FUE ESTE MISMO VERANO


 

Fue este mismo verano:

 

en San Jacinto, el ficus macrophylla

con su sombra de especie;

 

en el Kasuga-taisha, los árboles kami

las shimenawas blancas,

los turistas, los ciervos;

 

en Hendaya, abedules

claros como albas rectas;

 

en Sandia Peak, los pinos

contemplando el Río Grande,

 

y en la Alpujarra,

masa de plata al viento,

el castañar.

 

Fue este mismo calor.

Fue comiendo esta fruta ya madura.

Fue este mismo verano.

 

O no. Las cosas

que vivimos vinieron separadas

pero el tiempo las junta

                                               como a células dóciles,

y qué más da, me digo.

Qué

más

da,

si el espacio es un músculo

que jamás se destensa

y hemos sido felices

mientras se extinguía todo;

bajo una sombra u otra,

separados o no. 


DATOS DEL POETA: Juan F. Rivero Sevilla, 1991. Escritor, traductor, poeta, es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y máster en Traducción Literaria por la Complutense de Madrid. Ha aparecido en múltiples revistas literarias y de poesía: Oculta Lit, Caligrama, Digo.Palabra.Txt o Quimera, y proyectos antológicos como Piel fina. Poesía joven española (Maremágnum, 2019), #PoetaZetas. 15 voces de la poesía española actual (Instituto Cervantes de Estocolmo, 2021) y La casa del poeta (Trampa, 2021).

Destacamos aquí su obra poética Quien quiera ser Nerón (2019), Las hogueras azules (2020) y Las hogueras azules (2021), que en noviembre de ese mismo año recibió por parte del Gremio de Librerías de Madrid el premio Libro del Año en la categoría de Poesía.

Actualmente colabora con Escuela de Escritores, donde imparte cursos de literatura japonesa y participa en el Máster de Poesía a cargo de la parte correspondiente a la poesía oriental de la asignatura Otras poéticas del mundo.

Fuente: https://fernandezrivero.com/



COMENTARIO: La vida son un cúmulo de experiencias vividas. Van pasando los días, los meses, los años y son tantas las sensaciones en nuestra piel, en nuestra mente y en nuestro corazón, que, al final, la memoria tiene que elegir, seleccionar aquello que intentaremos retener en ella, salvarlas del olvido. Un trabajo de introspección que tiene ciertas reglas conocidas y otras que escapan a nuestra comprensión, quizás. 

El poema de esta semana es una muestra personal de esas experiencias, por parte de Juan F. Rivero. Él mismo nos lo explica con sus propias palabras. Estad atento a cómo la estructura del poema, determina el contenido del mismo: 

"Lo que pretendí con la estructura y la disposición gráfica de este poema fue, justamente, reflejar el proceso por el cual las experiencias que constituyen la memoria (y que son presentadas al principio en pequeñas estrofas separadas por un espacio blanco entre sí) terminan fundiéndose en la memoria y conformando esa especie de caldo de vivencias que somos. El juego del final, en el que la secuencia de estrofas se rompe y se recompone a la derecha, pretende ilustrar la aceptación de la memoria como parte de nosotros mismos (por eso el «Qué / más / da») que conduce a la conclusión del poema: qué más da en el fondo que las cosas se vivieran por separado, si al final nos constituyen y se mezclan en nosotros mismos, separándose del mundo pero resignificándose en la masa de nuestra experiencia". 


Después de sus palabras, poco más podemos añadir nosotros en este comentario. Tal vez, sí podemos hacer una reflexión sobre la memoria. Y, entonces, pienso en el alumnado de 4º de la ESO, alumnas y alumnos que cumplirán este año 16 años y que tendrán ya muchas experiencias vividas, muchos momentos que formarán parte de lo que serán en el futuro. Los acontecimientos que han vivido, a grandes rasgos, podrían encuadrarse en una primera infancia marcada por la crisis económica; luego, en el colegio: la guerra de Siria, la crisis migratoria de 2015; y, por último, la pandemia de los últimos años y, ahora, la guerra de Ucrania que nos llega por todos los medios. Sin embargo, el poema de esta semana nos señala otras experiencias, más personales, más íntimas. Momentos mucho más líricos que deben convivir con esos grandes acontecimientos sociales, políticos, económicos, que conformarán nuestra identidad. Saber nombrarlos, tenerlos en la memoria de manera tan lúcida como lo describe Juan F. Rivero es una herramienta para no sucumbir al desasosiego. Aunque todo parece condenado a la extinción, como dice al final del poema, la poesía, las palabras exactas para describir esos lugares y recuerdos inolvidables (en Hendaya, abedules
claros/ como albas rectas), deberíamos atesorarlas todos y todas. Y más, cuando nuestra vida tal y como la conocemos parece amenazada. 

Damos las gracias a Juan F. Rivero por sumarse a nuestro Proyecto Aniversario y ofrecernos un poema que apuesta por el amor por las palabras para hacer más llevadera nuestra propia existencia. Esa es una de las virtudes de la poesía y una razón para volver siempre a ella cuando se escuchan estruendos muy cerca de nuestras casas.


ACTIVIDADES:

El autor presenta su poema haciendo algunas reflexiones muy interesantes sobre su vida, su obra, la poesía, etc. Extrae las ideas principales de esa presentación del poema.

Te proponemos reescribir el poema de Juan F. Rivero y hacerlo tuyo. Para ello, conserva todo el poema tal cual y cambia las estrofas: 2, 3, 4, 5, 6. 

Con el trabajo anterior, puedes crear un fotopoemario de aquellos lugares que forman parte de tu memoria. En cualquier caso, te proponemos hacer 5 fotos de 5 lugares que te definan. No pueden ser fotos de planos generales, deben ser fotos de planos detalle (si no sabes a qué nos referimos pincha aquí). 

Busca información de cómo funciona la memoria, qué quiere decir que la memoria es selectiva y los tipos de memoria que existen, según la Psicología.

Visita la página oficial de Juan F. Rivero, pinchando aquí. Elige tres entradas que te hayan llamado la atención y explica tu elección.

En este mismo blog puedes encontrar algunos poemas sobre la memoria y el olvido. Por ejemplo: Los sentidos de la derrota; Mi difícil vida con la memoria; Transfiguración de lo perdido; Fábula del tiempo; El instante.

El lunes 21 de marzo es el Día Internacional de la Poesía. Os dejamos esta posibilidad para prepararla durante esta semana. Es fácil y el trabajo está hecho...


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Comentarios

  1. Qué majo el joven poeta. La memoria, la memoria, acaso somos alguna otra cosa?
    Que se lo digan a Lucha o a Manuel, incluso a Cristal, quien por ausencia de ella ni siquiera logra ser. Son personajes de una novela que recién terminé hace pocos días, La nostalgia de la Mujer anfibio, de Cristina Sánchez-Andrade. La memoria marca todo el relato; los personajes, sus corazones, laten con pasión o se ahogan sin aliento al dictado de aquella.
    Gracias a ambos por el poema. Me quedo con ese qué más da! rompiendo el tiempo.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Gracias por la recomendación, apunto libro y autor, desde luego. Por cierto, tú formas parte desde hace muchos años ya, de este blog y, por tanto, de mí mismo :) :)

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