LA TAZA QUIERE ROMPERSE...


DATOS DE LA POETA: Josefina Aguilar (Almería, 1971). Licenciada en Comunicación por la Universidad de Sevilla. Labor profesional: profesora de Enseñanza Secundaria, Junta de Andalucía.

Ganadora del XLII Premio Leonor de Poesía 2023 con la obra Leonora dentro.

En el Día Internacional de la Mujer 2023: Seleccionada entre las “7 mujeres poetas imprescindibles” por la revista literaria Librújula.

Autora recomendada con el libro Aubade para el verano 2023 y en la Feria del Libro de Madrid, por la revista literaria Librújula.

Invitada a diferentes festivales: Náufragos (Cuenca, 2022) ExPoesía (Soria, 2022 y 2023), Encuentro Ibérica (Portugal, 2021)

Publicaciones de Poesía:

- Rayo Azul, Huerga y Fierro, Aubade, 2023

o RIL Editores. Febrero Año 2022. Papá, Hiroshima no me deja dormir. 

o Amargord. Abril 2022. Fantasmas de la Atlántida. 

o Editorial Ars Poetica. Año 2018. Obra: Agni Inga Gani.

o Editorial Ultramarina. Año 2016. Obra: Overbooking en el Paraíso

Revistas digitales: Oculta lit, Tinta china, La libélula vaga, New York Poetry, Casa Bukowski.

Revistas impresas:

o New Poetry (España)

o AEREA de Poesía Hipanoamericana con distribución en América y España 2019

o Estación Poesía, 2020. Número 18. Universidad de Sevilla

Reseñas literarias :

o Estación Poesía. Año 2020. Número 19

o Fundación 1 de mayo. Revista de Estudios y Cultura. Año 2017

o Reseña literaria. Número 23. Estación Poesía. Universidad de Sevilla.

Entrevistas: Revista La libélula vaga. Año 2019, Hablemos Escritoras. Texas (EEUU) 2020, Revista Purgante. Año 2022.

COMENTARIOEn cualquier tipo de escritura, ya sea un cuento, un poema, una novela o un ensayo, siempre hay un enfoque predominante: el cuento se centra en una anécdota, el poema en sentimientos o imágenes, la novela en una trama entrelazada de historias, y el ensayo en una idea o tesis a desarrollar. Esta elección de enfoque guía tanto la lectura como la escritura, determinando la intención estética detrás de cada texto. 

Esto no significa que los géneros literarios estén limitados a sus convenciones habituales. La narrativa, aunque típicamente asociada con la prosa, puede incorporar elementos poéticos como el verso o la metáfora. De manera similar, un poema puede adoptar recursos narrativos como el diálogo o la descripción. Esta fusión de géneros da lugar a formas híbridas como la prosa poética o el poema en prosa, explorando nuevas posibilidades estilísticas y desafiando las restricciones tradicionales de la escritura. A estas alturas de la Historia Universal de la Literatura, a nadie debe sorprenderle el experimentalismo literario, al menos, si pasan por este blog de vez en cuando.

Sin embargo, a veces, arriesgarse, romper con lo establecido no nace de una decisión personal, sino más bien, de un contexto o unas circunstancias que te fuerzan a dar ese paso. Ocurre, a menudo, cuando todo está a punto de desmembrarse. Ante la posibilidad de que todo se rompa, la mejor opción es forzar la ruptura. En ese momento crucial está la autora al escribir su poemario. ¿Cómo encontrar las palabras y el modo de hablar o de escribir si tenemos presente lo ocurrido en Hiroshima? Después del Holocausto y los horrores de la Segunda Guerra Mundial, muchos poetas sintieron la necesidad de explorar nuevos medios y enfoques para expresar el impacto devastador de tales eventos en la literatura y la poesía. La magnitud del sufrimiento y la atrocidad superó las formas tradicionales de expresión. Los escritores se enfrentaron al desafío de encontrar nuevas formas, métodos y lenguajes para abordar y transmitir el horror insondable que presenciaron. En lugar de depender únicamente de los recursos convencionales, los escritores buscaron experimentar con enfoques más innovadores y arriesgados. Esto incluyó el uso de imágenes disruptivas, estructuras fragmentadas, y un lenguaje más directo y crudo para confrontar la realidad atroz de los campos de concentración y la destrucción sistemática de vidas humanas. La poesía podía usar la prosa, la prosa podía ser poética, entre otros muchos experimentos, que ya se realizaron desde 1914, en las puertas de la Primera Guerra Mundial.

Aunque lo anterior no afecta a lo esencial. ¿Para qué sirve la poesía en estos casos? Si nos centramos en el poema de Aguilar, el poema nos presenta una escena cotidiana aparentemente simple y hermosa: una taza de té, su ceremonia, mujeres en kimonos, imágenes de naturaleza y fragancias que podemos oler sin esfuerzo. Sin embargo, bajo esta superficie idílica late una sensación de inminencia, como si todo estuviera a punto de desmoronarse. La taza que "quiere romperse" revela una tensión latente entre estabilidad y vulnerabilidad: la vida cotidiana puede ocultar fragilidades profundas. La poesía, al situarse en este momento precario justo antes de la desgracia, es capaz de capturar la belleza y la serenidad que preceden al caos. El mundo que nos rodea parece que estuviera tejido con frágiles hilos que ignoramos. La poesía, al enfocarse en estos momentos fugaces y precisos, nos invita a apreciar la belleza efímera de la vida y a reconocer su valor incluso en medio de la fragilidad. ¿Tiene que caer una bomba que todo lo destruya para ser conscientes de la felicidad de un instante cualquiera, único? ¿No somos conscientes de que la bomba de Hiroshima, como una espada de Damocles, cae sobre nuestras cabezas desde entonces y para siempre?, ¿nos hemos olvidado de que en cualquier momento lo podemos perder todo? (A veces la bomba estalla desde el interior mismo del hogar). ¿No hemos aprendido nada de la lección de la Historia, de la poesía?

En estos momentos de crisis humanitaria en Gaza, con el sufrimiento del pueblo palestino, el poema de Cristina Aguilar nos puede servir para crear una mínima conciencia sobre nuestro silencio. Aunque las palabras por sí solas no pueden detener las bombas ni resolver conflictos políticos complejos, la poesía nos insta a reflexionar sobre la humanidad compartida de todas las personas afectadas por el conflicto. La poesía nos invita a resistir el cinismo y la desesperanza al recordarnos la belleza y la dignidad de la vida humana, incluso en medio de circunstancias extremadamente difíciles. Nos desafía a buscar soluciones pacíficas y a abogar por los derechos humanos, en lugar de resignarnos al ciclo interminable de la violencia y el conflicto. ¿Cuántos años han pasado desde Hiroshima? ¿No conoces acaso las últimas atrocidades de Gaza? ¿Cómo podemos mirar para otro lado cuando la taza o lo que tengas entre las manos ahora mismo -un bolígrafo, un cuaderno, tu plato preferido, un vaso de agua, una mano amigo-, se puede romper irremediablemente si no haces nada para evitarlo? La poesía, este blog, debería servirnos para evitar el desastre total. 

Agradecemos la generosidad y la sensibilidad de nuestra compañera Cristina Aguilar con nuestro blog y es un honor contar con ella en La Voz de  la Poesía




ACTIVIDADES:
  • El poema no tiene título. Crea uno y explica tu elección.

  • En el poema se describen escenas cotidianas de la vida diaria. ¿Cuál te parece la más dolorosa, teniendo en cuenta que la bomba atómica está a punto de acabar con todo?

  • ¿Qué sería en tu vida actual, metafóricamente, una bomba atómica? ¿Puedes evitar las consecuencias de algún modo?

  • Lee la siguiente entrevista a Josefina Aguilar.



¿Qué respuesta te ha llamado más la atención? Explica tu elección.




¿Puedes encontrar la relación concreta entre el documental y el poema?

  • También puedes acercarte al desastre que describe el poema mediante este clásico del cine de animación: La tumba de las luciérnagas. Haced un vídeo-fórum en el aula a partir de esta película. Para saber cómo plantearlo, pincha aquí.



  • El Estudi Ghibl es todo un referente en las películas de animación. Investiga sobre sus producciones viendo estos documentales



Extrae los aspectos más relevantes de cada uno de los episodios.

  • En un momento determinado del primer episodio, Hayao Miyazaki, afirma: "En las imágenes de todos los días, comunes, es donde quiero descubrir lo extraordinario". ¿Puedes poner en relación esta idea con el poema de Josefina Aguilar?

  • Siguiendo la idea de Cristina Aguilar, te proponemos escribir a partir de este corto: El empleo.

  • Por último: crea una exposición para el aula, o para otras zonas de tu centro, con imágenes icónicas de los desastres que produjeron las bombas atómicas en la Segunda Guerra Mundial y las imágenes actuales de lo que está ocurriendo en Palestina. Puedes añadir poemas alusivos para completar dicha exposición, por ejemplo, el de esta semana.

  • Deja un comentario en esta entrada, si te apetece.



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