CANTO 三十八
no sé plantar un árbol debajo del agua
se cae en la profundidad no hay objeción
no nos damos cuenta que se propaga el sonido
con adioses dudas sospechas
horarios de salida alarmas horarios de llegada
con amenazas desde otros océanos la vida continúa
seguiremos durmiendo poco la basura marina rodeará el planeta
las yubartas seguirán estableciendo sus rutas migratorias
tendrás dientes en lugar de barbas se te acusará de falsedad
oh tifón de la cabeza grande
porque desciendes al vacío a esa afición tuya por los cefalópodos
las heridas en tu cuerpo lo señalan: tenaz lucha contra calamares gigantes
que ensanchan tus miedos pero ninguno de ellos sabrá
sobre tu soplo asimétrico bajo el desorden de tu silla
no podrán saber quién eres más allá de la parafernalia publicitaria
te huelo a la distancia en la libertad de dibujar sobre tu vientre mi respiración
capodoglio algo pesa cuando me resbala el agua en la espalda
se creció entre secretos falsedades amores a raudales para la comedia
Si te toca ser un cachalote pigmeo o un cachalote enano
no importa mucho cuando haga frío tendremos que ir a las regiones cálidas
en verano a las aguas subpolares
ahogarnos a 2000 metros bajo el mar cachando bien rico
sin que nos moleste la vida el trabajo los estudios
el horror de no llegar a tiempo a no sé qué destino
a quedarnos sin aire a oscuras estos buenos modales
buenas costumbres llenas de rostros que ocultaban la cacería enaltecida en los púlpitos
tratar de cercar nuestros límites acosados por los gendarmes de la moral
caballos que bailan torcidos nos persiguen desde hace 250 millones de años
se nos agotó la paciencia el olvido sigue oculto en hornos
¡que sea por todo lo alto la despedida!
que se enteren que pasamos por el mundo amamos nos amaron
que se enteren que nosotros sí los vamos a mirar a los ojos
antes de arrebatarles el poder antes del adiós
ellos sí van a saber que nosotros somos sus asesinos
que no somos santos ni nos pesará la mano
cuando se trate de torcerles el gaznate ¡ni a ellos ni al cisne!
sí se enterarán que existimos
que nos hemos amado estas son las pruebas
para forjar un nuevo Estado o Leviathán
nos declaramos en estado de insurgencia
porque nuestras postales no llegan a tiempo
nos arrojamos a la vida nos vemos volver.
El poema que tenemos entre manos es, efectivamente, una oportunidad para dejarse llevar por las palabras. No hay pausas largas ni silencios cómodos: cada verso se encabalga con el siguiente como si estuviéramos dentro de una corriente que no concede tregua. El poema nos interpela, nos está hablando directamente a nosotros y nos convierte, al mismo tiempo, en un animal marino y figura simbólica: somos ese cachalote. Esa elección no es casual: el cachalote es un ser gigantesco, que habita en las profundidades y que carga con cicatrices de luchas contra criaturas desmesuradas. El poema se mueve entre lo biológico y lo político, entre la vida natural y la violencia de la historia. El mar aparece como espacio de libertad, pero también como escenario de amenaza y persecución.
Las imágenes son densas, acumulativas, y provocan la sensación de un mundo al borde del colapso. Aparecen los residuos, la basura marina, las migraciones de ballenas, los cefalópodos y, de pronto, irrumpen los símbolos humanos: la moral impuesta, la cacería, los gendarmes, la represión policial, la violencia de quienes detentan el poder. La fusión entre naturaleza y política es total: lo que ocurre bajo el agua refleja lo que ocurre en la superficie. Y esa rabia acumulada acaba estallando en el grito final: el anuncio de una insurgencia, la voluntad de enfrentarse a quienes sostienen estructuras que oprimen nuestras vidas.
Y cómo lo hace: apelando al amor. Pero no un amor ñoño, un amor descafeinado, un amor egoísta. No, más bien, apuesta por un amor comprometido, pero comprometido con la realidad que nos rodea. Un amor que se enfrenta, incluso con violencia, a un mundo cruel e injusto. Ese amor no se refugia en la intimidad ni se conforma con la ternura privada: se transforma en energía colectiva, en combustible para la resistencia. Amar, en el poema, no es cerrar los ojos, sino abrirlos más que nunca; no es aceptar lo que hay, pues lo que hay no basta. La fuerza de estos versos radica en recordarnos que amar de verdad, amar auténticamente, es también estar dispuestos a luchar, a desafiar el orden impuesto, a gritar que la vida nos pertenece y no puede seguir siendo aplastada por los otros o quienes gobiernan desde el miedo y la mentira. No se trata de gestos románticos vacíos, sino de comprometerse con lo que duele, con lo que se oculta, con lo que parece inamovible. Amar insurgentemente es no aceptar la injusticia como paisaje, es negarse a normalizar la violencia o el abuso de poder. Es tener el coraje de decir no cuando todos callan, de defender la dignidad cuando parece más fácil mirar hacia otro lado. Amor como desafío, no como evasión. Amor como motor de cambio, no como un refugio cómodo. El amor es una posición de insurgencia. Nunca deberíamos olvidar esta enseñanza que aparece en este maravilloso Canto 三十八 .
Agradecemos la paciencia y la generosidad de Cordalupo con nuestro blog. Ya forma parte de La Voz de la Poesía, que no deja de crecer.
- Imagina otro título para el poema. Justifica tu elección.
- En el poema hay palabras que seguro que no conoces. Busca su significado.
- En el poema hay muchas imágenes que parecen imposibles. Elige algunas de ellas e intenta explicarlas con tus palabras.
- Escribe un breve texto (5–6 líneas) en el que expreses cómo sería para ti amar insurgentemente.
- El poema está lleno de furia y ritmo. Imagina que tuvieras que leerlo en voz alta: ¿cómo lo harías para transmitir esa intensidad?
- Piensa en una canción actual que también hable de rebeldía o de amor comprometido. Compárala con el poema y explica qué tienen en común.
- ¿Crees que es necesario entender toda y cada una de las imágenes de un poema para que te sientas atraído o atraída por él?
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