STAYING ALIVE (PARA UNA CEREMONIA DE DESPEDIDA)
ya no subía Lucy al cielo por diamantes
y almorzábamos desnudos con jeringas de opio.
Esferas luminosas reinaban en las discos
entre botas de plata y pantalones ceñidos.
Había otro mundo afuera, a la intemperie,
el de los golpes de estado y la justicia imposible.
Bailábamos inviernos, soñábamos delirios,
porque no habría paisaje después de la batalla.
Mi generación murió en los lavabos públicos
en la era de la clase media y de los telediarios.
Amordazaron el placer con el virus del miedo
y el tiempo fue cortándome este traje a medida:
un hombre canoso a punto de cumplir medio siglo,
con demasiados amigos durmiendo en hospitales.
Tuvimos que hacerle caso a Gloria Gaynor
y sobrevivir al hundimiento de nuestra propia Atlántida
cuando barrían canciones y pastillas de éxtasis,
las últimas banderas del último fracaso.
Hoy he visto volver cansado al motero de Qadrophenia
y Toni Manero me ha dicho que no vuelva a llamarle así.
Los jinetes fáciles que fumaban el raro aroma de las flores
ahora consultan cada día las páginas de la Bolsa.
Hace mucho que perdí la cresta y el collar de púas.
La libertad la empeñé por una pulsera de oro,
pero en noches de tormenta vuelvo a vestir mi pasado
y los espejos me juran que lo que fui sigue vivo.
Tres veces negué a Freddy Mercury en vida
y a menudo usé en vano el santo nombre de Madonna,
aunque mi corazón antiguo despierta de su tumba
cuando oye la música que lo hizo invencible.
Por ella resistí al hogar, al tedio, a la oficina,
o acepté de grado un precio por mi alma.
Entraré al paraíso de los viejos rockeros,
colgado de su brazo sin sombra de reproche.
El poder me venció pero nunca me rendí,
seguí siendo un lobo sin querencia o manada,
porque mantuve la fe en unas cuantas ideas
y en que John Lennon murió para expiar mis pecados.
DATOS DEL POETA: Juan José Téllez (Algeciras, 1958). Escritor y periodista. Desde1976 ha ejercido el periodismo en Diario 16 Andalucía, La Tribuna de Algeciras, la agencia Efe, Diario de Cádiz, Diario de Sevilla, entre otros. Ha sido subdirector de Diario de Cádiz, entre otras responsabilidades en distintos medios e instituciones (fue director del Centro Andaluz de las Letras, por ejemplo). Ha realizado numerosos guiones para radio y televisión. Ha recibido varios premios periodísticos y literarios. Su obra ha aparecido en numerosas antologías y ha publicado los siguientes libros, entre otros: Poesía: Crónicas urbanas (Algeciras, 1979), Medina y otras memorias (1981), Ciudad sumergida (1985), Bambú (1987), Daiquiri (1989), Trasatlántico (2000), Las causas perdidas (2006), Ciudadelas y sextantes (2006), Las grandes superficies (2010) Los amores sucios (2021).
"¿Y de qué habla el poema?", me preguntaréis en clase. Entre otras cosas, de un supuesto paraíso perdido, esa época adolescente o de primera juventud en la que la vida se vive a borbotones. Una época de cambios en muchos sentidos, sobre todo, corporales y que afectan directamente en nuestra forma de ser, de sentir, incluso a la hora de vestir o de hablar. No es algo que pase una vez en la vida, pero sí en pocas ocasiones con tanta virulencia y con poca experiencia para afrontarlo con ciertas garantías. En realidad, cuando ocurren esos cambios, se recuerdan años después, como el poema de esta semana, porque hay una transformación, espiritual o fundamental, si queréis. Esos momentos son momentos de dudas, vacilaciones, incomprensión, incluso miedo o falta de sentido. Pero también, son momentos de crecimiento, de toma de decisiones que van perfilando nuestro modo de estar en el mundo. No es extraño, por tanto, llevar una cresta, con pantalones ajustados y escuchar un tipo de música determinado, puedes tener un estilo mod (se usaban parkas, combinadas con coloridos jerséis y también con finas corbatas al estilo Manchester) o ser punk o rockero (con chupas negras, botas, etc.). El medio también cambia: antes la radio, después la televisión, ahora YouTube o las redes sociales son el modo de acceder a la música. Y esa modo de acceder a ella, también determina nuestro modo de ver y estar en el mundo.
Son épocas pasadas y que desde la perspectiva de ahora pueden resultar extrañas, sorprendentes y ridículas, como pasará, por cierto, con las que existen hoy en día. Sin embargo, no podemos confundirnos y admitir sin un análisis mínimo lo que nos cuenta Téllez. En el poema no pasa desapercibido el tono nostálgico, pero también cómo lo vivido, lo escuchado, lo sentido, afecta muchos años después. No se trata tan sólo de que unos acordes te levanten el ánimo. Por ejemplo, que I Want to Break Free despierte de su tumba al corazón. Se trata, por el contrario, de darnos cuenta que una mera canción, es capaz de actuar como una catalizador de la personalidad y nos impide que en nuestra vida triunfe el aburrimiento. En el caso de Téllez, esas canciones y esa época vivida hizo que no sucumbiera a un trabajo que enajena, que te anula, que no te aporta nada, salvo dinero.
Ahora que llega el momento de la despedida, para los de 2º de Bachillerato y para los de 4º de la ESO, no estaría de más hacer un listado con las canciones que más os gustan, no simplemente porque suenen bien, sino más bien porque son ya las que os marcarán en un futuro (desconozco las referencias musicales que tenéis, pero tenéis que hacer un cribado, una selección auténtica entre las que no os dicen nada y son prescindibles y aquellas en las que os reconocéis, porque nombran vuestros temores, vuestros miedos, vuestras esperanzas o sueños). En la época a la que se refiere el poeta, las referencias son muchas y variadas en estilos. Cada uno de nosotros tenemos un listado propio y auténtico. No para recordar un pasado más o menos idealizado (de hecho, el que nos describe en el poema, está repleto de drogas, violencia o muerte en muchos casos), también para no renunciar a unas cuantas ideas que forjan en la adolescencia y en la primera juventud lo que seremos cuando seamos mayores: personas libres, que no confunden valor y precio, que saben que no todo lo puede comprar el dinero y que se puede vivir de otro modo, sin sucumbir a lo que piensa, siente y hace la mayoría.
Ojalá este poema, que también es un poema de despedida para mi alumnado, pueda serviros para reflexionar y comprender que la vida, por muy complicada que os parezca ahora mismo, vale la pena si somos capaces de construir un mundo más amable, más justo, más humano, si me permitís. Y eso, se consigue si no renunciamos a nuestros principios (es muy triste ser como esos jinetes que fumaban el aroma de las flores consulten cada día las páginas de la bolsa) incorporando en nuestras vidas diarias música, arte, literatura, poesía, etc. que nos posicione frente al pensamiento único, al mercado que todo lo devora porque tan solo conoce su propio beneficio... Agradecemos a Juan José Téllez su deferencia con nosotros y su generosidad. Y esperamos que su poema os acompañe muchos años cuando estéis llenos de dudas, de incertidumbres y tengáis que elegir en la encrucijada aquello que os llena, que os conmueve, que coincide con vuestros sentimientos, aunque eso suponga en muchos casos ir contra la corriente o ser minoría. No pasa nada, aunque sea duro, al menos, podrás mirarte siempre al espejo y reconocer en él, lo que eres ahora.
ACTIVIDADES:
- Imagina otro título para el poema de esta semana. Justifica tu elección.
- Encuentra las referencias que denotan cierto fracaso de la época a la que se refiere el poema.
- Explica con tus palabras los siguientes versos: Amordazaron el placer con el virus del miedo/ y el tiempo fue cortándome este traje a medida. ¿Qué tipo de miedos hay ahora en nuestra sociedad? ¿Crees que en algún sentido ese miedo (aunque sea distinto lo que lo provoca) puede seguir paralizando a las personas?
- Traduce la canción de Staying alive, ¿estableces puntos comunes entre la canción y el poema de esta semana?
- La música sirve en muchos casos para evadirse de la realidad. En la segunda estrofa aparece ese forma de entender la música y, por extensión, la cultura, como entretenimiento para no afrontar otro tipo de realidades más injustas. ¿Crees que actualmente mucha de la música que escuchas no tiene nada que ver con los problemas que nos afectan globalmente (ecología, pobreza, desigualdades, injusticias sociales, etc.)? ¿Conoces algún grupo o canciones que hablen continuamente de estos temas?
- Busca información sobre The Beatles y John Lenon. También sobre la canción a la que hemos hecho referencia más arriba. Explica con tus palabras el último verso del poema.
- La relación entre las drogas y la música es de sobra conocida. Seguro que conoces canciones que tocan ese tema. Comparte algunas de ellas con el resto.
- Busca alguna canción de Madonna que te parezca rebelde. Explica tu elección.
- En alguna entrevista Juan José Téllez ha afirmado que la poesía no sirve para nada. Busca en este mismo blog poemas bajo la etiqueta "inutilidad de la poesía" o "utilidad de la poesía". ¿En qué sentido la poesía es inútil?, ¿en qué sentido no lo es? ¿Crees que la música también es inútil, como la poesía?
- Haz una lista con 5 canciones que escuches que sean prescindibles y con 5 canciones que creas que te definen de alguna manera. ¿Crees que estas últimas te acompañarán cuando seas adulto y tengas 30 años más?
- Aunque no es el estilo de música que le gusta a Juan José Téllez, sí que ha escuchado al rapero Hasel. Lee su artículo El rap de la censura. ¿Qué defiende el poeta en dicho artículo?, ¿sus argumentos te parecen acertados? Justifica tu respuesta.
- Lee este otro artículo, La muerte de la indignación. ¿Puedes establecer alguna relación entre ese artículo, la figura de Caballero Bonald y el poema de esta semana? ¿Por qué, en realidad, la indignación no ha muerto?
- Imaginemos que esta es una de las canciones que le gusta al poeta.
Infórmate de la canción y la polémica que suscitó, ¿te parece que tiene vigencia todavía?
- Deja un comentario sobre esta entrada si quieres.
Un poema extraordinario
ResponderEliminarQuizás buena ocasión para trabajar con los padres, madres, tíos, primos, alguien algo mayor por todas sus referencias
La vida tiene banda sonora
Pues sí, tienes razón, tal vez alguna pregunta a los familiares se podría incluir. De hecho, voy aprovechar tu sugerencia. Gracias por leernos tan atentamente.
EliminarGran poema, para analizar detalladamente cada estrofa. La música es capaz de hacernos invencibles y aquello que un día fuimos, sigue estando vivo, grandes versos ambos.
ResponderEliminarGran profesor y persona, y porqué no decirlo... Gran amigo. Gracias por este maravilloso año! Inolvidable
Gracias ti y enhorabuena por tus magníficas notas. Aunque, francamente, están un poco por debajo de tu generosidad y amabilidad. Un abrazo, y por qué no decirlo: amigo para lo que necesites.
EliminarAhora leo este magnífico poema, compañero. Qué abandono, madre mía! En mayo estaba exhausta de curso y, tonta de mí, no me asomé por aquí. Gracias por el poema y por tu entrañable comentario. Me gustaron ambos mucho.
ResponderEliminarEl título es perfecto. No lo cambiaría,pues, pero se me ocurrió que quizás "Un eterno Dacapo, por favor" no le calzaría mal.
No sé siquiera si se escribirá así ese término (supongo italiano); sólo lo he conocido en su abreviatura como DC en las partituras.
Un abrazo, compañero. Ojalá tengamos buen curso, mejor al menos que el pasado. Fue agotador.
Tu alumnado no requería hacer ese listado, la memoria hace lo suyo divinamente. Más interés le veo a esa iniciativa sugerida por Curro Flores; lo otro es irremediable y no precisará registro para recurrir a él en su futuro cincuentón.
Téllez es uno de los grandes, no me sorprende tu comentario. Por cierto, no es abandono es el día a día que hace imposible estar en todo. Gracias, como siempre por tu aportación, enriquece el blog de manera exponencial.
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