NINGÚN HUECO EN LA AGENDA DE DIOS





1000 pesetas. 10 de octubre de 1936. Las horas habían empezado a comerciar con la bolsa de monedas de la muerte. la cabeza desnuda, El lóbulo izquierdo, una llanura de sangre. Definitivamente Dios no nos entiende. Contamos los huecos donde un día las piedritas engarzadas rugieron como un arce. El dedo de su carne ha dejado escritas las reglas del escondite inglés y en esta ocasión dijo grutas, dijo ¡cuidado!, dijo ¡escapa.!

Escribirás tu nombre con la tiza de la dignidad en el silencio de nuestras bocas torpes. María. Alonso. Ruiz. 32 años. Con un boleto de lotería se paga la prenda de la memoria. Las reclusas-flor-de-un-día no aparcan sus conciencias en las puertas de cualquier parroquia. Caen los azulejos del baño, las trampillas de las alacenas, los telones de la doctrina: pequeña Janis Joplin de la Bañeza.

La empresa de mensajería acaba de tejer un paquete que guarda la vida familiar de una desaparecida. Entre aquellas cuatro paredes meriendan pan con silencio, sorben café con silencio y es el silencio el resultado simétrico y sordo de una sortija trabada en el anular del miedo. Se abre el portón que custodia las piezas del puzle de un homicidio. El esfuerzo al cuadrado de todos los números.

Nadie te preguntó si había rezado aquella noche. El oído marcaba la hora de la sangre. Josefina. Alonso. Ruiz. Una cuneta en la Nacional 601 no es el mejor cuarto de hotel. La gente como tú no se limpia las heridas con una gasa. La gente como tú está cansada de formular siempre la misma ecuación diferencial. En la calle Astorga bailan los topos. El 4 de septiembre de 2008 siempre es invierno. Las moscas caen como cuchillos.

1000 pesetas. Toca alinear las vértebras. Tenemos otro par. Un zarcillo de oro puede ser una avenida que despeja un siglo de dilemas. 72 años después. El fémur, el húmero, y el explorador con su pincelillo barriendo la congoja del espanto. Un paseo a plena luz del día. La Presidenta de la Unión Republicana descuelga el teléfono. La cabeza desnuda. El lóbulo izquierdo, una llanura de sangre. Las puertas abiertas.


DATOS DE LA POETA: Raquel Ramírez de Arellano (Madrid, 1975). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, imparte talleres poéticos y ha coordinado el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil Ana Pelegrín de Acción Educativa, Movimiento de Renovación Pedagógica en el que participa activamente. Ha Participado en encuentros literarios entre los que destacan el Festival Voces del Extremo en Madrid, 2014 o el X Encuentro de poesía “A orillas del Órbigo” en Villarejo de Órbigo (León) en 2017.

 Ha participado en antologías poéticas como: Esa gente que soy y que conozco: Homenaje a Juan Carlos Mestre (Ayuntamiento de Leganés, 2014) Antología poética Voces del Extremo Madrid 2014 (Amargord, 2014) Instantáneas junto al agua (Eolas, 2017), fanzine Cruz (Libre Configuración y Genoma Poético, 2018), Mar sin fornteras (stilo Editrice, 2020) En 2014 publicó Riego automático. En 2017 obtuvo el Premio de Poesía Blas de Otero Villa de Bilbao por el libro La arquitectura de las colmenas. En 2018 publicó La arquitectura de las colmenas (editorial Devenir). Se ha hecho cargo de la edición de la Antología poética de Antonio Machado (Clásicos hispánicos, Anaya, 2020), Como artista visual ha participado en las exposiciones colectivas de poesía visual: Poema visual: homenaje a Joan Brossa (Universidad popular José Hierro, abril 2019) y Por los ojos (Escuela oficial de idiomas de Carabanchel, septiembre 2019), ambas comisariadas por Eva Hiernaux.


COMENTARIO: Hoy 6 de febrero, en Salobreña, en la desembocadura de Guadalfeo se ha inaugurado un monumento que recuerda uno de los hechos más lamentables de la Guerra Civil española y que 85 años después, todavía no se estudia con detenimiento en las escuelas. Nos referimos a lo que se conoce como La Desbandá. 

Recordemos muy brevemente qué se conoce como La Desbandá: entre los días 6, 7 y 8 de febrero de 1937, miles de refugiados de distintos lugares de Andalucía que se habían ido concentrando en Málaga emprendieron una huida desesperada por la carretera costera de Málaga a Almería. Con el mensaje de “sálvese quien pueda” esa población huyó con lo poco que pudieran acarrear, la mayoría eran mujeres llevando a su cargo niños, niñas y personas mayores. Corrían de noche, por una carretera muy estrecha al borde acantilados y se ocultaban durante el día pero era muy difícil protegerse y esconderse. Bajo las bombas de la aviación germana, los obuses de los cruceros y las tanquetas fascistas italianas con su tropa de camisas negras, la población, civiles indefensos, fue masacrada. Entre 3000 y 6000 personas fueron asesinadas en esa carretera de la muerte, como se la conoce. Su historia es un capítulo negro de la mayor masacre de la guerra civil y una de las más graves contra la población civil en un conflicto armado.

El poema de Raquel Ramírez de Arellano pertenece, como ella mismo dice en el vídeo que nos ha enviado, a un libro colectivo, Las voces de la tierra, que plantea un juego literario muy interesante. Partiendo de objetos, de fotos de objetos encontrados en exhumaciones en fosas comunes a lo largo y ancho de la geografía española. La idea, como se recoge en el prólogo "era hablar de las personas desaparecidas y exhumadas desde un rincón de sus vidas, desde algo que portaron, que guardaron hasta el último momento". Y esos objetos son un pendiente, unas botas, un dado, un mechero cuadrado, un pedazo de papel, un nudo de madera, una escudilla, una cajita, un anillo, unos gemelos, un lápiz, una bala disparada, una navaja, un cinturón, un reloj, una medalla, unas gafas, unas llaves, un sonajero... Objetos cotidianos, que pasan desapercibidos en nuestro día a día, y en los que, curiosamente, late nuestra vida de una manera misteriosa y auténtica. Todos tenemos un objeto especial, una especie de fetiche que nos identifica, que nos dice quiénes somos, cuáles son nuestros temores, nuestros miedos, nuestras esperanzas más íntimas.

A esos objetos a los que se aferraron los desaparecidos en la Guerra Civil española se les rescata mediante la poesía. Y es un homenaje inmenso que intenta demostrar que la poesía es una lucha contra el olvido, contra las miserias humanas, contra la injusticia y el dolor más lacerante. Es muy complicado hacer arte del horror, pero es posible, cuando las heridas están cerradas, intentar acercarse a la sinrazón desde la literatura, desde la poesía, desde la palabra precisa y exacta.

 “Un país no puede ser normal si no conoce, con nombres y apellidos, todas y cada una de las víctimas de una guerra vivida. Su estudio constituye una obligación ineludible que necesariamente hay que abordar, como correspondería hacer en cualquier país civilizado”. Esto dice el historiador Josep Bene, por eso, la recuperación de la memoria histórica juega un papel determinante para la vida de una sociedad. Damos las gracias desde aquí a Raquel Ramírez de Arellano porque su poema demuestra que la memoria histórica es necesaria en las aulas también, así podemos aprender lo que no debemos olvidar nunca.

ACTIVIDADES:

Explica el título del poema. ¿Se te ocurre otro título para el poema?

Busca información sobre Janis Joplin. ¿Por qué crees que aparece en este poema?

Os dejamos algunas imágenes del libro, que puedes encontrar en esta página.






Intenta escribir un poema o un microrrelato a partir de algunas de las imágenes anteriores. 

 

Os proponemos la siguiente actividad de Creatividad Literaria: Poesía en Objetos.


Y esta también, que tiene como punto de partida, los objetos.



Y como ya se va acercando San Valentín, recuperamos esta actividad: Otras postales, otros amores.



Deja un comentario en esta entrada.




Comentarios