CEREZAS

 


En la pizarra de la cocina dejaste un recordatorio para el día siguiente:

“Hay que comprar cerezas”.

Y yo me sentí feliz.

 

Solo porque existía un espacio vacío en nuestro frutero

y este ocupaba su lugar de siempre en un rincón de la nevera,

y esa máquina de frío habitaba en silencio la cocina

de esta casa recién pintada

en la que hemos compartido las cerezas

que faltaban en el recipiente que esperaba en el frigorífico.

 

Y porque en aquel detalle tan nimio, parecido a tantos otros,

de escribir con tu letra redonda

algo que anoche faltó en la mesa ―aunque nunca lo había pensado

y tú ni siquiera lo sospeches― residía el gesto de seguir,

de continuar un rumbo que me incluye:

nadie se preocupa por la ausencia de unas cerezas en su vida

cuando piensa en arrojar la toalla,

en marcharse sin volver el rostro.

 

Así que aquella frase tan simple que cruzaba la superficie de la pizarra

y que a nadie que visitase la casa

descubriría nada sobre sus moradores

se convirtió en una de esas señales que dejamos en los libros de cabecera

y nos indican a la noche siguiente la página donde nos quedamos.

(Sé que una marca no me asegura que volverás a por el libro de tu mesilla,

pero sí que tenías esa intención 

al doblar el ángulo de la hoja).

 

Esta mañana cuando llegaste con el bolso lleno de cerezas

y las dejaste junto a las que yo

compré al pasar por el mercado,

sonreímos y cada uno lo hizo por una cosa.

 

A ti te resultó gracioso que los dos nos acordáramos.

Yo tan solo te agradecía

que hubieras confirmado el presagio.




DATOS DEL POETA: RAFAEL CAMARASA. Entre otros, ha publicado los libros de poesía: “Cromos”, Premio Creación poética Paiporta (Editorial Denes, Valencia, 2007) “El sitio justo” Premio Internacional Palabra Ibérica (Colección Palabra Ibérica, Huelva, 2008); “Cabos sueltos” (Ediciones Contrabando, Valencia, 2018); “Sin noticias de Liliput”, (XXXII Premio Internacional de poesía Barcarola 2017); “El que mira”, Premio Ciudad de Burgos, 2021(Editorial Visor)
En narrativa ha publicado los libros de relatos “Feos”, Premio Otoño Villa de Chiva de Narrativa Breve (Editorial Denes, Valencia, 2009) y “Lo normal” (Ediciones Contrabando, Valencia, 2017) y “El día que fui Bill Murray” (Ediciones contrabando. 2021)

Dos de sus relatos han aparecido en la antología “Por favor sea breve 2” que la editorial Paginas de Espuma ha dedicado al microrrelato en castellano.

COMENTARIO: El día a día resulta agotador. Las exigencias del calendario, los compromisos adquiridos voluntariamente, pero también los sobrevenidos merman las fuerzas de una manera inapelable. Cansa ir a trabajar, asistir a clase, los deberes, incluso el tiempo de ocio, los entrenamientos, salir con los amigos para hacer las mismas cosas de siempre... Las tareas mundanas absorben nuestra energía y cada tarea, por sencilla que sea, se convierte en un obstáculo que nos sobrepasa. La apatía aparece para acompañar esa sensación de agotamiento. En el fondo, el desencantamiento, la desilusión e incluso la desesperanza se adueñan de cada paso y cada paso nos parece una pérdida de tiempo porque no llega a ninguna parte. Vivir cansa...

El poema trata del amor en la pareja, cuando la acumulación de años ha hecho ya estragos. A veces, además, en estas relaciones, el día a día, tan idealizado cuando no ocurre, supone precisamente la tumba de la relación, la tumba del amor. Hay que aceptarlo porque todo tiene un comienzo y todo tiene un final: ley de vida.  No obstante, Camarasa nos muestra la posibilidad de la felicidad pese a todo. Una felicidad que no necesita construirse con experiencias al límite, con viajes increíbles o con momentos excepcionales. Más bien, todo lo contrario: es posible que la felicidad se encuentre en la cocina de cualquier hogar y que su detonante sea una nota para la compra de los olvidos.

Por eso, cuando estamos a punto de tirar la toalla, cuando aceptamos que es mejor abandonar sin mirar atrás, sin culpas, puede ocurrir que un detalle sin importancia, cotidiano lo restablezca todo. ¿Qué hace que esto sea así? Si es el miedo a perder lo construido, si es miedo a la incertidumbre ante la nueva situación o el miedo a volar solo, entonces, nos tememos que se está postergando la decisión que se impondrá tarde o temprano. Al final no podemos vivir con miedo ni dejar de ser nosotros mismos. Ahí, en ese momento, las cerezas no van aparecer, el frigorífico seguirá vacío, como nuestra vida. Si, por el contrario, en la propia cotidianidad, en los pequeños gestos encontramos vínculos que son definitivos, entonces hemos encontrado una razón suficiente para continuar. La delgada y precaria línea que nos hace continuar con la vida de siempre se puede romper en cualquier momento. Si se continúa, tal vez, no sea por la felicidad, como señala el poema, si no por un reflejo que se parece a ella y que alguna vez existió y podemos retener en instantes concretos, sin duda.

No obstante, este poema también nos señala un camino: Si las cerezas, la vida está en otra parte, habrá que buscarlas lejos del hogar, del día a día, a no ser que ya estemos vencidos del todo y la felicidad no nos importe, que es otro modo -normal, cotidiano- de ser feliz (como nos enseñó Miguel D'ors en su poema Aniversario). Aunque, podemos preguntarnos: ¿quién quiere una vida normal, un amor civilizado?, ¿cómo renunciar a las cerezas si el amor verdadero tiende a ese sabor y, como en el famoso soneto de Lope de Vega, quién lo probó lo sabe? En esa tesitura, en esa tensión, se decide la vida. En el caso del poema de Camarasa la respuesta la encontró en una nota destinada al olvido, quizás, pero no siempre esas notas surten efecto. Las cerezas sí.

Agradecemos a Ángel Camarasa su participación en nuestro Proyecto La voz de la poesía con su poema podemos reflexionar sobre la felicidad cotidiana y plantearnos qué significa cada domingo hacer este tipo de tarea que cansa y, sin embargo, nos descubre posibilidades nuevas de ser feliz.


BONUS TRACK (Por Esther Mañoso): El azahar y las cerezas son símbolos de la belleza, la pureza, la felicidad, el amor y lo efímero. Las cerezas nos invitan a exprimir el instante, a volver a la infancia, a degustar los momentos cotidianos pero mágicos que no vuelven; esos mismos que la rutina se encarga de domesticar y cubrir con su velo, relegando un simbolismo tan complejo a una simple frase en la pizarra de una cocina, a una tarea más por cumplir. Toma la cereza entre tus dedos, ¿qué escoges?





ACTIVIDADES:
  • ¿Qué te cansa de tu día a día, de tus obligaciones? ¿Se te ocurren maneras de superar ese peso?

  • En el día a día también hay momentos de felicidad. Haz una lista que recojan algunos de esos momentos cotidianos y, sin embargo, felices, como comer cerezas, chocolate, el aroma del café, saltar a la comba, etc.

  • Lee el siguiente poema de Miguel d´Ors que se cita en el Comentario. Y también el famoso soneto al que también se alude en el Comentario (pincha aquí).


Después de leer ambos poemas, ¿crees qué es posible amar, como lo concibe Lope de Vega, en la situación que se describe en Aniversario?


  • Te proponemos esta actividad de Creatividad Literaria basada en Isabel Bono.





  • De algún modo la siguiente actividad puede relacionarse con el poema de esta semana.




  • Escribe tu manera de salvarte de momentos cotidianos e insulsos:






  • Deja un comentario más abajo, si te apetece. Un blog se alimenta de ellos.

Comentarios

  1. De que hablamos cuando hablamos de amor? (MURAKAMI)
    Puede que el amor sea un sentimiento (concepto) que necesite ser revisado. Usar otra palabra donde todos tengamos una idea común de lo que hemos expresado. Pero es imposible fijar un sentimiento, una ilusión, ese misterio abstracto que en nuestro interior se manifiesta de manera especial, mística, extraña incluso para nosotros mismos.
    El amor durante mucho tiempo ha sido la union de dos en uno, ahora esa suma se considera imposible y se abre una operación , matemática más compleja, llena de derivadas posibles donde ni la palabra ni los números están sujetos a un resultado de ciencia exacta

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    1. Murakami es un tipo inteligente y sensible. Un faro en el que algunos alumnos y lectores de este blog pueden encontrar un faro, sin duda.
      Si quieres bucear en el blog y seguir ese razonamiento por derroteros que, tal vez, no esperas; te recomiendo que busques en el mismo blog entradas sobre "poesía y matemáticas" "poesía y ciencia", etc. Seguro que te sorprenderán algunos poemas que relacionan lenguaje poético sobre el amor y las ciencias.

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    2. https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2017/01/ejercicio-de-probabilidad.html

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    3. https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2017/01/ejercicio-de-probabilidad.html

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    4. https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2012/09/la-fisica-es-mentira.html

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    5. https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2019/09/en-torno-einstein.html

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  2. https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2017/04/matematicas-fuera-del-tiempo.html

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