GRIETAS
Vertical.
Escondido y secreto, al borde del barranco,
germinando.
En su fondo, este río que serpentea
las rocas milenarias.
Escondido y secreto, al borde del barranco,
germinando.
En su fondo, este río que serpentea
las rocas milenarias.
Amarillo solar, tu corazón abierto.
De hojas rojizas.
como espadas de sangre y savia nueva,
mi corazón tendido y esperando.
Que pase la tormenta.
Así rogué, y los dioses me escucharon.
Desconozco sus nombres, su patria, a sus profetas.
Por qué esperaron tanto, por qué ahora.
No sé si olvidarán esta plegaria.
Que para siempre
sepamos guarecernos, rebuscar en las grietas
la semilla secreta y abrigada.
Y sonrío, quedamente.
A pesar de los que huyen,
a pesar de los que gritan o se apartan.
DATOS DE LA POETA: CHARO PRADOS (Alcalá del Río, Sevilla, 1962) Licenciada en Filología Hispánica, ha sido profesora de Lengua Castellana y su Literatura en enseñanza secundaria. Junto con José Manuel Vinagre, fue responsable del programa de música y literatura Música callada, emitido por Radio Camas a lo largo de 1992.
Publica sus primeros poemas en la antología Ruptura y mimesis (Aproximación a la joven poesía sevillana), selección y prólogo de José Antonio Moreno Jurado (1982), y obtiene, en 1983, el Primer Premio de Poesía de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla con el breve poemario Como un espejo roto.
Tiene publicados cuatro libros de poemas: El aire detenido (Renacimiento, 1997), Premio de Poetas Andaluces Ciudad de San Fernando; Tan alta soledad (Fundación José Manuel Lara, 2004), accésit del XVI Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti; Todos los fuegos (Ayuntamiento de Talavera de la Reina, Toledo, 2009), Premio Rafael Morales; Cartografía del frío, Pre-textos, 2021.
Es autora además del libro de relatos de relatos La carpa de oro (Sevilla, Paréntesis, 2009).
COMENTARIO: Aunque seáis jóvenes, aunque la vida todavía parezca un lugar maravilloso, siempre ocurren cosas en nuestra vida o alrededor de ella, que nos empujan a una clara evidencia: la vida, en su esencia, es un campo de batalla donde las grietas son cicatrices inevitables y universales. No surgen por capricho, sino como el resultado directo de la intensa y, a menudo, implacable dureza del vivir. Estas fracturas en el alma o en la experiencia se producen cuando la presión externa (el dolor, la pérdida, la traición, el fracaso o la simple erosión del tiempo) supera la capacidad de resistencia de la estructura interior. Son el rastro de momentos en que nos hemos visto al "borde del barranco", delante de un vacío o cuando estamos a punto de colapsar. Muchos de vosotros y vosotras, ya lo sabéis, la vida, lejos de ser un camino llano, impone desafíos constantes, y cada fisura es un testimonio de un golpe que hemos recibido, una herida que ha quedado abierta, demostrando que vivir es un proceso de constante quebranto, pero también continua reconstrucción.
Uno de los ejemplos más lacerantes de esa dureza vital, especialmente en la infancia y adolescencia, es el acoso escolar. Esta violencia sistemática, que siempre ha existido, es una grieta profunda y dolorosa que daña a la víctima, pero que carcome el tejido social de la comunidad educativa. Sin embargo, la dureza de esta realidad no es una condena ineludible. Existe una red de ayuda capaz de cercenar esta situación insostenible, siempre y cuando haya una voluntad colectiva de no mirar hacia otro lado. La clave reside en la intervención activa, en no pasar, en mojarse, en enfrentarse a los acosadores. Los primeros y quizás los más importantes para evitarlos son los propios compañeros y compañeras. Al enfrentarse a los acosadores, denunciar los abusos o aislar socialmente a quienes perpetran el maltrato, podemos cambiar una realidad que, lamentablemente, ya sabemos que no es ajena a ningún centro. Esta postura valiente, la de "rebuscar en las grietas la semilla secreta y abrigada" de la ayuda mutua, es lo que finalmente permite que la tormenta del acoso pase y la semilla de la solidaridad con el más débil pueda germinar.
Es indiscutible que resulta tentador y sencillo deslizarse por la vida con los ojos cerrados, adoptando una cómoda ceguera ante las injusticias y el dolor que nos rodean. No obstante, en la juventud y la adolescencia reside una energía transformadora única. Es el momento de ser rebeldes, pero en el sentido etimológico y profundo del término: de ir a la raíz de los problemas. Los jóvenes tenéis la responsabilidad y la capacidad de cuestionar el statu quo, de rebuscar en las grietas no la semilla de la tranquilidad personal, sino aquella del cambio colectivo. No se trata de una utopía, sino de una exigencia ética: un mundo más humano, más bello, más justo y, en definitiva, mejor, no solo es posible, sino que depende de vuestra voluntad de abrir los ojos y actuar, en lugar de huir sin proponer soluciones.
En el poema, Charo Prados, muestra el camino para alcanzarlo. El corazón, siempre abierto, dice, representa la generosidad, el amor, por tanto, es ese río capaz de llegar, con su agua, a los rincones más íntimos y oscuros del ser humano. Este "amarillo solar" es la clave de la plenitud. El amor auténtico, aquel que se entrega sin condiciones ni expectativas de reciprocidad, es la fuerza vital que rellena las grietas de la existencia y tienen la capacidad de transmutar la dureza de la vida en belleza y justicia. Cuando las personas practicamos la entrega, nuestra vida se alinea con un propósito más elevado. Lejos de la mediocridad, lejos de los que no aportan nada, lejos de los que solo saben infringir dolor. Ese dar desinteresado, esa fuerza, otorga al que da una valentía necesaria para enfrentarse a los obstáculos, a los abusones, a los que se ríen de los demás y hacen la vida imposible al resto. Por tanto, ese río, ese agua del poema debe regar nuestras vidas creando una realidad más bella en su esencia y más justa en sus acciones. Al final, es esta "semilla secreta y abrigada" de la generosidad la que nos permite sonreír "quedamente", a pesar del caos de aquellos que huyen, gritan o se apartan, asegurando un refugio interior contra cualquier tormenta y a la que, sin embargo, hay que enfrentarse.
Agradecemos el envío de Charo Prados, ya forma parte de La voz de la Poesía.
ACTIVIDADES:
- Inventa otro título para el poema. Justifica tu elección.
- Vuelve al siguiente verso: "Así rogué, y los dioses me escucharon". ¿Qué está pidiendo realmente? ¿Cómo se relaciona este ruego con la idea de la "reconstrucción"?
- Piensa en una víctima de acoso escolar. Describe en un párrafo cómo se siente alguien que ha llegado a ese "borde del barranco" emocional. ¿Qué "grietas" ha acumulado? ¿Qué frases del poema podrían encajar con su estado de ánimo?
- El comentario pide a los jóvenes ser "rebeldes, radicales". ¿Qué significa "radical" en este contexto (según el comentario)? ¿Qué acción específica pueden hacer los jóvenes para cambiar el mundo, no solo el acoso escolar?
- Escribe un breve párrafo (5-7 líneas) en primera persona, imitando el tono del poema, describiendo una "grieta" personal (una dificultad, un miedo o un error) y cómo encontraste una "semilla secreta" (una lección, una ayuda, un acto de amor) dentro de esa experiencia.
- El comentario dice que la dureza de la vida "no es una condena ineludible" si hay "voluntad colectiva de no mirar hacia otro lado". ¿Crees que la sociedad (o el centro educativo) tiene una responsabilidad ética en los casos de suicidio derivados del acoso? ¿Por qué la acción de aislar a los acosadores (mencionada en el comentario) es tan importante como la de apoyar a la víctima? ¿Qué riesgo se corre al "vivir con los ojos cerrados" ante esta problemática?
- ¿Sabes cómo actuar en tu centro educativo si ves o conoces un caso de abuso escolar?
- Cread un decálogo (lista de 10 principios) entre todo el grupo, titulado "Decálogo para cerrar las Grietas". Las reglas deben centrarse en la intervención activa, la solidaridad y el no mirar hacia otro lado por parte del alumnado y la Comunidad Educativa en general.
- Busca y comparte dos canciones: la primera que hablen de sentirse vulnerable, abrumado o al borde del colapso (la "grieta" o el "barranco" del poema). La otra, que traten directamente el tema de la solidaridad, el apoyo incondicional de un amigo o la necesidad de no dejar a nadie solo (el "río" de amor, el "corazón abierto" del poema). Justifica tus propuestas.
- Busca el origen de la frase "Otro mundo es posible". ¿Qué evento o foro internacional adoptó esta frase como su lema principal? ¿Cuándo y dónde se celebró este evento por primera vez? ¿Cuál es el objetivo principal de este foro? (Es decir, ¿a qué se opone y qué intenta construir?). ¿De qué manera la "grieta" de la injusticia social o la "dureza" de la vida (mencionadas en el comentario) justifican la necesidad de este movimiento, que busca un mundo más justo?
- ¿Qué es y qué características suelen tener las sociedades utópicas? ¿Qué es la distopía? Nombra un ejemplo de novela o película distópica conocida y explica la propuesta social, política, económica, etc., que propone.
- ¿Por qué es necesaria la Utopía para conseguir un mundo más justo y alejado de la violencia, el acoso y la desigualdad?
- Lee el siguiente poema de Pablo García Casado, Blue, en el que abordamos el mismo tema. Haz las actividades relacionadas con el acoso escolar.
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