LA HORA DETENIDA

“La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque

aún no ha tocado el suelo.”

Dylan Thomas.

 

 

Después de todo, quedan los cuerpos inclinados ante el último vestigio del paisaje y el azúcar, el polvo y la sal que poblaron del mismo modo nuestra mesa. Ahora que los amigos se han ido, las imágenes de la casa tiemblan y los animales domésticos adoptan el mismo lenguaje del silencio. ¿Qué van a saber ellos de este tiempo extraño? Nadie les contó que su ama lloró por la luz de los naranjos en la infancia, al fondo vacío de un corredor en ruinas, nadie les contó que con cada amigo que regresa y con cada amigo que se va, es otra la quemadura. En  el lomo de este sol que muerde el tejido del mundo, viajan ahora los años de la niñez muerta, el caballo y su relincho en la plaza del pueblo, el hueco en el mantel, el olor a paja y albahaca, el vidrio dorado de las puertas, las botas de cuero que calzó el padre. Es así como corren ahora los años fuera de nosotros. La liviana existencia del animal herido no nos sugestiona con igual tenacidad, sin embargo las ausencias parecen ser de la misma materia. Hoy que las cosas nos hablan con un idioma esperado, creemos ver en el nuevo amigo al niño inquieto que desde la terraza nos arrojó una azulada canica y, por las improbabilidades del tiempo, nunca nos alcanzó. 



DATOS DE LA POETAJennifer García Acevedo (Medellín, 1995). Sus poemas y ensayos suyos han sido publicados en diversas revistas colombianas e internacionales. Premio Nacional de Poesía José Santos Soto en 2019. Ha participado como invitada en algunos festivales internacionales de cine y literatura. Actualmente colabora con la revista Liberoamérica y es tallerista y fundadora del Festival internacional de Poesía de Fredonia Ha publicado Estaciones de lo visible (2019).

Puedes buscar poemas suyos en redes sociales: Facebook, Instagram, Twitter.

COMENTARIOSe encuentra el lector con poemas como los de Jennifer García y el sobrecogimiento es atroz. ¡Hay tanta belleza en su palabras! Y lo que nos cuenta, sin embargo, es terrible, una experiencia traumática: el paso inexorable del tiempo, la perdida del paraíso perdido, la salida de la infancia para nunca regresar a ella. Y es que dice Jesús Aguado en "Heridas que se curan solas", un libro con aforismos sobre la poesía, que "a un poeta se le reconoce, entre otras cosas, por el modo que va dejando abiertas las puertas que traspasa". Y eso es lo que ocurre en el poema de esta semana, bajo nuestro punto de vista.

La poeta colombiana se detiene en los animales, seres mágicos con los que poblamos nuestros días y con los que soñamos nuestras aventuras (si nos centramos en la literatura, ahí están Moby Dick, Rocinante, Platero, Aslan en el mundo de Narnia, el zorro de El Principito, el elefante de Salomón, en la obra de Saramago, por citar tan solo algunos), y que ahora ya forman parte del silencio con el paso de los años. Y eso duele, como duelen los objetos, los juguetes, el balón y la muñeca, las canicas y los juegos con los amigos en un tiempo que no ha de volver. Somos siempre niños ante la pérdida, ante la ausencia de un ser querido o de un amigo: “nadie les contó que con cada amigo que regresa y con cada amigo que se va, es otra la quemadura”. La infancia, la adolescencia es dura porque nadie se libra de las distancias y las ausencias.

Pero, ¿es cierto que no podemos regresar a la infancia? ¿nos está vedado para siempre ese paraíso perdido? Creemos que no, la poesía sirve para volver a ella, parcialmente tal vez, pero regreso al fin y al cabo. Por eso no nos extraña que la poeta haya elegido la prosa poética para demostrarlo. Desde los simbolistas, podemos comprobar cómo el peso del poema no cae en los versos, sino en el ritmo. Devolviendo a la palabra un valor propio frente a la necesidad de detenerse en el corte que exige el verso, donde el sentido parece cortarse también. Escribir así el poema, sin esas cesuras, nos hace conducirnos de manera más flexible al tiempo que evoca su poema.

No sabemos si es Dylan Thomas o un anónimo despistado o gamberrete el que ha tirado la pelota o la canica, pero la fuerza de las palabras, la poesía, la sostiene ahí para nosotros. No llegará a caer nunca si no dejamos de leer poesía, en este caso. “Es así como corren los años ahora fuera de nosotros”, nos recuerda la poeta. No podemos olvidar el hecho de que podemos regresar de vez en cuando a esa felicidad que se nos arrebató necesariamente. Y para ello, debemos valorar poemas como los que nos regala Jeniffer Gacía. desde su experiencia personal, sí, pero que, sospechamos, es la de todos nosotros. La belleza de este poema en prosa se enriquece con su presencia, su voz y su cadencia al leerlo para nosotros. Ha sido todo un descubrimiento y un placer haber compartido este espacio con ella. Agradecemos su generosidad con nuestro Proyecto Aniversario y espero que el blog sirva de puente entre continentes, con ella y Margarito Cuéllar, este proyecto se internacionaliza un poco más.


ACTIVIDADES

¿Crees que la poesía puede detener el tiempo? Razona tu respuesta desde el poema de esta semana.

Busca información sobre Dylan Thomas. El poema que toma como frontispicio García es el siguiente:




¿Puedes establecer alguna relación entre el poema de Thomas y el de ella?

Busca a la poeta en redes sociales y elige un post que te haya llamado la atención. ¿Crees qué las redes sociales son un buen medio para difundir la poesía? Razona tu respuesta.

¿Sabes que se puede escribir desde Instagram? Prueba hacerlo en el aula. 

Intenta hacer un bestiario de animales fantásticos en tu aula, de la A a la Z, parecido a lo que hace Edu Barbero en su ZOOILÓGICO



O, en su defecto, describe las características biológicas de cada uno de los animales creados por Edu Barbero. ¿Cuáles son las características de Trompato?, ¿y de Pisloma o Avesluz, Guitamenco, Grimello?

Busca el origen de Fredonia, ¿qué te parece que exista una ciudad que se llame así? ¿Conoces otras ciudades con nombres u orígenes curiosos? Haz una pequeña investigación sobre topónimos con orígenes curiosos.

Pasear en tiempos del Covid. Intenta realizar la siguiente actividad de Creatividad Literaria, pero partiendo de esa ciudad concretamente. Imagina que, en su recorrido, te encuentras con Jennifer García.

En el Comentario se menciona un fragmento de un aforismo. Intenta crear los tuyos propios, aquí tienes mi ayuda:



Deja, si quieres, un comentario sobre el poema, la entrada o cualquier otro asunto que se haya tratado esta semana.





Comentarios

  1. Tomar conciencia del paso del tiempo. Siempre hay momentos donde nos paramos a reflexionar, entonces quisiéramos detener el tiempo ,mantener presente un recuerdo, lo ya vivido. Tenemos la percepción de que el tiempo cambia de ritmo unas veces va demasiado lento y otras muy rápido , eso nos crea una inseguridad , entonces deseamos pararlo, retenerlo en los momentos que más intensa fue nuestra experiencia. Pero no podemos tener dos fotos exactamente iguales , solo podemos tener la satisfacción de ser distinto cada instante a la vez que mantenemos presente todo un álbum de tiempos como una suma de todos los que hemos sido

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    1. Acertada reflexión Curro Flores. Ese álbum, al final, es lo que somos, pese a los cambios algo permanecerá.

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