POR FIN (Poema para el Día Mundial de la Salud Mental)




A Alberto Bailón
He soñado
que me entregaba a la muerte.

Lejos de temerla,
me aferraba a ella
como a un bote
las víctimas de un naufragio;
como a la vida
un joven enfermo terminal.

He soñado
que me entregaba a la muerte.


Ojalá este simbólico deseo
vaticine el adiós definitivo
a tanta enajenación
y despierte en mí
naturaleza suficiente
para existir sin miedo.

He soñado
que me entregaba a la muerte.


Pero si nada envidio menos
que toparme con ella cara a cara
(pues nunca como ahora disfruté
de verdadero diálogo con el mundo),
espero recibir agradecido
esta grave y última experiencia
que me reserva la vida.


Por fin soñé que me entregaba a la muerte.


DATOS DEL POETAAgustín Porras (Antequera, Málaga, 1957) es licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Director de numerosas revistas literarias, antólogo ocasional y autor de varios trabajos en torno a la vida y la obra del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer. En poesía ha publicado: Ojalá (Huerga y Fierro), La mosca becqueriana (Olifante), Coplas a la vida de mi compadre –Homenaje a Ángel Guinda– (Olifante) y Una eterna despedida (Verbum). En literatura infantil –en verso–: Moflete, el elegante y Moflete ya sabe contar (Ed. Pregunta). Y en novela: El periódico y el pan (Olifante).

COMENTARIO: Nombrar la muerte, pensarla, reflexionar sobre la finitud de las cosas y de la vida..., eso nos trae esta semana Agustín Porras. Parece que es un tema tabú para los jóvenes porque a esas edades nadie piensa en la muerte.  Nada más lejos de la realidad. Nuestros jóvenes ya conocen la ausencia, la distancia, el dolor. Nadie se libra de este trato temprano con la muerte. Si además, eres profesor de filosofía, como es nuestro caso, el tema se aborda a menudo en las clases. Ars Moriendi ha sido desde hace siglos una de las facetas más frecuentadas por el pensamiento filosófico. Tener la muerte presente es la mejor medida para sacarle partido a la vida, en cambio. Ese es el reto para no caer en abismos más insondables aún. Porque no abordamos aquí, tan solo solo la muerte física, individual, sino más bien, la muerte como la marca de la temporalidad que se acaba: es la muerte la finitud que existe en cada cosa, en cada vivencia, en cada experiencia. Nada es eterno. Nada dura para siempre. Aceptarlo supone vivir con más pasión, con más obsesión, cualquier experiencia. 

Esta semana, además, tendríamos que dedicarle un tiempo a hablar de Salud Mental, de Bienestar Emocional, porque el martes, día 10 es el Día Mundial de la Salud Mental. Según la OMS, los trastornos mentales afectan a uno de cada siete adolescentes en todo el mundo y la depresión se perfila como la principal causa de enfermedad y discapacidad en estas edades. En nuestro centros educativos, sin apenas percibirlo, convivimos con alumnos y alumnas que sufren ansiedad, estrés o incluso depresión. Lo sufren en silencio, ignorados e ignoradas por el resto. Muchas veces, este alumnado se siente desplazado porque hay problemas de integración en las aulas, en las clases, en los recreos. Puede ocurrir, simplemente, porque no sabemos lo que les ocurre. Y, ¿qué podemos hacer? Debemos fomentar las competencias o herramientas que les permitan a nuestros jóvenes conocerse mejor a sí mismos, manejar sus emociones, trazarse metas realistas y plausibles, para que  así sean capaces de construir mejores relaciones con los demás y tomar decisiones que mitiguen su precaria situación. 

¿Y si la literatura, la poesía, la lectura y la escritura sirve para ello? Desde luego, el autoconocimiento se enriquece leyendo y escribiendo. Buscando las palabras adecuadas para nombrar nuestro interior, nuestros estados emocionales, nuestros sentimientos. Si somos capaces de nombrar lo que nos pasa, podremos manejar nuestras emociones de una manera adecuada, dirigiéndolas hacia los fines que nos marquemos. Si sabemos, con el poema de Porras que todo es finito, que todo tiene fecha de caducidad, comprenderemos que el dolor, el sufrimiento nunca es definitivo, nunca tiene la última palabra. O, al menos, nos brinda la posibilidad de dialogar con lo que nos pasa de una manera más fructífera. Hay mucha luz en el interior más profundo y negro de nosotros mismos si sabemos que acabará tarde o temprano esa oscuridad. El miedo que nos atenaza dejará de hacerlo ante esta perspectiva y podremos vencerlo. El fin de todas las cosas llega y también hay que saber gestionar y aprender a vivir así: extrayendo lo positivo de cada vivencia, de cada experiencia que lleve la marca de la despedida inevitable. Así seremos libres de nuevo, por fin, como se dice en el título del poema. 

Agradecemos desde aquí a Agustín Porras su generosidad con nuestro blog y su participación en La Voz de la Poesía. A veces, necesitamos que nos recuerden lo que ya sabemos y hemos olvidado. Para eso también sirve la lectura, en general y la poesía, en particular.


ACTIVIDADES:
  • Cambia el título del poema y explica tu elección.
  • El poeta usa la cursiva en su poema. ¿A qué crees que se debe? 
  • El poeta no describe sus miedos. ¿Cuáles podrían ser? Imagina al menos tres e inventa una posible causa de los mismos.
  • ¿Cuáles son tus principales miedos? ¿Tienes herramientas para afrontarlos? Si no las tuvieras, ¿sabes dónde encontrar ayuda?
  • Busca información sobre las principales enfermedades mentales de los adolescentes. Y haced un debate en clase sobre las posibles causas.
  • Busca en este blog algún poema de Ángel Guinda. ¿Puedes establecer alguna relación entre los poemas aparecidos en este blog y el de esta semana?
  • Creemos que la poesía puede servir. Compruébalo tú mismo con esta actividad.




  • Seguro que ya lo conocéis, pero nuestro proyecto La voz a ti Debida también considera que la literatura, la lectura de calidad puede ser un buen antídoto contra los males que sufre la mente. Si no conoces el proyecto, pincha aquí. ¿Crees que este tipo de proyectos pueden beneficiar a personas que lo están pasando realmente mal? Si tienes dudas, investiga en la página, hay evidencias claras ante esta pregunta.
  • ¿Sabes qué son las Constelaciones Literarias? Pincha aquí o en la imagen. Te puede servir para plantear la Lectura Programada en tu aula.





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