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¡TODO ERA AMOR!

¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor. Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre. Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas. Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto de flores blancas... Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso... Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas. Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada. Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto. Amor indeformable....

POEMA DE LOS DONES

Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche.  De esta ciudad de libros hizo dueños a unos ojos sin luz, que sólo pueden leer en las bibliotecas de los sueños los insensatos párrafos que ceden  las albas a su afán. En vano el día les prodiga sus libros infinitos, arduos como los arduos manuscritos que perecieron en Alejandría.  De hambre y de sed (narra una historia griega) muere un rey entre fuentes y jardines; yo fatigo sin rumbo los confines de esta alta y honda biblioteca ciega.  Enciclopedias, atlas, el Oriente y el Occidente, siglos, dinastías, símbolos, cosmos y cosmogonías brindan los muros, pero inútilmente. Lento en mi sombra, la penumbra hueca exploro con el báculo indeciso, yo, que me figuraba el Paraíso bajo la especie de una biblioteca. Algo, que ciertamente no se nombra con la palabra azar , rige estas cosas; otro ya recibió en otras ...

Bajo una pequeña estrella

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad. Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco. Que no se enoje la felicidad por considerarla mía. Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria. Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo. Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero. Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa. Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo. Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué. Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana. Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces. Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua. Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula, inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre, absuélveme, aunque fueras un ave disecada. Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa. Que me disc...

DÍA DEL LIBRO.

LA BIBLIOTECA                          La biblioteca es un anaquel                          Lleno de libros para leer.                          Porque los libros de uno en uno                          Van desde Safo hasta Unamuno.                          Saben de Alicia, de don Quijote,              ...

CONFESIONES

Yo te estaba esperando. Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho, de la letra sin pulso y el verano de mi primera carta, por los pasillos lentos y el examen, a través de los libros, de las tardes de fútbol, de la flor que no quiso convertirse en almohada, más allá del muchacho obligado a la luna, por debajo de todo lo que amé, yo te estaba esperando. Yo te estoy esperando. Por detrás de las noches y las calles, de las hojas pisadas y de las obras públicas y de los comentarios de la gente, por encima de todo lo que soy, de algunos restaurantes a los que ya no vamos, con más prisa que el tiempo que me huye, más cerca de la luz y de la tierra, yo te estoy esperando. Y seguiré esperando. Como los amarillos del otoño, todavía palabra de amor ante el silencio, cuando la piel se apague, cuando el amor se abrace con la muerte y se pongan mas serias nuestras fotografías, sobre el acantilado del recuerdo, después que mi memoria se convierta en arena, por detrás de la última mentira, yo segu...

Poema de amor porque no sé escribirte otra cosa

  Te escribo este poema (que es de amor) porque llevo unas horas tanteando otros temas (cuestiones sin remedio): la belleza perdida; la infancia descuajada; la tristeza sin nombre ni motivo. Pero estas cosas hoy no me interesan. Hoy sólo sé escribirte este poema. Porque hoy te eché de menos y tú estabas en París o en Orlando o en una calle paralela a la mía eso no importa. El caso es que no estabas cuando dije ‘Todo admite cien mil puntos de vista -¿comprendes? No es posible estar seguro- pero si tú estuvieras frente a mí, ahora, si estuvieras, sería más sencillo terminar de una vez (como fuera) este poema'. Sería más hermoso no escribir.                                           Ben Clark.  Datos del poeta. Ben Clark es muy joven. Ha recibido diversos premios literarios e...

PARÍS, POSTAL DEL CIELO (para los del viaje de Fin de Curso).

Ahora, voy a contaros cómo también yo estuve en París, y fui dichoso. Era en los buenos años de mi juventud, los años de abundancia del corazón, cuando dejar atrás padres y patria es sentirse más libre para siempre, y fue en verano, aquel verano de la huelga y las primeras canciones de Brassens, y de la hermosa historia de casi amor. Aún vive en mi memoria aquella noche, recién llegado. Todavía contemplo, bajo el Pont Saint Michel, de la mano, en silencio, la gran luna de agosto suspensa entre las torres de Notre-Dame, y azul de un imposible el río tantas veces soñado - It’s too romantic , como tú me dijiste al retirar los labios. ¿En qué sitio perdido de tu país, en qué rincón de Norteamérica y en el cuarto de quién, a las horas más feas, cuando sueñes morir no te importa en qué brazos, te llegará, lo mismo que ahora a mí me llega, ese calor de gentes y la luz de aquel cielo rumoroso tranquilo, sobre el Sena? Como sueño vivido hace ya mucho tiempo, como aque...