ESCENA CON NIÑOS

Estalló la rabia, ese sentimiento primitivo

de espuma pegajosa y amarga.



La ira soberana entraba por la nariz

como un aire salado que saturaba los pulmones de los náufragos.



Estalló la rabia ciega tratando de abrirse paso en la oscuridad del mundo,

su desesperación era el epígrafe de los desplazados

que abarrotaban las lanchas llevando en sus brazos

a sus hijos asustados, rígidos, por los gritos y el frío del mar.



Esencia de vida arrebatada, instante compartido con un gesto

en todas las pantallas de un siglo que presume

de tener el poder de verlo todo al mismo tiempo.

Infinitas pantallas de plasma, superficies táctiles,

espejos de luz para asomarnos al abismo de los desesperados

y ser espectadores, mirones en un anfiteatro sin gradas

donde los gladiadores son ahora los niños esclavos de las guerras

que salen a luchar contra las olas.



Ilusión transparente que reparte sonrisas con las manos,

el poder de un tiempo cibernético donde los pulgares alzados

no entienden de clemencia ni saben descifrar el espanto

de los que escapan del infierno y se vuelven mortales

ahogados en la playa.



La muerte ya no era el esqueleto apoyado en su guadaña,

su imagen medieval dejaba paso a la iconografía

de los cuerpos vestidos de niñez sobre la arena.



DATOS DE LA POETA: Ana Merino (Madrid, 1971), Licenciada en Historia Moderna y Contemporánea por al Universidad de Madrid, catedrática y fundadora del MFA de escritura en español en la Universidad de Iowa, colabora con distintos medios como articulista. Además, ha escrito teatro y novelas. De hecho, hace unos días recibió el Premio Nadal 2020 por El mapa de los afectos. Entre su obra poética destacamos: Los días gemelos (1997); La voz de los relojes (2000); Juego de niños (2003); Curación (2010) y Los buenos propósitos (2015), entre otros.


COMENTARIO: Traemos este poema aquí desde la indignación más absoluta, desde esa rabia de espuma pegajosa y amarga. Una historia desgarradora que esta semana ha recorrido las conciencias de cualquier persona que verdaderamente lo sea. Sí, nos referimos a la noticia que ha sacudido con horror lo que nuestros ojos no han podido ver en directo, a través del plasma, pero que tan solo imaginarlo, ruboriza a nuestra sociedad del espectáculo. El 8 de enero, la prensa se hizo eco del nacimiento y la muerte de un bebé en una patera que se dirigía a las islas Canarias.

Un capítulo estremecedor de la Historia Universal de la Infamia al que es muy difícil acercarse mediante la razón y las palabras. Sin embargo, Merino, lo intenta a dos voces: desde la posición de los inmigrantes, náufragos, en muchos casos y, desde la posición cómoda de los que estamos al otro lado del mundo, al otro lado de las pantallas, aunque pisemos la misma tierra y las mismas playas para nuestro escarnio.

La ira de los que claman en nuestros televisores una solución a esta injusticia, apenas nos llega o tiene la capacidad de movernos a intentar un cambio real. Esa rabia, intentando abrirse paso en la oscuridad del mundo choca con el silencio de cientos de miles de mirones que, me temo, miramos para otro lado. Indiferentes ante el dolor ajeno que ocurre en nuestras costas, delante de nuestros ojos, al lado de nosotros. Aunque nos empeñemos en compartir la noticia de esta vida y su inmediata muerte en redes sociales, en estados de WhatsApp, nuestro vida cotidiana se empeña en seguir por otros derroteros y no afrontar de manera radical y auténtica el problema que a todos nos atañe.

Estoy de acuerdo con Merino, el activismo en redes sociales no basta y sus versos son esclarecedores al respecto: los pulgares alzados/ no entienden de clemencia ni saben descifrar el espanto/ de los que escapan del infierno y se vuelven mortales/ ahogados en la playa. Ojalá, al menos, este poema, nos sirva en las aulas para dedicarle alguna sesión a un problema que no ha desaparecido de nuestras vidas y que no podemos olvidar una y otra vez.

ACTIVIDADES:

  • Si no conoces la noticia que ha originado la elección de este poema, busca la referencia en distintos periódicos.
  • Un reto: busca esta misma noticia, en forma de vídeo, que cuente esta historia. 
  • ¿Por qué la rabia es una espuma pegajosa y amarga?
  • Elige otros tipos de sentimientos (alegría, pena, entusiasmo, angustia, orgullo, soledad, cariño, pasión, asco, euforia) e intenta definirlos mediante una metáfora.
  • En el Comentario se afirma que en el poema aparecen dos posiciones y que la nuestra, la del primer mundo es cómoda: ¿en qué sentido lo es?, ¿estás de acuerdo con esa posición?
  • El problema de la muerte de este bebé, ¿en qué sentido nos atañe?, ¿hasta qué punto somos responsables?
  • Aunque las redes sociales tienen sus límites, te proponemos que hagas una campaña publicitaria para crear conciencia sobre el problema de los inmigrantes que siguen muriendo en nuestras costas. Hazlo mediante Canva, por ejemplo.
  • Olvidamos constantemente. Y, en la historia, las mujeres han sido las grandes olvidadas. Desde aquí, adelantando ya el 8 de marzo, y para que no se nos pase la fecha, os invitamos a realizar la siguiente actividad:


(Actividad alojada aquí).

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Comentarios

  1. Impresionante. Seguimos con el circo romano.

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    1. Hola Mario: ¡que alegría verte, al menos, por aquí! Espero que entre todos consigamos acabar con el circo mediático o los bárbaros se apropiarán de Roma y de todo vestigio de dignidad.
      Un abrazo y tenemos que quedar.

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