LOS NIÑOS DE PALESTINA



Los niños de Extremadura
van descalzos.
Rafael Alberti


Los niños de Palestina
trabajan mañana y tarde.
¿Quién ha matado a sus padres?



Los niños de Palestina
solo saben tirar piedras.
¿Quién derribó sus escuelas?



Los niños de Palestina
nunca se lavan la cara.
¿Quién les ha cortado el agua?



Los niños de Palestina
malviven en campamentos.
¿Quién les privó de sus techos?



Los niños de Palestina
yacen muertos en la calle.
¿Quién ha osado dispararles?


DATOS DEL POETA: Javier Álvarez (Córdoba, 1980) es doctor en —y profesor de— Literatura. Se le atribuyen diversos estudios sobre poetas de los siglos XVI, XVII y XVIII. También ha perpetrado contribuciones en obras colectivas como el Diccionario Filológico de Literatura Española. Siglo XVI, la Gran enciclopedia cervantina y el Dizionario Storico dell’Inquisizione. Es autor del libro de versos Un río se llamaba Carlos (DeTorres Editores, 2019).



COMENTARIO: Imagino al joven estudiante que escribió este poema sobre lo que estaba ocurriendo en Palestina hace ya más de 25 años. Veo sus ojos llenos de indignación, reflejando el dolor y la impotencia ante la tragedia que presenciaba. Siento su rabia, palpable en cada trazo de su poesía, una rabia que se alimenta del fuego de la injusticia y que impulsa su pluma a trazar palabras de protesta y resistencia. Sus ganas de cambiar el mundo heredado de los adultos, de hacer oír su voz en un mar de silencio cómplice, son la fuerza que impulsa cada verso, cada estrofa, cada grito por la libertad y la dignidad del pueblo palestino. Y veo cómo Alberti, un referente en la poesía social también, le sirve de guía. La poesía que ayuda, que salva mojándose hasta los huesos.

Y, sin embargo, después de 25 años, parece que nada ha cambiado. O sí. Porque esta vez, las matanzas, la destrucción, la humillación, el uso del hambre y del dolor gratuito (la escasez de medicinas de forma deliberada, como denuncia Andrea Rizzi, en El País, 11 de mayo de 2024) como arma para aniquilar a civiles no se había conocido hasta estos niveles de ignominia. Todo parece continuar igual, pero nada es igual en esta ocasión. Los apoyos internacionales que tenía Israel los va perdiendo, incluso el de EEUU y sobre todo lo de los estudiantes, pero también de jóvenes judíos israelitas que no confunden las razones de Netanyahu con los deseos de paz que quiere la mayoría de personas sensatas y que no están ciegas en el mundo.

Aquí condenamos lo que ha hecho Hamás, pero se corre el riesgo de que lanzar la acusación de antisemita, por parte de Israel, a toda persona que levante su voz por la Paz o cuando se está defendiendo los DDHH, tiene el riesgo de que la palabra pierda todo su crédito. Exagerar y confundir son estrategias clásicas del populismo que ahora inunda las redes sociales y los discursos de algunos políticos sin ninguna cortapisa. Esto no era la libertad de expresión por las que lucharon nuestros mayores. 


E imagino que todo lo anterior está ocurriendo ahora mismo en las mentes y en los corazones de nuestros futuros ingenieros, arquitectos, informáticos, profesores, médicos, etc. Todos esos estudiantes universitarios acampados, concentrándose, luchando y que se preparan para su vida laboral, pero que entienden que su compromiso social también es prioritario. Cualquier ciudadano sentirá algo de esperanza en el futuro, si todos esos estudiantes no olvidan el empeño en el que están ahora mismo. Ser los mejores de su promoción, sí; darlo todo, buscar la excelencia, sí; pero sin olvidar la necesidad de luchar por la justicia y los derechos humanos.


Si nos centramos en el poema, identificamos una estructura repetitiva con versos pareados. En este caso, cada par de versos presenta una pregunta retórica sobre la situación de los niños en Palestina, lo que le confiere al poema un ritmo marcado y una fuerza en su mensaje. Javier Álvarez parece crear un abismo entre cada una de ellas. ¿Cómo pasar, de esa pregunta que no se contesta, a otra realidad más hiriente que la anterior? Cada estrofa es un golpe a nuestro costado, a nuestra conciencia, a nuestros corazones. Por eso el impacto se sucede. La fuerza de las palabras provocando pensamiento crítico, magistral.

Este poema sobre Palestina es un grito de dolor y frustración que resuena a lo largo de los años, recordándonos que las injusticias persisten y que la lucha por la paz y los derechos humanos es una tarea continua. Agradecemos, por tanto a nuestro amigo Javier Álvarez el envío para La Voz de la Poesía. Sentirnos unidos a personas como él, nos sirve para saber, ante las preguntas, ante las dudas, de qué lado posicionarnos ante el mundo que queremos conseguir desde los centros educativos también. Él, me consta, lo consigue como docente y como poeta.



ACTIVIDADES:
  • Inventa otro título para el poema. Justifica tu elección.

  • Responde a cada una de las preguntas que aparecen en el poema de una manera objetiva, mediante noticias contrastadas. Haz un mural con el poema y con esa información para el aula o para algún lugar emblemático del centro.

  • Busca información relevante sobre lo que está ocurriendo en las Universidades españolas ahora mismo con las protestas contra Israel. ¿Qué te parece este movimiento, crees que logrará algo?

  • En una de esas protestas ha participado Vetusta Morla, Marwan e Ismael Serrano (por cierto, el padre de Ismael Serrano es poeta y apareció en nuestro blog, búscalo), cantando. Busca las letras de las canciones que han interpretado.



¿Crees qué es este tipo de apoyo sirve para algo? ¿Qué otras canciones serían bandas sonoras para las protestas contra el genocidio en Israel y la Paz en Gaza?

  • Busca información sobre protestas históricas de los estudiantes: mayo del 68, protestas estudiantiles en China, Japón y Corea durante la segunda mitad del siglo XX, la primavera árabe... Crea podcast o infografías para compartir en redes sociales. 

  • ¿Se te ocurre alguna campaña en vuestro centro en solidaridad con los estudiantes universitarios? Te animamos a compartir tus propuestas en la zona de comentarios y a realizarla también.

  • El poema de Javier Álvarez, como pone en el frontispicio, tiene como referencia el siguiente poema de Alberti:



El poema es de 1935, ¿en qué condiciones vivían estos niños en Extremadura? Busca información sobre dicha época. ¿Crees que la denuncia de este tipo de situaciones tiene alguna relación con su exilio después de la Guerra Civil? ¿Qué te parece que las palabras, la poesía pueda llevar a algunos poetas al exilio? ¿Hasta qué punto estarías dispuesto a ejercer tu libertad de expresión si hay consecuencias graves como las sufridas por Alberti? ¿Si no tuviéramos personas que son valientes y ejercen esa libertad de expresión, frente a todo, crees que habría en el mundo actual ese derecho humano fundamental?

  • Una última pregunta sobre la situación actual: Busca información: ¿cuántos periodistas han fallecido en Gaza desde octubre de 2023? ¿Crees que su muerte merece protestar e intentar que se escuchen las voces de los ciudadanos?
  • Seguro que conocéis el debate relacionado con Eurovisión. Haced uno en vuestra aula con el siguiente tema: ¿Debería prohibirse la participación de Israel en Eurovisión, tal y como ha ocurrido con Rusia?

  • Javier Álvarez pertenece al Colectivo Brumaria, uno de los grupos de más calidad de profesores que tenemos en Andalucía. Os animamos a conocer el Festival Foco y a participar, en esta edición, todavía el plazo no ha expirado. Y si quieres llevar el cine a las aulas, no te olvides usar sus materiales (pincha aquí).

  • Deja un comentario en esta entrada si te apetece.

Comentarios