PRIMERA CONJUGACIÓN




Encontrar las palabras
elementales. Aprender
cómo decir perdón en el idioma del que irrumpe,
y buenos días, y toma,
y he venido a conocerte, aprender
cómo decir gracias en el idioma
de quienes también rasgan
y también
se desgarran,
cómo decir
café, cariño, patria,
shalom, salam aalaikum, aprender
cómo se dice pasa, entra, ésta es mi casa
en un país al sur del que apenas
quedan ruinas, aprender
obrigada, spasiba, aprender
qué colores no existen en las lenguas de África.
Y cómo responder que sí en Pekín.
Llegar a las ciudades y descubrir
los entresijos del mercado,
entender,
aprender
cuál es en cada tierra
la etimología de alma, y de qué modo
saludaban al miedo mis bisabuelos.
Encontrar las palabras elementales.
Y luego hablar.



DATOS DE LA POETA: Laura Casielles (Pola de Siero, Asturias, 1986) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filosofía por la UNED, y Máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos por la Universidad Autónoma de Madrid. Como periodista, ha trabajado en la Agencia EFE (primero en la sección de Justicia e Interior de Madrid, y luego en la corresponsalía de Rabat, en Marruecos), y como asesora de prensa en el Instituto Cervantes de Rabat. Actualmente trabaja en una oficina de la Universidad Autónoma de Madrid, colabora en diversos medios periodísticos y prepara una tesis doctoral sobre literatura y memoria de la descolonización en Marruecos. También realiza traducciones literarias del francés.
Con veintidós años publicó Soldado que huye (2008), su primer libro de poemas. Con el segundo, Los idiomas comunes (2010), obtuvo el XIII Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal en 2010, así como el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2011. El tercero, Las señales que hacemos en los mapas (2014), obtuvo una ayuda a la creación del Injuve. En 2007 la autora fue Premio La Voz + Joven de Caja Madrid y La Casa Encendida, y en 2009, Premio Arte Joven Latina en la categoría de poesía. Ha sido incluida en diversas antologías y traducida a otros idiomas, por ejemplo, en Canto e Demolizione: 8 Poeti Spagnoli Contemporanei (2013) y ha publicado poemas, artículos, entrevistas y traducciones en revistas como Hesperya, Ellas dicen de MLRS, Nayagua, Cuadernos Hispanoamericanos, Mordisco, Clarín, Ábaco o El Comercio.

COMENTARIOCada 21 de marzo se celebra el Día de la Poesía. Nos reunimos en torno a los versos, los declamamos, los compartimos como quien cree en la magia de las palabras. Pero ¿qué sentido tiene celebrar la poesía cuando en Gaza los niños mueren sin haber aprendido a decir "mamá" una vez más? ¿Qué significa hablar de belleza mientras Mariúpol sigue en ruinas, mientras Ucrania se desangra? ¿Cómo pronunciar “bienvenido” cuando en las puertas de Europa se decide quién vive y quién muere en el mar? Cada año repetimos el ritual en este blog y traemos distintas poéticas de distintos poetas, pero la realidad nos empuja a dudar: ¿para qué sirve todo este esfuerzo cada semana en un mundo tan cruel? Hay imágenes de apenas hace unos días en Gaza que ya forman parte de la Historia Universal de la Infamia, son insoportables, imposibles verlas sin sentir un horror y una rabia incontenible (pincha aquí). Son imágenes que desgarran por dentro a cualquier ser humano.

La poesía no cambia el curso de la historia, no detiene bombas ni abre fronteras. Laura Casielles escribe sobre encontrar las palabras elementales, sobre aprender a decir "pasa, entra, ésta es mi casa". Habla de acogida, de refugio, de comprensión, de abrazo, Pero en esta época oscura, las puertas no se abren, sino que se cierran con muros, concertinas y disparos. ¿De qué sirve saber decir "gracias" en todas las lenguas si en Sudán, Yemen, Myanmar, Etiopía, Siria y tantos otros lugares el idioma que más se habla es el del hambre, el de los tanques, el de la desesperanza? Celebramos la poesía mientras el mundo sigue ardiendo. Nos refugiamos en las palabras mientras las bombas anulan cualquier posibilidad de diálogo. Queremos encontrar los términos precisos para la paz, pero los diccionarios solo nos devuelven escombros: "cómo pedir perdón en el idioma del que irrumpe"; no sabemos hacerlo. ¿Y si hogar deja de tener significado cuando todas las casas han sido arrasadas, cuando ya no hay lugares en el mundo que habitar, cuando las promesas se desvanecen?  ¿Y si ya nadie aprende a decir amor porque no hay quién lo escuche, porque los pactos son absurdos o están equivocados? 

Hablar de poesía en este contexto no es un gesto vacío si lo hacemos desde la conciencia de su limitación. No se trata de caer en la complacencia o en el tópico de que de la belleza salvará el mundo, sino de reconocer que la poesía solo tiene sentido si se enfrenta a la crudeza de la realidad sin maquillarla, si crea conciencia entre los lectores y los mueve a actuar. Cuando la poesía, por decirlo así, se moja con lo que pasa a su alrededor, entonces tiene sentido escribirla, leerla. Este comentario, por tanto, no es una impostura, no lo mueve una retórica vacía, es un posicionamiento ético y poético. Porque no pretendemos endulzar nada ni convertir la poesía en un refugio cómodo. Por el contrario, intenta exponer, mediante el magnífico poema de Casielles, la fragilidad de las palabras y, al mismo tiempo, su necesidad. Porque si dejamos de buscar las palabras elementales —café, cariño, patria, perdón, amor—, si dejamos que las borren la guerra y la indiferencia, entonces sí habremos renunciado a aquello que nos hace esencialmente humano.

El Día Mundial de la Poesía que hemos celebrado la semana pasada es, en muchos casos, un acto de resistencia en un mundo donde las palabras parecen perder fuerza frente a la violencia, el horror, la injusticia. No se trata de un lamento vacío ni de una pose sentimentalista, sino de una constatación dura: el lenguaje es frágil cuando se enfrenta a la barbarie, cuando todo está roto, cuando no hay esperanza de recomponer lo que se ha perdido. Tal vez la poesía no sirva para detener la guerra. Tal vez no sea más que un murmullo en medio del estruendo de los conflictos. Pero, aun así, seguimos apostando por ella en este blog, en nuestro quehacer educativo. Porque tal vez, como nos recuerda también Eduardo Galeano, estamos todavía aprendiendo qué significa ser hombres y mujeres, qué significa eso que hemos llamado más arriba lo humano. 



Todavía estamos buscando las palabras elementales para conjugar el modo de vivir, sin miedos, a la intemperie, en este absurdo que es, a veces, la vida.

Agradecemos a Laura Casielles su envío que forma parte ya de La voz de la Poesía. Nos ha dado la oportunidad de entender mucho mejor la necesidad de la poesía en un mundo tan cruel como el que vivimos.


ACTIVIDADES:

  • Explica el título del poema. Inventa otro título posible y explica tu elección.
  • Elabora una lista con otras palabras elementales que consideres fundamentales para la vida humana. Junto a cada una, escribe un breve texto explicando qué pasaría si dejara de tener sentido en el mundo actual.
  • Elige de la lista anterior tres palabras. Busca en un diccionario etimológico su significado. ¿Existe diferencias entre el origen y el sentido etimológico y su significado actual? 
  • ¿Cuál es la etimología exacta de alma? ¿Te parece etimológicamente hablando que vivimos un mundo desalmado? Justifica tu respuesta.
  • Al inicio del comentario hay un enlace a imágenes de lo que ha ocurrido esta semana en Gaza. Elige la que te haya parecido más dura. E intenta crear o contar la historia de esa foto.
  • ¿Qué nos hace esencialmente humano? ¿En qué sentido la belleza, en algunos casos, puede salvar el mundo?
  • En el poema de Laura Casielles leemos: “Cómo decir pasa, entra, esta es mi casa”Reescribe esta frase pensando en el contexto actual de las migraciones y los conflictos. Imagina que tienes que explicarle a alguien que huye de la guerra por qué España va abrirle las puertas. Escribe una carta o un breve discurso con esa intención.
  • En grupos, investigad los conflictos mencionados en el comentario: Gaza, Ucrania, Sudán, Yemen, Myanmar, Etiopía, Siria. Elaborad un mural o una presentación digital con mapas, imágenes y testimonios. Relacionad cada conflicto con una palabra esencial: ¿qué significa hogar en Gaza? ¿Qué significa perdón en Ucrania? Etc.
  • Vuelve a leer Mapa del Tiempo, de Eduardo Galeano: ¿qué afirma el autor que sirvió al ser humanos para “pelear contra el miedo y el frío”? ¿Qué papel juega la palabra para Galeano en la evolución humana? Ponte en situación y haz el esfuerzo de imaginar qué se dirían por vez primera esa pareja. Explica tu postura.
  • Las palabras mueren si tú quieres. Pincha en la imagen o aquí para conocer y hacer la actividad.


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Comentarios

  1. Estos preciosos versos de Laura Casielles se los grabaría yo en la frente a todas y todos esos gobernantes, capitalista-economistas y magnates que estos días se obsesionan con extender por medio mundo la fiebre de las bombas, las fronteras, las bases militares, las deportaciones y, en definitiva, las siempre odiosas e injustas guerras.

    Bravo, una semana más, por el compromiso y la conciencia que fomentáis desde Un Poema Cada Semana.

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, compañero, por tu lectura atenta y sensible siempre. Un abrazo.

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