URÓBORO




A no saber proteger a los que quieres.

A que ellos no se dejen proteger.

A romperte en el proceso.

A no estar a la altura.

A no ser suficiente.

A perder las ganas.

A no tener fuerza.

A ser demasiado.

A querer huir.

A quedarte.

A perder.

A ti.


De pronto, comprendes el miedo.

Y tienes más.




DATOS DE LA POETA: Asuntzi Martínez Ezketa (Barakaldo, 1981). Formada en Periodismo por la Universidad del País Vasco, complementa su práctica fotográfica con una sólida formación en centros especializados, habiéndose instruido en el Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao (CFC) y en la Escuela de Fotografía Documental Blackamera. En su página oficial, afirma que recurre a la Fotografía porque hay Literatura que no se puede narrar con palabras. Tiene dos fotopoemarios publicados: A pesar de la lluvia y Los Monstruos.

Más información sobre ella y sus proyectos en: https://foto.esaotra.es/

COMENTARIOEste poema pertenece a la obra "Los Monstruos" de Asuntzi Martínez Ezketa. A menudo, al hablar de monstruos, pensamos en amenazas exteriores: seres o personas que nos dañan, que nos quieren robar algo (nuestro tiempo, nuestra valía, nuestra paz), algo que nos pertenece y nos define. Esos monstruos existen, sin duda, como representaciones de la maldad ajena, la injusticia o la enfermedad. Sin embargo, el poema de Asuntzi Martínez, con su foco en la culpa y la insuficiencia, parece hablar de otros monstruos, más peligrosos: los interiores. Son los demonios internos que nos susurran que hemos fallado, que no estamos a la altura, convirtiendo la frustración externa en una profunda herida interna. ¿Cuánto daño somos capaces de hacernos a nosotros mismos?

En el poema, la elección de las palabras y las formas son claves. Las palabras se articulan desde un lamento que se dirige hacia la fuente de su dolor. No sabemos si el "tú" es la persona amada y no protegida, o es la propia autora del poema (un reproche de sí a sí misma), o incluso la personificación del dolor, la frustración o el miedo. Este "A ti" funciona como el punto de fuga del dolor acumulado; es el destinatario de toda la frustración y la responsabilidad. Y si nos centramos en la forma del poema, salta a la vista la intención que se nos propone con la anáfora. Este recurso, repetido a lo largo de once versos, dota al poema de un ritmo de enumeración y acumulación. Formalmente, los versos son largos y terminan siendo monosílabos. Esta técnica de acortamiento progresivo de los versos refleja la intención del sentimiento de disminución y empequeñecimiento que experimenta la poeta. Cada A marca un paso más hacia el abismo de la autocrítica, y la reducción de la longitud del verso muestra cómo los miedos van consumiendo y empequeñeciendo la propia vida, hasta dejarla reducida a su mínima expresión.

Nada en el poema es gratuito, exhibir esa economía del lenguaje está pensado para mostrar una realidad cruda y directa. El poema, desprovisto de metáforas complejas, acentúa su tono confesional e íntimo. La poeta utiliza el gerundio nominalizado de manera minimalista para nombrar el dolor sin adornos: no hay descripciones, solo aparecen señalamientos. Este estilo directo y casi telegráfico transmite la intensidad del sufrimiento, haciendo que el lector sea abocado al mismo lugar en el que suena, desgarrador, un inventario de fracasos personales. Y ese fracaso es el del propio lector, entonces. El poema es de Asuntzi Martínez, pero el miedo, que se alimenta de la vulnerabilidad y la soledad es el de todos y cada uno de los lectores del poema. Ese es su acierto.

Si lo pensamos, si sabemos leer y mirar el poema, la prosa final del poema ya no narra, sino que sentencia. Este miedo es tan fundamental y absoluto que no necesita artificios rítmicos, solo la cruda enunciación de la realidad. El cambio a prosa subraya que la comprensión del miedo es un evento, no un proceso, un impacto que solo se puede registrar con la sequedad y la contundencia de una verdad innegable. Es la constatación final de que, tras el agotamiento de la lucha, el vacío se llena con un pánico existencial amplificado.

Por todo lo anterior, suponemos, tiene sentido la apuesta de estética de la poeta vasca, porque, como ella misma afirma sobre su modo de entender la creación: "Recurro a la Fotografía porque hay Literatura que no se puede contar con palabras". Y en eso queremos incidir un poco. 

La experiencia del dolor, el miedo o la insuficiencia, tal como se refleja en el poema, a menudo desborda los límites de la sintaxis y la narrativa lineal. La literatura tradicional se encuentra, a veces, impotente para capturar la sensación total de la realidad o de una emoción compleja. Es en este vacío donde reside la necesidad de integrar lenguajes distintos. La apuesta de Asuntzi Martínez Ezketa por fusionar el verso (o la prosa poética) con la imagen (la "fotografía") es una apología de la hibridez como vía para intentar ver y leer y escribir de otra forma. ara vosotros, alumnos y alumnas, este encuentro con el poema y su estética debe servir para comprender la importancia de buscar nuevos formatos para comprender la realidad. Queremos que conozcáis el concepto del fotopoemario: un género híbrido donde los poemas y las fotografías interactúan de forma esencial, creando una obra completa que se lee tanto con los ojos como con la mente.

El fotopoemario no es un libro de poemas ilustrados; es un manifiesto estético que defiende que, para expresar la complejidad de la vida que nos rodea, es necesario ir más lejos, romper los límites disciplinarios y ofrecer al lector una experiencia sensorial y cognitiva total. Solo así, ampliando nuestro lenguaje y nuestra mirada, podemos aspirar a acercarnos a las verdades que, como el miedo, se esconden justo donde las palabras se acaban. Elegir a esta autora excepcional para el VI Concurso de Microrrelatos del IESLA no es casual, por tanto. y tener la oportunidad de conocerla en persona durante este curso será una experiencia inolvidable.

Agradecemos desde aquí a Asuntzi Martínez su generosidad con nuestro blog y con nuestro centro, ya forma parte de la voz de la poesía y de nuestro Concurso De la Imagen al texto. Por cierto, participad en el concurso (pincha aquí para conocer las Bases).


ACTIVIDADES:

  • Busca información sobre el simbolismo del Uróboro. ¿Por qué es tan acertado el título del poema?
  • Inventa otro título para el poema. Justifica tu elección.
  • Visita la página oficial de la autora. Destaca algunos de sus proyectos y elige tres fotografías que te hayan impactado. Elabora un listado de tres preguntas que te gustaría hacerle personalmente durante su visita al centro, relacionadas, por ejemplo, con el proceso creativo, el uso de la imagen en su obra, y la relación entre la poesía y los jóvenes. También puedes investigar sobre su faceta en la revista #Lasdelaslibres para preguntas interesantes. Las mejores preguntas nos servirán para hacerle una entrevista para El barranco y la Radio Escolar.
  • Para los que queráis conocerla personalmente, os dejamos los siguientes poemas que nos ha enviado para nuestro blog.






Haz un comentario personal sobre alguno de ellos. Los mejores se leerán cuando venga la poeta a nuestro centro en la Semana de las Artes y las Humanidades. ¡No te quedes fuera del encuentro con ella!
  • Quién crees que es el destinatario final del poema? ¿Es la persona amada, la poeta misma o el miedo en sí mismo? Justifica tu posición.
  • "De pronto, comprendes el miedo. Y tienes más." ¿Por qué esta "sentencia" final es más contundente que si se hubiera escrito: "Y, de repente, comprendo el miedo y tengo más"?
  • Mira estos vídeos sobre Los Monstruos:




¿En qué sentido puedes relacionar una de las imágenes o varias con el poema de esta semana?

  • De acuerdo con la autora, "hay Literatura que no se puede contar con palabras". Selecciona el verso o la frase del poema que consideres más difícil de expresar solo con palabras. Luego, crea una "fotografía" que capte esa sensación. Si quieres ampliamos la actividad.


  • Deja un comentario más abajo, si te apetece.



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