EMPERATRIZ DE LA VÍA LÁCTEA (PRIMER POEMA CURSO 2022/2023)
Quiero ser vaca,
nacer, crecer, morir como una vaca.
Comer hierba, jugar con el musgo,
perseguir el viento,
caminar cuesta arriba con mis demás amigas
las vacas.
Ser alimento, leche tibia, diosa hembra
venerada por el toro,
Gran Matrona del Universo.
Despertar con el sol, saltar por la pradera,
tumbarme en el pasto,
rumiar bajo los árboles y decir muuu,
Semilla de todas las palabras.
Quiero ser animal sagrado, musa fértil,
Emperatriz de la vía láctea,
vivir al otro lado del tiempo,
ser vaca y nada más.
DATOS DE LA POETA: Lilián Pallares (Barranquilla - Colombia. 1976) es escritora, poeta, actriz y creadora audiovisual. Licenciada en Periodismo y Producción audiovisual con especialidad en guiones en la Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. En 2017 recibió la XIV distinción ‘Poetas de otros mundos’ concedida por el Fondo Poético Internacional en reconocimiento a la alta calidad de su obra poética, y en el 2020 le fue otorgada la beca para artistas visuales del Centro de Residencias Artísticas Matadero Madero por su proyecto Juegos al sol, sobre infancia, juego y espacio público.
En 1999 ganó en Barranquilla el concurso de Poesía inédita
de la Universidad del Norte. En el 2007 ocupó el primer lugar con sus
relatos: Reflexiones del Va y Ven, organizado por la Revista
Toumai, y Servicio Anónimo, organizado por la Asociación Cultural
Fusionarte. Ha publicado los libros Ciudad Sonámbula (Aldevara, 2010), Voces Mudas (Fundación
Progreso y Cultura/ TwentyFourSeven, 2011), Pájaro, vértigo (Huerga y Fierro, 2014)
y Bestial (Papeles de Trasmoz, Olifante
ediciones de poesía, 2019). Es fundadora y directora junto con el artista
neozelandés Charles
Olsen del juego póetico Palabras
Prestadas y de la productora audiovisual artística y
literaria AntenaBlue.
FUENTE: https://www.lilianpallares.com/
COMENTARIO: La fuerza de la poesía, de la voz y la vitalidad de Pallares es la mejor bienvenida que podemos tener para comenzar de nuevo con esta experiencia en las aulas. Vuelve el poema de la semana después de las vacaciones y celebramos desde el inicio la alegría del reencuentro, la necesidad de la rutina.
Si nos centramos en el poema, podemos reconocer en él cierto aire infantil, que no es extraño en la poesía de la colombiana. Además, su manera de leer refuerza el tono al que nos referimos. Su naturalidad, su rebosante simpatía y vitalismo impregna de alegría sus palabras. Sin embargo, lejos de la aparente simplicidad, lo que descubrimos en el poema es un mundo de intenciones que muestra una madurez y una perspectiva del mundo que nos gustaría explorar brevemente.
La capacidad de asombrarnos con las imágenes creadas por Pallares desde el inicio no debe despistarnos, porque lo que viene a mostrar no es un asunto baladí. Ser vaca no está al alcance de cualquiera, nos tememos. Bajo nuestro punto de vista, el poema defiende un estilo de vida que, partiendo del ecologismo, de la defensa de la naturaleza, profundiza en otros aspectos muy reivindicativos. Comer hierba, saltar por la pradera, tumbarse en el pasto... Es legítimo leer los anteriores como una defensa del ecologismo o del naturalismo, pero, qué significa perseguir el viento: para nosotros, una invitación no exenta de riesgo y rebeldía. Lo normal es resguardarse, cubrirse las espaldas, ser precavidos y asustadizo; todo lo contrario de lo que se pretende con el poema. Además, si lo pensamos, hay una reivindicación de la amistad muy interesante, porque lo hace defendiendo el valor de la solidaridad, de la sororidad, tal vez, cuando apela a las amigas no de cualquier modo, si no más bien, para una ayuda mutua para a superar los obstáculos, los sufrimientos, los miedos que son siempre una escarpada y empinada cuesta.
Por todo lo anterior decíamos que no era fácil ser vaca, es un propósito complicado, porque, entre otras virtudes, hay que saber mugir. Es decir, como nos ilustra Pallares, ser semillas de todas las palabras. ¿Existe algo más difícil?, ¿existe algo más hermoso? La utilidad de la poesía nos asalta de nuevo. Como sabemos, la propia etimología de poeta se relaciona con poiesis, con la capacidad de crear o hacer algo, en este caso con las palabras. Si además esas palabras son de solidaridad, de defensa de la naturaleza y de los derechos humanos, si somos capaces de sembrarlas en nuestro alumnado, a nuestro alrededor, cerca de nosotros; en lugar de crear palabras de odio, de violencia, etc., estaremos en condiciones de crear un mundo mejor y más justo. Ojalá el poema de esta semana nos ayude a crear esas semillas y esos espacios de encuentro tan necesarios en la educación.
En fin, con este poema empezamos un nuevo curso académico que, viene repleto de nuevos retos y aventuras. Desde aquí queremos dar también las gracias por la paciencia que ha tenido Lilian con nuestro proyecto que iremos actualizando con la voz de poetas actuales.
ACTIVIDADES:
- ¿Explica el título del poema? Busca la relación entre ser una vaca, como se dice al inicio del poema y la vía láctea.
- ¿Qué animal te gustaría ser? Justifica tu elección.
- Edu Barbero tiene un Zooilógico con un bestiario muy especial que seguro que llama tu atención. Intenta describir las características de sus criaturas o componer un poema a partir de ellos.
¿Cómo cazaría un Crucimantis?, ¿qué veneno inyecta la Jeripiente?, ¿cuál sería el hábitat ideal del Manigüino? - Visita la página oficial de Pallares. ¿Qué te parece lo más interesante de sus propuestas artísticas?
- Si la poesía es hacer cosas, acción, si las palabras hacen cosas, os proponemos estas posibilidades:
Comentarios
Publicar un comentario