ÍBAMOS
Íbamos
en tropel de ceguera.
Confundidos
por la desesperanza.
Desahuciados
del banquete común
y mendigando
una muralla firme, una muralla
tras la que resguardar
la vergüenza de no
pertenecer a nadie.
DATOS DE LA POETA: Isabel Martín Salinas (Adra, Almería, 1957). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, es dramaturga, ensayista y poeta. Ha sido directora de escena y actriz. Fue finalista del Premio Andalucía de la Crítica 2012 de Teatro por El hoyo 18. Un soplo de viento. En 2019 ha sido galardonada con el Escudo de Oro de la UNEE.
Amante de la lírica culta y popular, en sus obras teatrales se encuentra ya parte de su poesía. También en numerosas antologías. Pertenece a la fundación Albor Místico. Ha puesto música a sus poemas y ha participado en más de cien recitales. Es socia del Centro Lucini de la Canción de Autor, radicado en Granada.
Publicaciones teatrales: Río abajo, 2000; El pozo. La noche de Diógenes. ¡Menos cuento!, 2007; Collar de cerezas, 2007; Rita, 2009; El hoyo 18. Un soplo de viento, 2011; Hispania, Hispania. Segundas partes. Verano del membrillo, 2012; Un canal en YouTube, 2017; La hija,2018; Mediterráneo, 2019; Mísero Polvo, 2020; Monerías, 2021; Odio, 2021; El mundo y yo, 2021; Infamia, 2021; Casandra en el umbral, 2021; Rebujito y otras piezas breves, 2022. Fuego, 2023; Astral, 2023.
Publicaciones de poesía y música: A ráfagas tu nombre, poesía, 2014; Para siempre conmigo, disco E.P. con sus poemas cantados, 2015; El Maestro, libreto para ópera, 2017; Me remito a las sombras, poesía, 2020. Laurel, LP con once temas de su poesía, 2023; Después de todo, poesía, 2024.
Otras publicaciones: Giuseppe Impastato. Memoria de un hombre bueno, biografía, 2019.
ENLACES: http://isabelmartinsalinas.blogspot.com.es/
https://www.youtube.com/watch?v=rJ3Md24oYVs
https://fundacionalbormistico.com/
El poema de Isabel Martín Salinas es un grito desgarrador de pérdida y vacío, un eco de la desesperanza que surge cuando la realidad se quiebra con la ausencia de un ser querido, como la madre, cuya partida deja una herida que nunca cierra. En sus versos se percibe un tropel de ceguera, un irremediable desorden emocional que se traduce en la imposibilidad de pertenecer, de encontrar un refugio. No hay refugio posible, porque se ha borrado un referente y el camino a seguir se ha vuelto borroso. No sabemos qué está bien, qué está mal, nos asalta las dudas a cada paso, ya nadie va a probar o rechazar y acompañar nuestras decisiones. Y esa, que puede ser una libertad deseada en muchos casos, se antoja solitaria y cruel y no compensa nunca.
Es duro este poema, porque no estamos acostumbrados a que el final sea tan desolador. Pero hay que respetar a la poeta. Su decisión es mostrar un momento de absoluta crudeza. Como esa muralla que se abre inexpugnable para siempre cuando quieres contarle a tu padre, o a tu madre ausente, que algo bueno o malo te ha ocurrido. Pero ya no están para vivirlo contigo y entonces esa valoración también cambia. Los especialistas sostienen que el duelo puede durar alrededor de tres años antes de que se convierta en un trauma que requiere un tratamiento específico. Sin embargo, incluso una vez "superado", siempre queda esa sensación de orfandad, una herida que se reabre en los momentos de mayor alegría o en el silencio de la rutina diaria. Como bien señalaba Nietzsche, en medio de las alegrías más intensas también se esconde un dolor latente, un recuerdo constante de lo que se ha perdido. La poeta no busca señalar culpables ni ofrecer soluciones simplistas, sino denunciar la cruda realidad de una ausencia que transforma la vida en un perpetuo estado de melancolía. La experiencia del duelo debe servirnos para no ignorar el sufrimiento y aceptar la pérdida como parte ineludible de la vida, reconociendo que solo a través de la honestidad con nuestro dolor podemos, en última instancia, encontrar una forma -ya distinta, ya marcada para siempre-, de continuar.
Sentimos el tema y el tratamiento que hemos realizado del poema, pero este invierno está siendo duro. Y por eso agradecemos el poema, tan necesario de Isabel Martín. Hay que hablar en las aulas de lo que ocurre en la realidad. Y en la vida, la muerte está muy presente. Tener en La voz de la poesía estos versos tan oportunos de la poeta almeriense es un acierto, sin duda.
ACTIVIDADES:
- Imagina otro título posible para el poema. Justifica tu elección.
- ¿Te atreves a contar una pérdida personal en forma de relato, de poema o con una canción?
- Busca canciones que traten el duelo de un ser querido y comparte con el grupo tu elección.
- Investiga sobre Isabel Martín en los enlaces que aparecen en Datos de la poeta. ¿Qué destacarías de ella? Busca también sus canciones. ¿Qué canción te ha gustado más? Explica tu elección.
- Te proponemos hacer la siguiente actividad de Creatividad Literaria teniendo en cuenta esta entrada, pero también, la posibilidad de nombrar nostálgicamente la felicidad compartida con un ser querido.
- Crea tus propios aforismos sobre los temas tratados en esta entrada. Sigue estos consejos que pueden ayudarte a elaborarlos.
- ¿Qué relación puedes establecer entre el poema de Isabel Martín y el de Male López?
- En nuestro centro estamos dispuesto a ayudar, ofreciendo lecturas concretas, a personas que necesiten palabras de consuelo o acompañamiento mediante un servicio que ponemos a vuestra disposición en el siguiente formulario del Proyecto LA VOZ A TI DEBIDA. Pruébalo, es gratis.
- Esta semana previa a los Goya, os recomendamos cine sobre el tema tratado. Pero lo primero es una escena (los primeros minutos del fragmento siguiente) del biopic de Camarón que se relaciona con el poema de esta semana. Establece dicha relación.
- Deja un comentario más abajo, si te apetece.
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