LOS POEMAS DE MI ABUELO



 Al leer mi abuelo a Machado
viajábamos a Castilla.
Niños hechizados,
con su voz y dos rimas.

Solía recitar tus sueños
con canas y sombras chinas.
Me compró siempre más cuentos
de los que cualquier niño leía.

Mi abuelo se fue en mayo,
cuando yo era una niña
y pensaba que entre estrellas
algún día lo encontraría.

Los años me han quemado.
Apenas pienso ya en ellas,
pero aún leo los poemas
con su voz en las orejas.

En la estrella que más brilla,
aún arde allí el pobre fuego
de una niña que no es niña
y que sueña con su abuelo.


DATOS DE LA POETA: Casilda Fernández de Soria Martín. Nací el 23 de noviembre de 1997 en Badajoz. Crecí leyendo fantasía mientras mi madre inventaba historias sobre duendes para que nos comiésemos el arroz. En el patio del colegió leía narraciones escritas a escondidas en clase en cuadernos de márgenes llenos de dibujos. Estudié Arte en bachillerato, Derecho en Sevilla y tres másteres, uno de ellos sobre escritura creativa. Ahora subo contenido a redes sociales sobre dibujo y poesía, en un intento por hallar en lo cotidiano la magia del mundo.

Fuente: Almuzara Libros.


COMENTARIO: No podemos terminar este curso de otra manera que reivindicando la poesía. El poema nos invita a sumergirnos en la relación entrañable entre una nieta y su abuelo, una conexión que se teje a través de la poesía y, de alguna manera, esa intención también es la nuestra. En este caso, la voz del abuelo recitando a Machado no solo transporta a la nieta a las tierras de Castilla, sino que también crea un vínculo emocional y espiritual que trasciende el tiempo y el espacio (hay personas que defienden la teoría de trascender la propia existencia, relaciones de amor que se repiten en ciclos históricos). Esta relación especial destaca la importancia de los abuelos en la vida de los nietos, quienes, a través de sus historias, enseñanzas y, en este caso, la poesía, dejan una huella imborrable.

La poesía, en este contexto, se convierte en un vehículo de transmisión de valores, cultura y recuerdos. Cuando el abuelo recita, no solo está compartiendo palabras, sino también emociones y experiencias. No solo ella, el resto también se sienten hechizados por la voz del abuelo, y aprenderían, desde la poesía de Machado, como el paisaje es capaz de determinar los estados de ánimo, el paso del tiempo y la melancolía de sus imágenes serán una herencia auténtica y perdurable para todos ellos. 

Sin embargo, las relaciones que se forman a través de la poesía no se limitan al ámbito familiar. Cualquier persona que comparta este arte con otra está construyendo un puente hacia la conexión mutua: el lenguaje, las palabras unen tanto como el sabor de un beso, de una mirada, de un abrazo mucho tiempo después. Los poetas, los profesores, los amigos y hasta los desconocidos pueden tener un impacto crucial en nuestra vida al compartir un poema que resuene en nosotros como si fuera narrado solo para nuestros oídos. (En este sentido, La voz a ti debida, también comparte esta posición). La poesía nos permite ver el mundo a través de los ojos de otros, enriqueciendo nuestra percepción y comprensión de la realidad. También ocurre cuando nos leen.

En el poema, la voz del abuelo sigue viva en la memoria de la nieta, incluso después de su muerte. ¿Hay mejor herencia que ese tesoro? Aunque como reconoce Casilda, los años no perdonan y el desánimo, el desasosiego o incluso la tristeza pueden hacer mella en la inocencia y la felicidad de la infancia, la persistencia de la voz del abuelo en la mente de la nieta subraya la idea de que las personas que nos marcan, ya sea a través de la poesía u otros medios, continúan influyendo en nuestra vida mucho después de que ya no estén aquí y ahora. El poema no solo celebra la relación especial entre una nieta y su abuelo, sino que también destaca la capacidad de la poesía para crear y mantener conexiones profundas entre las personas. Nos muestra cómo el acto de compartir poesía puede ser una forma poderosa de mantener la llama viva de lo vivido, de lo compartido. 

Este blog cierra este curso con la esperanza de que los lectores del mismo hayan sentido, pese a la virtualidad, la cercanía de nuestro intento por mantener un vínculo incuestionable con ellos. La voz de la poesía no deja de crecer y agradecemos a Casilda su generosidad con nosotros, su abuelo, por cierto, también es tío paterno nuestro y es un honor tenerlo en este espacio para siempre.  


ACTIVIDADES: 

  • Inventa otro título para el poema y explica tu elección.
  • La autora es muy activa en redes sociales, sobre todo en Instagram: síguela. ¿Qué te parece el contenido poético y artístico que comparte?
  • ¿Te atreves a escribir un poema sobre tu abuelo o tu abuela?
  • Escribe una redacción sobre una persona mayor que haya tenido un impacto auténtico en tu vida.

  • Entrevista a un miembro de tu familia. Escribe una breve historia o anécdota que tengas con él.
  • Elige un poema de Machado. Intenta ilustrarlo.
  • Deja un comentario en esta entrada para despedir el curso. 

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