los filos de la discordia.
Porque nada es firme. Todo se va.
Sólo la mancha sigue aquí
Como una huella de sangre.
¿Qué significa, cuál crimen
Se empeña en reprocharme la imborrable?
COMENTARIO:
Desisto, cedo, renuncio, abandono
Mi esfuerzo inútil, mi irrisorio afán.
He probado jabones, detergentes,
Sustancias diseñadas contra el estrago.
Todo en vano: la mancha no se irá
De la camisa blanca. Su baldón
Fue producto del vino de la amistad
Consumido en afecto y calma.
La amistad indispensable no dura mucho.
El acuerdo encalla de pronto
En los filos de la discordia.
Porque nada es firme. Todo se va.
Sólo la mancha sigue aquí
Como una huella de sangre.
¿Qué significa, cuál crimen
Se empeña en reprocharme la imborrable?
DATOS DEL POETA: José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939-2014), estudió Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue traductor de autores ingleses (Tennesse Williams, T. S. Eliot…), colaborador de prensa, ensayista (El derecho a la lectura, 1984; La hoguera y el viento, 1994), escribió cuentos como La sangre de Medusa (1955), El viento distante (1963) o El principio del placer (1973) y novelas como Morirás lejos (1967) y Las batallas en el desierto (1981). Pero sobre todo poeta. Gran parte de su obra poética está recogida en el volumen Tarde o temprano (Poemas, 1958-2000). Este poema lo he encontrado en Como la lluvia (Colección Palabra de Honor, de Visor Poesía).
COMENTARIO:
Cada vez que se habla de amistad, me acuerdo de las cartas
de Séneca a Lucilio. El estoico, y en esto coincidía con Epicuro, señala que compartir
una experiencia con alguien nos hace mucho más felices que tenerla para
nosotros mismos: hay que consumir el vino en afecto y calma con los amigos. Y
reconozco que mucho de los mejores momentos de mi vida han sido compartiendo
con ellos una cerveza –y más de una. Esos momentos forman parte de recuerdos
imborrables y forman parte de mi forma de ser y entender la existencia. Pero Séneca
estaría de acuerdo con José Emilio Pacheco, al reconocer que la amistad indispensable no dura mucho.
Aunque hay algunas excepciones a la regla, pero creo que en
general tienen razón: El acuerdo encalla
de pronto/ En los filos de la discordia. No creo que se pueda ser amigo de
alguien que choca radicalmente con nuestros principios. Podremos compartir
experiencias, estar de bromas e incluso hacer viajes juntos: nuestras vidas
están llenas de estos momentos superficiales y necesarios, tal vez, pero improductivos.
Sin embargo, cuando algo se rompe, solo queda la mancha. Y resulta irrisorio intentar persistir en lo que
ya está acabado. Puede que nuestra conciencia cristiana, esa que nos hace
sentirnos culpables por principio, y que nos fuerza a seguir intentando
reconstituir la amistad nos hagan probar todo tipo de remedios para el acercamiento. Y puede incluso que
probemos con sustancias diseñadas contra
el estrago. Pero el estrago no desaparecerá: la mancha sigue aquí/ como una huella de sangre.
La solución es obvia: hay que acabar por reconocer que todo se va. Pero, modestamente añado,
que es bueno acabar con ese tipo de amistades que ahora llaman tóxicas. Todo lo
negativo hay que eliminarlo: aunque sea tu amigo, tu padre, tu madre, tu hijo o
tu amor... La mancha seguirá ahí, pero no hay ningún crimen, no hay más
reproches. Sí habrá otras amistades con las que mancharse de nuevo la camisa. Y
si no se encuentran, todavía deberíamos pensar como Nietzsche: si no hay nada
que amar, lo mejor es pasar de largo.
ACTIVIDADES:
- Busca referencias de Séneca y Epicuro. ¿Cuáles eran sus principios éticos más relevantes?
- ¿Qué concepción de la amistad tenían ambos? ¿Cuál de ellas coincide más con tu definición de amistad? Explica tu posición.
- Te propongo un juego: crea nombres y marcas de jabones, detergentes y sustancias diseñadas contra el estrago. Puedes inventar también un eslogan para esos productos y sustancias. Si quieres además, puedes crear tus propios logotrips al respecto. (Para hacer un logotrips, pincha aquí, algunos alumnos ya han experimentado con lo que hace Cristian Porres, pincha aquí).
- ¿Cuándo una amistad se convierte en una relación tóxica para ti?, ¿es necesario intentar recomponer siempre las amistades?
- ¿Qué te parece la posición de Nietzsche que aparece al final del Comentario?
- Puedes subir un comentario a esta entrada, un blog se alimenta de ellos.
- Por curiosidad y por si lo deseas, puedes indicar las reacciones a esta entrada un poco más abajo, marcando: divertido / interesante / aburrido
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias compañera, pero lo primero es lo primero: el poema es mejor que mi comentario, por supuesto. Un abrazo.
EliminarTenemos suerte de tener amigos, verdad?
ResponderEliminarBueno, depende. Lo mejor es tenerlo, pero si no merecen, distancia y punto.
EliminarEste poema, además de hacer recordar a la amistad de Séneca y Lucilio, filósofos de la Grecia Clásica, se relaciona con la filosofía de Nietzsche por varios aspectos. Tal y como se dice en el comentario, ante la ausencia de algo, tenemos que aceptarlo y pasar a otra cosa. Desde mi punto de vista podría asimilarse con el nihilismo debido a que este establece una ausencia de valores (nihilismo pasivo), y ante esta ausencia propone valores nuevos (nihilismo activo). De la misma forma, debemos dar una amistad tóxica por acabada (nihilismo pasivo) para establecer otras mejores (nihilismo activo) o quedarnos sin la tóxica simplemente.
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