EL PACIENTE



Qué ha sido mi vida,

sino la vida de un tonto en su cama de hierro.
Sería tan feliz como el mundo
si el mundo no fuese el gran hospital.
Lo épico son estas bandejas
repletas de frascos y jeringuillas.
Lo épico es el olor a cloroformo.
Converso conmigo como un paciente sin visita.
Detesto la buena salud de las sombras
porque será siempre la obra del sol.
No quiero una tos
de la que no pueda morirme.
Aspiro a la fiebre.

Qué ha sido mi vida,
sino la vida de un tonto, un tonto heroico
sobre la mesa de amputaciones.
Como mi brazo no era mi brazo, lo corté.
Como mi pierna no era mi pierna, la corté.
Ahora puedo tomar lo que yo quiera.
Ahora puedo viajar a donde yo quiera.
Ay del brazo y ay de la pierna
de los que solo saben apretar el torniquete.
Ay de los que prefieren la podredumbre
antes que la libertad del tajo.
Ay de los mutilados sin mutilación
que asisten a compadecernos.

Qué ha sido mi vida,
sino la vida de un tonto en su silla de ruedas.
Me han llevado a pasear por los jardines,
por los jardines de un manicomio.
Dime que ha llegado la hora de levantarme,
la hora de ponerme de pie
como el Auriga de Delfos,
como el joven vencedor de las cuadrigas.
Este es el nuevo carro de fuego.
Dime que tirarás de mí, Poesía,
que no volverán a empujarme,
que no volverán a conducirme
espíritus más débiles que el mío.


DATOS DEL AUTOR: Sergio García Zamora (1986, Santa Clara, Cuba). Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, es autor de varios poemarios, entre los que destacan: Resurrección del cisne (Premio Internacional de Poesía Rubén Darío, Fondo Editorial del Instituto Nicaragüense de Cultura, 2016), El frío de vivir (XXIX Premio Loewe a la Creación Joven, Visor Libros, 2017), Diario del buen recluso (III Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya, Editorial Erein, 2018), La canción del crucificado (XXIX Premio de Poesía Blas de Otero de Majadahonda, Sonámbulos Ediciones, 2018), Los uniformes (III Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique, Editorial Cálamo, 2019) y Los conspiradores (XXXIX Premio Juan Alcaide, Editorial Verbum, 2020). Es fundador del Grupo Literario «La estrella en germen».

COMENTARIO: Pierre Reverdy decía en su famoso ensayo, La imagen poética, que "lo propio del poeta es pensar y pensarse en imágenes -apreciar las cosas en la medida en que puedan prestarse a la formación de imágenes". En el poema de esta semana, la imagen creada es una metáfora que da título al poema. La virtud del poeta se relaciona, a su vez, con su capacidad para que el lector identifique esa imagen con el poema cada vez que se aparezca en su vida la palabra "paciente", en este caso. Si volvemos a Reverdy: "la imagen es, por excelencia, el medio de apropiarse lo real (...). Ella es el acto mágico de transmutar lo real externo en real interno". Bajo nuestro punto de vista, Sergio García Zamora lo ha conseguido magistralmente: se ha apropiado de una imagen real, para incrustarla en nuestro propio interior.

¿Quién es este paciente del que habla el poema? La respuesta es: cualquier persona. Cualquier lector o lectora que haya sentido que el mundo es un hospital, un manicomio, una cárcel. Cualquiera que se sienta a merced de un sistema que crea necesidades y que paradójicamente te sirve en bandeja (repleta de frascos y jeringuillas) el modo de abordarlas, para tenerte atrapado, enfermo, en todo momento. Vivimos en un mundo que crea mutilados sin mutilación, dice el poeta cubano. Que nos impide ser auténticos, ser libres, ser honestos con nosotros mismos. ¿Y no sería mejor cortar con lo que enferma, con lo que sobra, con lo que nos hace daño o nos impide llegar a ser el que somos?

A la hora de escribir estas palabras, miles de aspirantes, cientos de profesores y profesoras, compañeros y compañeras, conocidos, amistades, familiares en muchos casos, se enfrentan a unas oposiciones para ser funcionario en el ámbito de la educación. Y sabemos por experiencia, que las horas previas o si la prueba no ha salido como se esperaba, la sensación de haber perdido el tiempo invertido es brutal. Es fácil confundirse y pensar que eres ese paciente del inicio de las estrofas: Qué ha sido mi vida,/ sino la vida de un tonto. El injusto sistema (para los que aspiran desde fuera de las bolsas y para los que están dentro, pero también para los que conforman el tribunal por sorteo) hace que se sientan derrotados, vencidos. Pero todos sabemos que es un proceso que impone sus estrictas reglas y que, como un hospital o un manicomio, en muchos casos, son absurdas. Narcotizan el entusiasmo, adormecen la creatividad, ignoran el valor humano esencial para nuestra profesión: la pasión por enseñar, entre otras muchas carencias que no se miden en el tipo de pruebas establecidas.

A nosotros hoy, no se nos ocurre otra manera de animar y acompañar a los opositores que con poesía. Parecerá inútil de nuevo o incluso un torpe o en algunos casos, temerario modo de transformar lo real en una imagen más amable. Pues, pase lo que pase, se consiga o no la meta de ser funcionario o funcionaria, en la Poesía tenemos la oportunidad de levantarnos, de ser libres y de hacer lo que creemos que es lo mejor para nosotros mismos: ¡¡ha llegado la hora de levantarse; de ponernos de pie!! Esa enseñanza, aunque no aparezca en los ítems de los tribunales, no deberíamos olvidarla tampoco como docentes, en las aulas, ni como personas, en nuestro día a día. Para que nunca más nos guíen espíritus más débiles, como ocurre en muchos casos en las oposiciones y en la propia vida.

Agradecemos la colaboración de Sergio García Zamora desde Cuba. Es un poema magnífico que ya forma parte de nuestra antología de La voz de la poesía. De nuevo se hace internacional gracias a su generosidad con nuestro blog.

BONUS EXTRAAlgunos viajes, algunas increíbles aventuras, y también tortuosos caminos se recorren sin movernos del sitio. Inmóviles, como un paciente, podemos llegar a experimentar un verdadero salto al abismo, un “dejar la cápsula”, que puede cambiarlo todo en nuestras vidas. Y es entonces, y solo entonces cuando veremos las estrellas diferentes y el planeta Tierra verdaderamente azul. Solo si nos atrevemos.



ACTIVIDADES
  • Inventa un nuevo título para el poema y explica tu elección.
  • Explica con tus palabras el siguiente verso en relación con el poema: Aspiro a la fiebre.
  • Y también los siguientes: Ay de los que prefieren la podredumbre/ antes que la libertad del tajo.
  • Busca información sobre el Auriga de Delfos. ¿En qué sentido podemos relacionar esa escultura y grupo escultórico al completo con el poema?
  • ¿Cuándo nos mutilamos? ¿Crees que se puede llevar una vida honesta renunciando a una parte de nosotros mismos?
  • Lee la siguiente historia aparecida en El Mundo, pincha aquí. Busca información sobre el negocio de la salud y las farmaceúticas. ¿Te parece una industria honesta y transparente?
  • Deja un comentario más abajo. Si eres opositor, tal vez te sirva de ayuda para relajarte.

Comentarios

  1. Gracias por tus palabras dedicadas a todos lo opositores de secundaria que se ha presentado el pasado domingo a la primera prueba, porque como dices en tu comentario vivimos en un mundo que crea mutilados sin mutilación, los opositores docentes a veces sentimos que nos falta algo en el trabajo, invirtiendo parte de nuestro tiempo nos mutilamos parte de nuestra presencia o como quieres decir en tu comentario adormecemos nuestra creatividad.
    Todo lo dicho se puede trasladar a nuestra vida cotidiana, esto puede pasar cuando no esperamos ciertos comportamientos de nuestros seres queridos apareciendo espíritus débiles que son nuestros mutiladores.

    Antes de experimentar “ Dejar la cápsula” debemos tener cuido para no provocar mutilaciones (heridas) a personas que tenemos cercanas y nos quieren, además debemos pensar en la órbita que nos vamos a quedar dando vueltas (orbitando) en el espacio porque si nos equivocamos no veremos las estrellas tan diferentes ni nuestro planeta Tierra tan azul.
    Os invito a que escuchéis La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo de Izal.

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    1. Gracias por participar Agapimu. Creo que tu comentario es muy acertado. Hay que valorar siempre los pros y las contras de las decisiones. Y un buen criterio puede ser tener en cuenta a las personas que queremos. Perderlas por malos cálculos es signo de torpeza. Por eso en la escuela se debería enseñar mejor la importancia de hacer esos cálculos.
      La referencia a la canción de Izal es una elección muy acertada. Gracias por la recomendación.
      Y por participar, vuelve cuando quieras, esta es tu casa.

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