Dormir una madeja de lana en el pecho
Dormir una madeja de lana en el pecho desanudar el roce de la mano para decir calor telar prohibido y sin abrigo está la vida rota los hilos los labios cabos sueltos animal extinto en su guarida no saber coser significa aferrarse con celo a los bordes saludar al vacío con los ojos desde el mismo lugar de la caída vuelven los días de cielo a la boca del color de la sangre vuelven los dedos trenzados y en torno a la garganta hacen cuna vuelves luz inconstante a rasgar el mundo sólo para remendarlo luego intemperie es la carne: basta clavar la aguja una vez más. DATOS DE LA POETA : Gema Palacios (Zaragoza, 1992) es profesora de Lengua y Literatura e investigadora en el departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente escribe una tesis doctoral sobre autobiografía y autorretrato de mujeres artistas. Es autora de los poemarios Compañe...