MATEMÁTICAS FUERA DEL TIEMPO

MATEMÁTICAS FUERA DEL TIEMPO

Escribo a x b = c
sabiendo que la igualdad sólo vale fuera del tiempo.
Efectuar el producto de a x b
toma mucho menos tiempo que factorizar c en a x b;
y si a y b tuvieran un millón de cifras,
su producto sería irreversible a escala de la vida humana.
Pero escribimos a x b = c sin temblor, con inconsciencia,
sin advertir esos vértigos,
y creemos que las matemáticas son creación nuestra,
cuando, de hecho, simples igualdades aritméticas
sólo son estrictamente verdaderas
en la eternidad o fuera del tiempo.


DATOS DEL POETA: David Jou i Mirabent (Stiges, 1953) es un físico, científico catalán. Estudia e investiga aspectos históricos y culturales de la ciencia. Y es doctorado en Ciencias Físicas por la Universidad Autónoma de Barcelona, en la que es catedrático de Física de la Materia Condensada. En este ámbito ha recibido muchos premios y reconocimientos por sus investigaciones. Pero también es un poeta prolífico con más de 15 poemarios en su haber.
Este poema pertenece a πoetas, Primear antología de poesía con matemáticas, de Amargord Ediciones.


COMENTARIO: Cada vez que traemos un poema que aborde aspectos científicos, matemáticos, físicos, etc., este espacio amplía las posibilidades de repensar los límites de la poesía y, por extensión, de la literatura. En el caso del poema de David Jou, partimos de una operación sencilla aparentemente: a x b = c. Pero esas incógnitas pueden esconder un mundo inabarcable (si a y b tuvieran un millón de cifras) y entonces aparece la técnica para solucionar el entuerto, basta con factorizar, es decir, con descomponer o simplificar dicha expresión. Lo anterior podemos pensarlo desde muchas perspectivas y usar algún ejemplo. Si a es la pasión o el deseo, y b es la complicidad o las afinidades que encajan, la multiplicación de ambos términos puede dar como resultado el amor verdadero: c. Y, sin embargo, aunque pudiera ser exacto esta igualdad, sabemos que si a y b escondieran un millón de circunstancias (todas las que se dan entre las parejas, todo aquello que afecta por cuestiones familiares, laborales o el inevitable paso del tiempo, que no deja de ser una entre otras...), entonces no sería tan simple el cálculo: su producto sería irreversible a escala de la vida humana y el resultado sería distinto al amor, supongo.
Quedémonos ahora con esto último: descomponer, simplificar para intentar resolver una ecuación que se nos antoja difícil. En cualquier caso, David Jou nos recuerda que al factorizar, al usar la simplificación cometemos cierto atropello. Y en esta verdad matemática vislumbro yo el espíritu de nuestro tiempo. Vivimos una sociedad simplificada, tan sencilla que un adolescente es capaz de entender la estructura del mundo que le rodea: sabe cómo funciona un cajero y como pedir comida a domicilio; conoce todos los vericuetos para moverse por el mundo virtual de adultos sin que nadie sospeche su edad; comparte la misma pasión y se divierte con los mismos espectáculos que sus padres -ya sean deportivos o los últimos reality shows. Se simplifican los contenidos de los planes de estudios, se banaliza el esfuerzo intelectual porque "todo lo que podemos conocer está en google". Vivimos en un mundo en que el compromiso social ha desaparecido o se ha sustituido, a lo sumo, por un golpe de ratón, lo que se ha dado en llamar una ética sin dolor: sin compromiso personal, nos bombardean con injusticias a todas horas y nos indignamos un poquito, pero no tanto como por optar por hacer algo para cambiar esa situación. La vida en la sociedad líquida, en la acertada expresión del recientemente desaparecido Zygmunt Bauman.
Y así, escribimos y no pasa nada. El papel soporta cualquier envite, no se queja, asume su rol pasivo y somos capaces de jugar con el infinito o poner sin temblor ni vértigo que todos somos iguales en una parrafada en las redes sociales esperando el retweet o el Me Gusta de turno para sentirnos en compañía. Experimentos de pluma y papel. Juegos para desviar o aplazar la vida o la muerte. Así que es casi preferible que las matemáticas estén fuera del tiempo, así habrá algo puro en nuestro mundo inauténtico, aunque sus aciertos nada aporten a la vida real. Porque nada ni nadie vive en la eternidad o fuera del tiempo, ni yo, ni tú, ni el amor, me temo.

(Aunque, por otro lado, podemos intentar traducir las expresiones matemáticas a situaciones cotidianas como en el ejemplo de arriba. Al menos así fomentaremos la creatividad literaria a lo OULIPO. Vamos a ello).

ACTIVIDADES:
  • Pon en el buscador de este mismo blog "matemáticas". De todos los poemas que aparecen, ¿cuál te parece más interesante? Explica tu elección.
  • Busca información relevante sobre Zygmunt Bauman e infórmate sobre sus tesis sociológicas. ¿Te parece acertada la relación de sus posiciones con lo que se mantiene en el Comentario acerca de nuestra sociedad actual?
  • Se conoce como pilish a un estilo de escritura realmente singular. Consiste en que la longitud de las palabras consecutivas coincidan con los dígitos del número pi (π): 3,1416 Intenta crear un texto o un poema siguiendo los dígitos del número π.
  • Puedes intentar un poema en el que el número de versos de cada estrofa sea esos dígitos. Es decir, la primera estrofa 3 versos, la segunda 1, la tercera 4... 
  • Convierte cualquier expresión matemática, cualquier fórmula de física o de cualquier otra ciencia en un texto literario, narrativo o poético.
  • Otra opción más sencilla es realizar la siguiente actividad: CRECER O DECRECER... ESA ES LA CUESTIÓN o incluso intentarlo con el lenguaje de la lógica, otra forma de cálculo mental. La actividad está aquí: DEPURA LÓGICA.
  • También puedes subir un comentario, un blog se alimenta de ellos.
  • Por curiosidad y por si lo deseas, puedes indicar las reacciones a esta entrada un poco más abajo, marcando: divertido / interesante / aburrido

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